• Capítulo 5 •

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—Espérenme, vuelvo enseguida—dijo Sunnie a sus amigos, antes de adentrarse en su habitación para cambiarse de ropa.

—No nos moveremos—gritó Taehyung a la castaña, para que pudiera oírle con la puerta cerrada.

Ji Sunhee tenía un departamento bonito, pensó el de la sonrisa rectangular. Era pequeño, sí, pero se ajustaba perfectamente a las condiciones que tenían dos mujeres solas. Las paredes tenían un papel tapiz de bonitas flores amarillas sobre un fondo blanco y una mesa de color rojo daba un tono moderno al lugar. Quería distraerse mirando las cosas que había en el lugar, pero lo cierto era que se sentía mal. Le dolían las sienes. Todo el asunto de Jennie le ponía los pelos de punta, y ni siquiera quería imaginarse hablando con ella. Había pasado tanto tiempo desde que se habían dirigido palabras cordiales... ¿Podrían hablar como dos personas civilizadas si lo intentaban? Se lanzó sobre el sofá, acariciando su sien y soltó un suspiro profundo, cuando miró a Jimin.

El rubio estaba parado observando las fotografías que había sobre un mueble, y sonreía suavemente. Taehyung no pudo evitar imitar su sonrisa. Había hecho las cosas bien con aquel muchacho. . Jimin había vuelto a sonreír. A pesar de todo lo que había tenido que pasar el año anterior, el rubio había logrado volver a sonreír.

Se puso de pie y caminó lentamente, hasta que se colocó a un lado de su amigo.

—¿Qué haces?— inquirió, suavemente.

Jimin volteó la vista hacia él.

—Observaba las fotos de cuando Sunnie era niña. Se veía tan feliz—contestó, encogiéndose de hombros—. No lo sé. Las fotos de momentos felices hacen que me ponga sentimental—confesó.

Tae puso una mano sobre su hombro, apretándolo cariñosamente.

—Prometo que imprimiré una foto nuestra, Jimin-ah... Para que llores cada vez que me veas contigo.

Jimin se quedó en silencio durante unos segundos tratando de entender a qué se refería. Y cuando al fin lo entendió, golpeó el pecho de Taehyung, mientras soltaba una cálida risa.

—Por qué dices cosas tan extrañas—murmuró el rubio, incómodo, sin poder quitar la sonrisa de su rostro, mientras sentía un ligero sonrojo en las mejillas.

—¿Qué tiene de extraño? —preguntó Tae, volteándose hacia él. Jimin le rehuía la mirada, risueño—. ¡Así nunca podrás olvidarte de mí!

—¡Basta! —le decía, otra vez golpeando su pecho. Sintiendo una pequeña explosión de amor por su mejor amigo.

Había algo que Taehyung no sabía, y era que Jimin jamás podría olvidarse de él. Ni en mil años. El rubio le admiraba y veía en él al mejor amigo que había tenido nunca. La única persona que se había plantado frente a los otros a defenderlo, a decirle al mundo que no tenían derecho a dañarlo. Kim Taehyung se había puesto frente a él, como un escudo y luego había curado todas sus heridas, tomándole de la mano en cada paso hasta que pudo sentirse bien en sus propios zapatos.

—Ven acá—le decía el de la sonrisa cuadrada, melosamente, tomándolo por la cintura y abrazándole—. Mi Jiminie no quiere una foto mía, ¿qué es lo que tengo que hacer para que la lleve en su billetera?

—¡Eso es extraño! —reía el rubio, tratando de zafarse, pero incapaz de hacerlo.

—¡Chicos, ya estoy lista!—dijo Sunnie, saliendo de su habitación con unos jeans y una camiseta blanca, mientras llevaba el uniforme sucio entre sus manos.

Se detuvo frente a los chicos que seguían jugando a pesar de ella y no pudo evitar sonreír. Secretamente, envidiaba la relación que tenían. Jimin siempre miraba a Tae con admiración y el contrario, en cambio, le observaba con un profundo cariño, como si el rubio fuera un niño al que cuidar con mucho amor. Con las semanas, Sunnie sabía que solo se tenían el uno al otro, porque, por alguna razón que todavía no era capaz de preguntar, nadie se les acercaba en el instituto. Era como si estuviesen vedados para las demás personas, pero aun así se las arreglaban para hacerla sentir segura y tranquila. Quizá hoy podría encontrar respuestas a aquellas preguntas. En casa de Tae pretendía preguntar qué tantas cosas pasaron en aquel instituto para que las cosas estuvieran como estaban.

Fools || BTS Where stories live. Discover now