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Capítulo 14

  👻 Buuu

Recordad que cuanto más comentéis más probabilidades tendréis de que os dedique un capítulo 😏   

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KAI

Mi vista se queda fija en la puerta del baño, que está entornada. Escucho voces que vienen de dentro y me pongo alerta.

Corriendo abro la puerta y me encuentro a Jade aprisionada en la pared con las manos de Ares alrededor de su cuello. Se intenta zafar de ella, pero Ares tiene mucha más fuerza, así que es inútil.

Rápido y de un manotazo, la aparto de Jade.

—¿Qué haces? Estás loca, joder, ¡vete! —echo fuego por la nariz —Vete si no quieres que te mate ahora mismo... —señalo la puerta y ella huye corriendo como la rata que es.

—Jade... nena, nena... Ya está, ya está —se toca el cuello y no deja de toser —. Ven, ven, vamos a la cama. Joder, no me puedo creer que haya hecho esto. Menuda hija de puta, menuda... —empieza a llorar y yo la abrazo. No sé qué hacer. No sé cómo calmarla, así que la abrazo.

—Ella... yo... yo sólo... —no puede siquiera hablar. Esa escoria lo va a pagar muy caro. Se me corta la respiración cuando veo que le cuesta respirar y quiero tirarme de los pelos por no poder hacer nada más que abrazarla —Shhhh... nena, tranquila. Ya está, no va a hacerte nada, te lo prometo. No va a tocarte —de eso me aseguraré yo personalmente —. Te juro que no va a volver a acercarse a ti.

—¿Cómo... cómo puede gustarte? —la pregunta hace que se me parta el alma.

"La única que me gusta eres tú..."

—No me gusta. La odio. No dejes que te envenenen la cabeza con sus mierdas —le acaricio el pelo y luego la cara, pasando uno de mis dedos por su mejilla húmeda por las lágrimas —. Nunca sentiría nada por ella. Nunca, ¿me oyes? No sería capaz.

Tarda un rato en calmarse, pero cuando por fin lo consigue la convenzo para que se quite los zapatos y se meta en la cama.

—Esta noche dormimos juntos —le digo —. Al menos esta noche tiene que ser así —tengo que estar seguro de que nadie intenta hacerle daño.

—Vale... —habla con un hilo de voz —Ha traído la maleta —me señala la maleta que yo mismo saqué de su habitación hace dos días.

—¿Quieres ponerte cómoda? —abro la maleta sin esperar a que me responda.

Lo primero que encuentro es un pijama de manga larga con un estampado de ositos.

Me parece tan gracioso que no puedo evitar hacer un comentario: