• Capítulo 8 •

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Dedicado a @Sus_c03 porque es la mejor Shoshana y Namjoon biased que puede existir. 💖
8

—¿Dónde estabas, Yoon? Creímos que ibas a almorzar con nosotros—dijo Jennie, utilizando una voz aterciopelada.

Min Yoongi acababa de sentarse en su mesa habitual en la cafetería. El almuerzo aún no acababa, y sus amigos, a pesar de haber terminado de comer, seguían ahí sentados.

—No tenía hambre—contestó él de manera escueta.

Jungkook, que estaba ahí, alzó la cabeza.

—Hyung, estás muy delgado y paliducho—dijo suavemente, tratando que su mayor no se enojara—. ¿No crees que te haría bien comer un poco más?

Ahí estaba otra vez. Aquella voz condescendiente y preocupada que Yoongi odiaba tanto. Le irritaba que Jeon Jungkook siempre se preocupara de él, cuando ya le había dejado en claro en incontables ocasiones que no debía hacerlo.  Ni siquiera se molestó en responderle.

Jennie se pegó a él, como un gatito, acariciando su brazo lentamente. Instintivamente, Yoongi volvió la vista hacia ella, dándole un pequeño beso en los labios.

—No lo molestes—contestó ella a un confundido Jungkook—. Yoongi está en su mejor punto. Se ve bien. ¿No es así, bebé?

—Claro—contestó él, sin prestarle atención verdaderamente.

—De acuerdo, de acuerdo— se rindió Jungkook, un poco fastidiado, concentrando su interés en Hoseok, que utilizaba los palillos para tratar de insertar el sorbete en su jugo—. Hobi hyung es el único que no me discrimina—se quejó el menor, recibiendo una caricia en el pelo del pelirrojo.

Jennie, por su parte, soltó una risa juguetona hacia el menor y luego se giró hacia Yoongi.

—¿Irás a mi casa hoy? Mis padres no van a estar...—sugirió ella en un susurro coqueto, para que solo él pudiera escucharla.

Sin embargo, sus palabras no tuvieron el efecto que deseaba. El pelinegro no podía estar menos interesado en su propuesta. Aquello la frustraba mucho, porque a veces realmente se esforzaba en que Yoongi le prestara su atención. Él, en cambio, se volvió hacia ella, con las cejas alzadas, como si no hubiera escuchado nada de lo que había dicho.

—¿Ah? —Tuvo que preguntar él.

—¿Irás a mi casa? —volvió a preguntar Jennie, esta vez molesta.

Yoongi se encogió de hombros, con su eterna expresión neutra. O era ajeno a todo o definitivamente ella no le importaba. Una pequeña sensación de molestia invadió el pecho de la muchacha.

—Tengo algo que hacer—contestó el pelinegro—. Pero puede que por la tarde me pase por allá.

—¿Qué tienes que hacer? —inquirió Jennie, otra vez. Trató de sonreír, pero las respuestas de Yoongi siempre le quitaban la felicidad.

—Nada que tenga que ver contigo—murmuró con su voz grave, sin ningún tono en particular, mientras sacaba un libro de su mochila y se ponía a leer.

Jennie quiso resoplar. Había días en los que se preguntaba por qué todavía estaba con el chico frío que estaba sentado a su lado. Días en los que miraba a Taehyung sonriéndole a su amigo en la otra mesa y deseaba que todas esas sonrisas fueran para ella. A pesar de todo, sabía que Yoongi no era malo. Él simplemente no se daba cuenta de que sus respuestas tendían a ser ariscas y demasiado directas, porque esa era su esencia. Sin embargo, le habría gustado que a veces la mirara con más cariño. Pero no podía exigírselo, después de todo. Ella tenía la vaga certeza de que todavía seguía con Yoongi por dos razones, una mejor que la otra. La primera tenía que ver con la forma en que el muchacho parecía brillar cada vez que se le escapaba la más pequeña de las sonrisas. Y las veces en que lo había visto hacerlo, literalmente podían contarse con las manos. Mientras que la otra razón, y la que más avergonzaba a Jen, era que no le gustaba estar sola. Prefería mil veces apegarse a una relación en la que no era feliz a tener que sufrir la soledad en carne viva. A pesar de que incluso estando con Yoongi no podía evitar sentir el vacío que había dejado Kim Taehyung.

Fools || BTS Where stories live. Discover now