Encierro

76 12 1
                                    

Llevo horas gritando para que me dejen salir, mi garganta no deja de doler, hace un rato que al fin me quedé sin voz... No creo que mis tíos vuelvan a considerar un trato, a ambos les aterró que mi primera pregunta fuera sobre beta, pero Stan parecía más confundido que asustado a diferencia de Ford. Sólo un instante después, Ford me sujetó fuerte del brazo y me arrastró a mi habitación, cerró todo punto de escape y se llevó mis cosas...aún duele mi brazo, tengo marcas moradas donde sus dedos presionaron, y Mabel me informó, como gesto amistoso, que a Tom lo fueron a interrogar sobre qué tanto ha hecho como para que yo sepa acerca de esa cosa...supongo que no tuvo opción y le mostró los archivos a Ford... Al menos eso no involucra a los demás, espero que estén bien...

Creo que sobra decir que si logro salir de aquí, no volveré a obedecer ninguna orden que me de mi tío, ni siquiera 5 minutos pudo mantener su promesa...

- - - - -

La atmósfera es pesada y oscura, aún comparada con todos  los malos momentos que ha pasado la familia Pines, el castaño se encuentra en su cama, cansado ya de buscar cualquier forma de escape o convencimiento ante sus tíos, se quita la playera para examinar con detenimiento su brazo completo, le duele incluso el hombro y para su mala suerte, todas las cosas de primeros auxilios también le han sido retiradas para que no intente hacer circuitos con ellas como en su, en aquel entonces voluntario, encierro anterior. Pedir ayuda tampoco es una opción dado el estado actual de su garganta, no debió gritar tanto y durante un tiempo tan prolongado, aunque después de un rato finalmente escucha a su hermana en su habitación, justo al lado suyo; comienza a dar pequeños golpes en la pared, sabe que cualquiera podría escucharlo y que Ford sabe de la clave morse, él fue quien se las enseñó, pero ya no le importa nada referente a él, llama a su hermana para pedirle ayuda, la cual en un inicio no consigue, sólo hasta que le aclara que está lastimado y solicita que le lleve algo para calmar el dolor al menos un poco. Minutos después la puerta se abre dejando ver a la chica con un vaso de agua, una píldora, un frasco con ungüento y una venda, detrás de ella se encuentra Ford, cuidando que no se trate de una treta del muchacho, su expresión seria cambia momentáneamente a una de culpa al ver a la chica aplicar la pegajosa y grasosa mezcla verde al brazo de su hermano, ambos sienten su mirada, pero él solo lo ignora mientras ve como su gemela sigue ayudándolo. Cuando termina, le da el medicamento y él agradece con un movimiento de cabeza, Mabel se retira y Ford se queda viendo un buen rato al chico que solo se acuesta en su cama dándole la espalda para comenzar a dibujar en unas hojas medio arrugadas.

-...Dipper...siento haber sido tan rudo...no me siento bien hablando de esa cosa...-no parece que le haya escuchado, busca llamar su atención de otra forma; se acerca y se sienta en el borde de su cama.-...escucha...te daré un regalo, planeaba dártelo en tu cumpleaños, pero creo que te animaría mejor ahora...

El científico sale de la habitación solo un momento y deja la puerta abierta, cuando regresa encuentra la cama vacía y por reflejo corre a la entrada de la casa, logra ver al chico en la cocina desde el pasillo. Sabe que está molesto, no, sabe bien que no solo está molesto, que tiene una mezcla de sentimientos que no puede o no quiere sacar, lo demuestra en la fría indiferencia de su actitud, en la forma en que lo ignora, lo reflejan sus oscuros ojos chocolate y en cómo aprieta los dientes mientras se sirve bruscamente un poco de té caliente que Mabel hizo para él. Una parte de su mente no entiende la razón de quedarse si en su descuido pudo haber salido corriendo de la casa, la otra parte de su mente solo intenta buscar una solución a toda la situacion actual. Aún algo inseguro se acerca al chico cuando éste se recarga en la mesa dándole la espalda, finalmente le ofrece la caja al estar a su lado, pero él solo da otro sorbo el líquido caliente que contiene la taza entre sus manos.

-¿No quieres tú regalo, Dipper?...-sonrie un poco al intentar interactuar con él, pero solo consigue que el menor desvíe la mirada.-... Claro, tienes las manos ocupadas, que torpe soy... Te ayudaré a abrirlo.

Dipper suspira con fastidio al ver que su tío no se rinde, debe admitir que su curiosidad es grande cuando escucha la tapa ser retirada, de hecho es tan grande su curiosidad que sin querer comienza a girar su vista. Observa varias cosas que reconoce de inmediato, pues alguna vez le pertenecieron, pero fue hacer mucho...cuando aún era un niño.

-Se que no es mucho, pero creí que te gustaría porque...bueno, adorabas estas cosas cuando eras niño...¿Las recuerdas?...-saca y extiende un conjunto de ropa que solía usar...una vieja y decolorado playera que alguna vez fue roja, un pantalón corto con raspones y algunos agujeros hechos por el pasar de los años, una gorra con un pino azul al frente...hay algunas cosas más pero el castaño no quiere verlas.-...en ese entonces eras muy pequeño, jamás te quitabas la gorra jeje

Hace un gesto de disgusto cuando Ford le pone la gorra, pero lo deja pasar solo porque cabe la posibilidad de que aceptando aunque sea una de esas cosas, lo deje tranquilo. Para su desgracia no es así, por el contrario, le escucha sacar ese objeto que aborrece, que de solo recordar en la persona amada le hace llorar por las noches: una placa de plata en forma de estrella, con los picos redondeados, con medio centímetro de grosor...sus manos comienzan a temblar y evita verlo, pero...

-Aqui está, ¿Recuerdas que este era tu tesoro?...jamás dejabas que nadie lo...

Se ve interrumpido cuando al intentar ponerle el collar el menor lo aleja de un manotazo, el sonido del golpe compite con el de la taza rompiéndose al ser soltada a tal altura y cuando el silencio tensa de nuevo el ambiente, se escucha el tintineo del metal al impactar con el suelo a varios metros de distancia.

Ford ahora ve las lágrimas de su sobrino correr libremente por su rostro y aunque su garganta sigue muy lastimada como para permitir emitir sonido alguno, son muy visibles los espasmos en el cuerpo del chico por los sollozos. Dipper cierra los ojos y lleva las manos a ambos lados de su cabeza, intenta reprimir esos recuerdos pero no lo consigue.

>...n-no quiero...-intenta hablar en el  lenguaje de señas que también les enseñó Ford, pero los espasmos lo hacen tartamudear  -...no quiero nada...tú solo...tú no piensas jamás en lo que quiero...o en lo que siento...¡ya déjame tranquilo, quiero una vida! ¡Quiero poder vivir mi vida!

-...Lo siento Dipper, no entiendo que relación tiene tu regalo con esto, y no puedo dejarte salir aún, pero me disculpo...

>Está estúpida ropa era la que usaba cuando mamá y papá murieron...-comienza a "gritar" aún en señas, reflejando la carga de emociones en cada brusco movimiento de sus manos-... está sucia gorra era la favorita de ambos porque era mi preferida y como a los 3 nos gustaba la quería aún más, y ese...ese dije...-se detiene solo viendo la pieza de metal a lo lejos con repulsión.-...ese maldita figura...la usaba ese mismo día...cuando ellos murieron y además...cuando ese robot explotó y caí en coma...no quiero nada de esto...además, solo me recuerdan lo que deseo y que quieres que olvide...

Dipper se obliga a calmarse tanto como puede, limpia sus ojos con el dorso de la mano y se retira de nuevo a su habitación, no piensa salir en un buen rato, necesita relajarse.

Virtual LoveWhere stories live. Discover now