• Capítulo 6 •

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Taehyung corrió hasta su salón. Hacía cinco minutos que habían tocado el timbre de entrada y él se había quedado dormido otra vez. Si a su estúpido hermano no se le hubiera ocurrido hacerle cocinar a él, ahora podría estar en su salón, a salvo de los gritos del profesor Soo. Pero no, tuvo que luchar con la comida para poder preparar unas verduras medianamente buenas y, aún así, Seokjin Hyung se había reído de él.

—¿Estás seguro de que eso no me va a comer a mí? —se había reído, presionando uno de sus palillos en un rábano cosido.

Taehyung solo rodó los ojos, indignado antes de salir por la puerta, todavía oyendo las carcajadas de burro que tenía su hermano mayor.

Y ahora corría, maldiciendo su mala suerte. Las cosas ni siquiera mejoraron, porque al doblar por uno de los pasillos, chocó con la espalda de una chica que fue a parar directo al suelo.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! —exclamó Tae, preocupado y maldiciéndose interiormente.

—¡Ten más cuidado, idio-...! —refunfuñó Jennie, acariciándose las rodillas, pero cuando se dio vuelta y notó la mano extendida de Taehyung para ayudarle a ponerse de pie, las palabras se quedaron atascadas en su garganta.

—Discúlpame, no te vi—respondió él, y sus ojos se oscurecieron cuando se encontraron con la mirada de ella.

Jennie se dijo a sí misma que era demasiado temprano, que era por esa razón que no pudo controlar el color que llegó a sus mejillas una vez que Tae le tocó la mano para ayudarla a ponerse de pie. Hacía mucho tiempo que Kim Taehyung le había dejado de hablar. Bajó la vista, sin saber cómo reaccionar o qué decir porque, tristemente, ella misma se había encargado de perder el respeto que el de sonrisa rectangular le tenía. No pudo evitar ponerse nerviosa, porque ya casi nunca estaban solos. Las cosas ya no eran como antes, ya no estaban tranquilas entre ellos. La mirada de Taehyung sobre ella había dejado de ser la cariñosa expresión de tiempo atrás. Su pecho se cerró y comenzó a doler de una forma extraña.

Se puso de pie, y trató de reunir toda la dignidad que le fue posible. Los ojos de Taehyung le observaban con cierta preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó Tae, todavía sin soltar su mano.

Jennie no pudo evitar querer llorar cuando vio su pequeña ser envuelta por la mano varonil de Tae.

—Sí—susurró ella, débilmente. Repentinamente vulnerable.

Taehyung sonrió de manera casi imperceptible y Jennie sintió que las rodillas le fallaban. ¿Dónde estaba la versión de ella misma a la que no le importaba lo que hiciera el muchacho?

—Bien—murmuró él, antes de asentir con la cabeza y soltarle la mano, para irse corriendo quién sabe dónde.

La muchacha observó su amplia espalda, sintiéndose triste. Su mano se sintió más fría, y sus ojos se llenaron de lágrimas que no lograron escapar de sus ojos. Cuánto extrañaba que Taehyung la mirara con cariño. Extrañaba esa sensación cálida que él le aportaba cuando estaba alrededor de ella, pero, sobre todo, extrañaba mucho verle sonreír abiertamente hacia ella. Kim Taehyung tenía ese poder sobre ella de ponerla débil. De hacerle anhelarlo. No obstante, Jennie sabía que era mejor así. Era mejor que Tae la evitara, que la odiara.

Incluso si fingir que ella también le odiaba, le dolía en el alma.

🐨🐨🐨

Jimin observaba el reloj sobre la pizarra de clases. Taehyung aún no llegaba y ya llevaba veinte minutos de atraso. Negó con la cabeza. No pintaba bien. El profesor Soo de biología era conocido por amonestar a los estudiantes que llegaban tarde. Ah, Tae iba a estar realmente enojado cuando llegara. Decidió enviarle un mensaje, intentando ocultar su móvil tras un libro.

Fools || BTS Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ