Capítulo 6

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VI: Más que oro

Martes, 06:45 a.m.

Me situaba en un parque a unas cuadras de mi institución esperando por la presencia de Noah, me llamó ese mismo día para hablar sobre cómo le pagaría, no tenía idea de que hacer para conseguir más dinero, pero mi mejor amigo me sacó del apuro y me dio algunos dólares para negociar con el castaño; hubiera preferido no venir sola para ver a el mismo chico que me trató violentamente por no haberle entregado unos billetes a cambio de una foto, pero mi única opción era Tyler, y no podía pedirle que me acompañara para que pudiera seguir intentando recuperar las fotos en la memoria que suponíamos que estaban eliminadas, además, no quería demostrarle que me atemorizaba estar sola con Noah, ya que probablemente intentaría interrogarme.

La alta figura del chico se hizo ver en una de las esquinas del parque, mientras que se acercaba me levanté de la banca de madera vieja en la que estaba sentada y lo observé caminando hacia mí, traía puesto un suéter tejido en color negro y un pantalón crema holgado. Cuando estuvo frente a mí, miré de sus pies a los míos, y respiré con tranquilidad al ver que no se acercó tanto y mantuvo al menos un metro de distancia entre los dos.

— No te cobraré —Espetó antes de que pudiera abrir mi boca, me quedé con los labios separados a punto de decir una oración, pero volví a cerrarlos mientras que lo miraba extrañada. Mantuve mis manos dentro de la bolsa de mi sudadera, sosteniendo los billetes entre mis dedos, esperando por una explicación a su cambio de opinión.— Lo siento... por lo que sucedió, no sé en qué estaba pensando. Me enfadé. Así que no me debes nada.

No dije nada, y no porque no quisiera hacerlo, en realidad mi mente se quedó en blanco después de escucharlo justificarse y disculparse, aunque de ningún modo lo que dijera podría reponer lo que hizo. Asentí soltando los billetes por debajo de la tela y me crucé de brazos mientras que miraba a distintas direcciones incómoda, tenía que irme de ahí en ese momento, las clases comenzarían en aproximadamente quince minutos, pero no tenía idea de cómo despedirme, ni siquiera quería hacerlo, solo quería darme la vuelta e irme; y eso hice. Tan solo me giré y comencé a caminar en dirección al colegio, escuchando a Noah preguntarme si aceptaba sus disculpas, lo miré dudosa, pero no respondí, no pude emitir ninguna palabra en respuesta.

Al llegar al instituto no perdí tiempo y me dirigí a mi aula esperando no ver a Kelsey por ninguna parte, y por suerte eso no sucedió, entré a mi salón que se encontraba medio lleno por estudiantes y como solía hacerlo siempre, me senté en una esquina del aula, arrinconando más mi banco, si es que eso era posible. Comencé a jugar con mis manos sobre la madera mientras que mantenía mi vista fija en la puerta, esperando ver al profesor de la primera materia del día, pero tan solo veía alumnos entrando con caras de sueño y amargura, hasta que uno de esos rostros destacó entre los demás, Fred.

Una sonrisa se encontraba pintada en sus facciones, pero está desapareció en cuanto sus ojos atraparon los míos que lo observaban con cautela mientras que reía con sus amigos. En seguida bajé la mirada apenada y comencé a fingir buscar algo en mi mochila para mantenerme ocupada en algo y no parecer estúpida mientras que trataba de evitarlo, pero fui sorprendida en cuanto escuché como arrastraban un pupitre hasta mi lado, hice una mueca al ver los característicos tenis blancos de Fred a un lado de mí, mientras que me enderezaba en mi lugar lentamente trataba de relajarme para no verme tan tensa y poder saludarlo de manera natural.

— Chica linda —Murmuró dejándose caer en el banco a mi lado, dejó su mochila a un lado y se giró a su izquierda para poder estar de frente a mí. Intenté sonreír, pero ninguna sonrisa sincera pudo formarse en mis labios. No respondí a su saludo, y mantuve mi mirada lejos de la suya.— ¿Sucede algo?

I'll find you » Shawn Mendes©Where stories live. Discover now