Segundo capítulo

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Alfred apretó instintivamente la mano de Amaia. Con las lágrimas brotando por sus mejillas esperaba ver una nueva señal, otra lágrima, un apretón, una subida en el monitor. No hubo nada más, y eso, al chico le desilusionó.

-¿Amaia? ¿Puedes oírme?

La joven no respondía. Significaba que, quizás, no podía escucharle. Alfred se alarmó, y justo en ese instante, Ángela cruzó la puerta de la habitación.

-¿Por qué lloras cariño?- La hermana de Amaia fue directa hacia Alfred al ver el estado en que se encontraba.

Su rostro estaba desencajado. Había tenido la miel en los labios, y en un instante se la habían quitado.

-Ha llorado Ángela. Lo ha hecho.

-¿Cómo?

-Le he cantado la canción y cuando he terminado, una lágrima ha brotado de sus ojos.- Alfred hablaba entre sollozos mientras Ángela no daba crédito a lo que su amigo le contaba.- Pero después le he preguntado si podía oírme y no ha habido señal Ángela. Nada.

-Tranquilo cariño. Tranquilo.

Se fundieron en un cálido abrazo. Lo necesitaban, lo llevaban haciendo dos meses. Alfred siempre había tenido muy buena relación con Ángela, pero sentía que se había intensificado. Ahora no la veía como una amiga, para él, Ángela era una hermana. Aquella que nunca tuvo y siempre quiso tener.

-Recuerda lo que nos dijo el médico. Es un proceso lento, pero un proceso. Amaia va a volver, poco a poco, pero lo hará.

-Deseo que llegue ese día con toda mi alma Ángela. No lo soporto más.

Alfred había entrado en un estado de ansiedad. La había sufrido durante toda su vida, pero ahora se había intensificado. La única persona que sabia calmarle con una simple mirada, una sola palabra, una caricia, ahora no estaba.

-Alfred. Mírame.

Él lo hizo.

-Ella quiere que estés bien. Sé que no es justo pedírtelo, estás aguantando mucha presión, pero una vez más cariño. Solo un poco más. No queda nada, lo puedo sentir en ella.

Abrazó fuertemente a Ángela mientras las lágrimas no paraban de salir. Miró a Amaia. Se veía tan tierna, dormida, observando todo y a la vez nada. Tenía que seguir fuerte. Demostrarle su amor, el cariño, la admiración que sentía por ella.

Las horas pasaron, y Alfred regresó a su casa obligado por Ángela, quien le dijo que necesitaba descansar.

Su madre, dormida en el sofá y con la tele encendida, lo sintió entrar.

-Alfred cariño, ¿Cómo está mi petita?

Pero Alfred no pudo soportarlo, y se echó a llorar en los brazos de su madre. Toda la tensión del día, las emociones contenidas, le sobrepasaron en ese instante. Y quien mejor que una madre para ayudarte en momentos como ese. Entonces se dio cuenta de lo que iba a sufrir Amaia cuando despertase.

Javiera y Amaia tenían una relación especial. Se llevaban todo el día peleadas, pero eran madre e hija, y ese amor era incondicional. Numerosas tardes había pasado Alfred comiendo el pastel de fresa de Javiera, junto a una enfadada Amaia porque no tenía suficiente azúcar. Iba a extrañar esos momentos. Y más lo iba a hacer ella.

-¿Ha ocurrido algo malo?- Xus estaba preocupada al ver a su hijo en tal estado.

-No.

-Entonces cariño ¿Qué pasa?

Alfred le contó lo ocurrido a su madre, y por primera vez, se sinceró. Sus verdaderos sentimientos hacia Amaia salieron a la luz. Su madre no se sorprendió, pues la forma en que su hijo miraba a su amiga era especial, diferente. Solo esperaba que fuese correspondido, porque su hijo sufriría si no fuera así.

-Nuestra Amaia va a volver. ¿Vale?

Alfred asintió en brazos de su madre.

-¿Dónde está esa seguridad que siempre le has mostrado a ella? Solo tú has conseguido comunicarte con ella. Gracias a ti los médicos hablan de grandes progresos en su estado. No puedes rendirte ahora cariño. Ella te necesita más que nunca.

-Mamá...

-No cariñet.

Xus agarró el rostro de su hijo para que la mirase. Y clavando su mirada en la de él, pronunció unas palabras dolorosas, pero verdaderas.

-Eres el único que puede ayudarla. ¿Me oyes? Te necesita como nunca. Cuando Amaia despierte, su madre no va a estar. Y su familia va a darle el mayor apoyo posible, pero ellos también están sufriendo su muerte. Sé que tu también lo haces, todos los hacemos, pero es diferente cariño. Te necesita para desahogarse, para hablar contigo. Tienes que ser fuerte, mandarle todo tu apoyo. Tienes que estar con ella.

Xus suspiró.

-Mañana vas a volver cuando hayas descansado. Yo iré contigo. Vas a ir y vais a hablar, como si nada hubiese pasado. Normalidad, eso es lo que Amaia necesita. Su amigo de siempre, su "cucu" Alfred.

Alfred miró a su madre asimilando lo que acababa de decirle. Llevaba razón, y eso haría. Ahora más que nunca su corazón debía estar con su Amaix.

A la mañana siguiente

-Buenos días. ¿Familiares de Amaia Romero?

-Sí. Yo soy su padre. ¿Qué ha pasado doctor?

-Tenemos los resultados de las últimas pruebas de su hija.

Javier se levantó del sofá rápidamente para colocarse junto a su padre quien tenía la carta entre sus manos.

-La lesión cerebral sigue presente.

La pequeña habitación de aquel hospital de Barcelona se encogió en un suspiro.

-En menor medida, afortunadamente.

La pequeña sonrisa del médico produjo unas enormes en los rostros de Ángel y Javier, quienes no contenían la emoción.

-No debemos precipitarnos, pero sí, se podría decir que Amaia está a punto de despertar.

-¿Lo está diciendo en serio?- Javier llevó las manos a su cabeza echada hacia atrás para después soltar una risa nerviosa en medio de una sonrisa.

-Es cuestión de días. No me atrevo a decir horas, aunque es una posibilidad.

-No puedo creerlo.

Ángel retrocedió unos pasos para colocarse junto a su pequeña.

-Te estamos esperando cariño. No tardes, por favor.

-Hablen con ella, interactúen. ¿Qué es lo que más le gusta hacer a Amaia?

-Cantar. Tocar. Vive por y para la música.- Javier se apresuró a contestar.

-Hagan música.

Javier sonrió ante la respuesta del médico. Sabía a quién tenían que acudir. Si alguien podía hacerle a Amaia volver a sentir la música, ese era Alfred.

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Capitulo corto, lo sé. Pero intenso respecto a sentimientos, a mi parecer. Parece que Amaia va despertando ¿conseguirá Alfred ayudarla a sentir la música de nuevo? Veremos que pasa en el próximo capitulo.

Ante todo, muchas gracias por el recibimiento que ha tenido la historia. No puedo estar más contenta y agradecida con todxs. 1016 GRACIAS.

Nos leemos pronto. Os quiero.

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