Un respiro

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Han pasado tres días desde aquel enojo entre los genios Pines, Stan y Mabel escucharon todo pero prefirieron no intervenir, la castaña terminó contándole a Ford que el dije que antes quería tanto su hermano, lo había hecho su padre con sus propias manos, lo había hecho especialmente para su madre, y más tarde ambos se lo dieron a Dipper por lo mucho que le gustaba al entonces pequeño de 3 años...era un recuerdo muy fuerte de ellos, y desde que murieron, dejó de usarlo hasta el accidente, cuando se lo puso creyendo que podría ser, irónicamente, un amuleto de buena suerte. Ford comprendió que para el chico seguramente era revivir un trauma, así que entendió que estuviera tan alterado aquel día, aún así, debía convencerlo de salir, debía comer algo. Una idea cruzó su cabeza y salió de la casa, regresó poco tiempo después, pero con compañía.

Por otro lado, Dipper se encontraba en su habitación, no tenía ánimo de nada y conforme las horas pasaban, solo se sentía peor. Había estado descansando, pero para su desgracia no había vuelto a soñar con Bill ni con el mundo maravilloso y colorido que le mostraba y estaba aparentemente en expansión. No entendía que pasaba, era ilógico, antes casi a diario soñaba con él, pero desde que se durmió mientras soñaba...¿Y si se había roto la conexión por eso?... Debió resistir un poco más, solo hasta despertar como siempre, cegado por la luz de un amanecer en su mundo, pero ya era tarde, no podía cambiar sus acciones. De repente alguien tocó a su puerta, pequeños golpes que supuso eran de alguno de sus tios, por eso ni siquiera se interesó en responder o abrir; volvieron a tocar después de unos minutos y entonces se escucho la puerta abrirse, Dipper tomó la almohada y estuvo a punto de lanzarla a la cara del invasor cuando se detuvo al ver que era su querido amigo.

-¡Wow! Tranquilo tigre, yo vengo en paz jajaja...-bromeó levantando las manos para mostrar que era inofensivo.

Dipper dejo la almohada y abrazo fuerte al pelirrojo, al fin se le veía alegre después de todo ese tiempo, eso pudieron verlo los tres restantes en la casa, que espiaban por la puerta que aún estaba abierta. El menor no tardó mucho en sentir sus miradas y cerró la puerta de una patada sin soltar a Tom, al menos hasta que se encontraron solos y tomo una libreta...escribió rápidamente en ella y se la mostró.

- - - - -

-¿Estás loco? Solo llevas un día afuera, y no puedes hacerle eso a tu familia...

-Dijiste que no te parecía justo lo que hacían, ¿ahora yo soy el malo?

-No, no no no...no dije que seas malo, pero creo que no es lo adecuado darles un infarto...

-Haré esto con o sin ti, pero si no me apoyas, puede que, por el contrario, crean que me has ayudado en todo.

Tom suspiró pesadamente, Dipper tenía razón, al menos si lo ayudaba, habrían planeado juntos su coartada y ambos estarían a salvo. Accedió después de reflexionar un rato y siguieron caminando por las orillas del pueblo, poco les importaba si la gente los veía y avisaban a Ford que lo que cuidaban en su casa era una grabación de ellos mismos conversando.

Sé detuvieron en el lago a lanzar piedritas, era lo que más los entretenía y tranquilizaba cuando su humor no era muy bueno, el silencio les ayudaba a ambos, lo habían notado cuando Tom tuvo que aprender a controlar su mal genio y Dipper lo apoyaba...y además porque también a Dipper lo ponía de malas la actitud de Tom...

-Ahora que recuerdo...¿Has sabido algo de Tamyra?...-finalmente Dipper rompió el silencio al ver tan tranquilo a Tom.-...despues de enojarme con mi tío no pude conseguir información, ya no puedo confiar en su palabra...

-Claro, olvidé por completo contarte...Tamyra está bien, escapó por muy poco, pero aún es libre de hacer lo que quiera...donde sea que se encuentre...

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