Capítulo 38

16.6K 1.4K 178
                                    

	JADE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JADE

—No puede ser... —abre la boca y traga saliva.

—Sí, ¡sí puede ser! —sollozo y me tapo la cara. Hipo como una niña pequeña y Main me aparta las manos de la cara.

—Vas a acabar hiperventilando y no será bueno para...

—No quiero, Main, ¡no quiero! Joder... joder...

—¿No quieres tenerlo? —me encojo de hombros y me muerdo el labio —¿Y no vas a hablarlo con Kai?

—No, no voy a decirle nada. No quiero que esto salga de aquí, ¿me oyes? —la señalo con un dedo y ella se toca la frente mientras cierra los ojos.

—Madre mía, Jade. Vas a meternos a las dos en un buen lío si se entera. No te lo va a perdonar en la vida.

—Pues mira, ¡que le den! Primero estoy yo, Main... y él ya me dejó sobre aviso hace un tiempo. Sé que estas cosas nunca salen bien. Su naturaleza y la mía son totalmente diferentes. Siempre pierden a los bebés, Kai me lo explicó.

—Pero tal vez vosotros sois especiales —mi amiga se encoje de hombros y hace una mueca con los labios —. De hecho... sé que sois especiales. Pero eso te lo tendrá que contar Kai.

—Contarme, ¿el qué?

—Las excepciones. Será él quién te las explique, no yo —ladea la cabeza —. Mira, si no quieres tenerlo, yo voy a apoyarte. Pero quiero que estés segura... y que hables con Kai antes que nada para que te aclare un par de cosas.

—¿Para que me aclare el qué? No estoy entendiendo nada.

—Él sabrá lo que quieres decir. De todas formas, no tienes porqué decirle que estás embarazada si no quieres. Y si después de hablar con él sobre vosotros sigues pensando lo mismo, te acompañaré a ver a Enzo.

Asiento y ella mi abraza.

—Te quiero un montonazo y voy a apoyarte siempre, ¿vale? Pase lo que pase y decidas lo que decidas.

—Muchas gracias... —abro mis brazos y vuelve a achucharme como ella sabe.

—Ahora vamos a disfrutar de los dos días que nos quedan aquí. Aún no estoy lo suficientemente morena.

— Lo suficientemente quemada, dirás.

Reímos y me incorporo. Una enfermera entra y me entrega una carpeta con papeles.

—Mateo y Álvaro siguen fuera, ahora les pediré que nos acerquen al hotel.

Ay, Jesús. Qué mal me sabe. Están de vacaciones en su tierra y vengo yo a cortarles el rollo.

—Qué corte, pobrecillos.

—Anda ya, churri. Álvaro está encantado —me da pequeños codazos en las costillas.

| COMPLETA ✔ |   Aunque tú no lo sepas © [ATNLS 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora