Riley Blake llevaba una vida normal y aburrida como la de cualquier otro adolescente en su ciudad, pero todo tomó un inesperado giro cuando encontró una cámara que escondía secretos, los cuales fueron las pistas que la llevaron a la verdad.
Una bús...
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
Riley Blake
Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, todo lo que pasaba en mi vida era un total desastre, no podía creer que a mis cortos dieciséis años me vería involucrada en tanto lío, era difícil asimilar que había participado en asesinatos, saber que habían sido en defensa propia no me consolaba, haber participado en la arrebatada de vida de una persona fuera buena o mala no era algo que me hiciera sentir orgullosa, o mínimamente tranquila, sino todo lo contrario; y como si eso no fuera suficiente, tomé la grandiosa decisión de involucrarme en un secuestro, cegada completamente por las ganas de vengarme por lo mal que la había pasado mi corazón.
Luego de un largo día me encontraba tratando de dormir en una pequeña casa a las afueras de la ciudad, propiedad de mi acompañante, Shawn Mendes. Era obvio que no podríamos quedarnos en el mismo lugar al que decidieron llevarme, era muy probable que las personas que trabajaban con nuestros enemigos llegarían en algún momento, cuando notaran que todo marchaba mal; así que decidimos refugiarnos, trayendo con nosotros a nuestros rehenes a la única propiedad del padre de Shawn fuera de Woodside, estaríamos bajo ese techo cuanto fuera necesario, aún no tenía idea de los planes del castaño, pero esperaba poder ser de ayuda y no temer a la hora de actuar, como la mayoría de las veces solía sucederme.
Fui sacada de mis pensamientos cuando escuché un portazo a unos metros de mí, abrí mis ojos de golpe y mi vista se dirigió hacia Shawn, quien salió de una de las habitaciones luego de encerrar a las tres personas que viajaban con nosotros, sus ojos se encontraron con los míos y de inmediato comencé a ponerme nerviosa, mis manos temblaban notoriamente cuando mi corazón se aceleraba, así que de inmediato volví hacia a bajar los párpados e ignoré al chico que se encaminó lentamente hasta sentarse a un lado mío en la orilla del duro y escandaloso colchón, rechinaba por cada movimiento.
— ¿Lo has pensado? —Shawn me hizo una pregunta luego de unos segundos sentado junto a mí, respiré hondo y abrí los ojos, encontrándome con los suyos observándome. No sabía a qué se refería exactamente con esa cuestión, así que sólo esperé a que se explicara, y eso hizo.— ¿has pensado en todo lo que está sucediendo?
— ¿Realmente preguntas eso? —Cuestioné incrédula, por supuesto que había pensando en todo, no había omitido ningún detalle de cada recuerdo en mi memoria, y eso estaba matándome de manera lenta y dolorosa.
— Lo que trato de decir es que... ¿piensas seguir conmigo?
Esa pregunta la respondí en menos de un segundo dentro de mi cabeza, sí.
— No lo hago por ti —Espeté tratando de sonar seria, no estaba segura de haberlo hecho bien, pero quería ser igual a él, firme y dura como una piedra.— quiero vengarme, por lo que me han hecho. Así que, no estoy "contigo", simplemente estoy aquí.
