Fools || BTS

• Capítulo 12 •

12
(Dedicado a por seguir esta historia con tanto amor desde el principio. 💖)

La fiesta era un completo asco.

No podía creer que se hubiera calzado su mejor vestido, con toda la ilusión del mundo, para que Suho se emborrachara al principio de la velada y ni siquiera pudiera estarse en pie durante más de cinco minutos. Él le gustaba desde que tenía uso de razón, y por eso había aceptado su invitación para asistir a aquella fiesta. Se trataba de la despedida de los de último año, una ocasión a la que todas las chicas menores querían asistir. Realmente, ser invitada por alguien de final de curso, era importante. Pero ahora se sentía mal, desilusionada y un poco ultrajada.

Se sentía tonta. ¿Para qué la invitaría Suho si iba a emborracharse y a coquetear con todo lo que se moviera un poco? Además, lo peor de todo era que había él había intentado propasarse con ella, tratando de besarla con ese maldito aliento a alcohol barato que seguramente habían ingresado de contrabando. Tuvo que decir a gritos que se iba, que la dejara en paz. Él, en el estado en que estaba, se había enfadado y la había tratado con palabras que ninguna persona, mujer u hombre, merecía escuchar. La música, sin embargo, seguía sonando como si nunca hubiera pasado nada. Como si ella no tuviera que caminar lejos, hasta la entrada del colegio, dispuesta a llamar a su madre para que la fuera a buscar. Lo peor de todo eran aquellas lágrimas indeseadas que surcaban su rostro.

Frustrada y desanimada, al salir sintió frío. Ese vestido ni siquiera la abrigaba bien. Se suponía que Suho la iba a tratar bien, que al final de la noche él le pasaría su abrigo como en las películas románticas. Pero no, él estaba ahí dentro, divirtiéndose con sus amigotes mientras ella estaba afuera muriéndose congelada. Se sentó en la fuente que estaba en la entrada del colegio, mientras tomaba su celular para llamar a su madre, secando suavemente sus lágrimas, tratando de contener los sollozos y sorbiendo disimuladamente por la nariz.

—¿Mala noche? —Alzó la vista hacia la voz que rompía el silencio de la noche, confundida. Un chico alto, vestido con un traje un poco grande para él estaba de pie junto a ella. Ni siquiera le había escuchado acercarse. En respuesta, ella solo se encogió de hombros—Mi hermano mayor está ahí dentro—comentó otra vez el muchacho, señalando el asiento contiguo a Jennie. Como ella no dijo nada, se sentó de todas formas—. Está en último año y me dijo que estas fiestas siempre eran geniales, pero, si te soy sincero, me estaba aburriendo muchísimo. Está lleno de gente que jamás en la vida había visto.

Jennie Kim miraba su celular concienzudamente, sin ganas de ponerse a conversar con alguien justo en ese momento. Se sentía mal y no quería que nadie le molestara más. Sin embargo, él no se rendía.

—¿No tienes frío? —insistió el castaño—. Podría pasarte mi abrigo, hace un frío de mierda. Pero eso ya debes saberlo, ¿no? En serio, literalmente te vas a congelar y vas a terminar convertida en la estatua humana de la escuela. No te vas a descongelar hasta el veran-... —trató de bromear, pero fue interrumpido.

—No tengo frío—mintió Jennie, bruscamente—. Además, mamá está por llegar.

—Ah, ya veo—respondió él suavemente, mirando hacia la calle frente a ellos.

Jennie notó por el rabillo de su ojo que el chico se frotaba las manos, tratando de ganar algo de calor. Se quedó en silencio durante unos segundos, quizá comprendiendo que ella no quería hablarle. Pero, de pronto, ella se sintió un poco mal por estar siendo tan maleducada con ese chico. Él solo estaba tratando de ser amable.

—¿Cómo te llamas? —sitió la necesidad de preguntar, pasado un rato en el que solo veían el vaho formarse con sus alientos.

El interpelado alzó la vista, un poco sorprendido.