Un Real Desastre ||Larry||

Parte Cuatro

Estar despiertos siendo más de las dos de la madrugada no es una buena idea. Pero se emocionaron tanto que se encontraban en la cocina real, preparando todo para mañana.

Era oficial, mañana les darían la noticia.

—Tengo mucho sueño!—se quejó Zayn por quinta vez consecutiva—, recuérdame por que te hice caso. Harry de verdad debemos amanecer?

—Ya!  Ayúdame ya casi terminamos, sólo déjame poner esto por aquí —puso el detalle que le faltaba—, déjame colgar esto por acá y... Listo! 

Zayn estaba por dormirse en su lugar.

—Zayn no te duermas.

Zayn saltó en su lugar estaba comenzando a molestarse por la falta de sueño. De verdad quiere irse a la cama y sentirse protegido en los brazos de Liam.

—¿Falta mucho? Tengo sueño y quiero a Liam.

Harry tenía el mismo pensamiento. Quería estar con Louis estar juntos.

—No tardaríamos tanto si dejaras de estar sentado y me ayudarás—susurro bajito pero en tono reproche, ya que no quería despertar a medio palacio por regañarlo.

Zayn refunfuñó y comenzó a ayudar. Pero esta vez terminaron y se fueron a dormir. Estaban muy cansados. Así lo hicieron se recortaron, se cubrieron y ambos sonrieron al sentirse rodeados por sus esposos. Un jefe de la guardia y un rey. Pero ambos con el corazón de oro.

“—Pronto tendremos un pequeño bebé al que acurrucaras de la misma forma. Seremos padres, amor.” pensó Harry.

“—No sabes cuanto anhelo decirte que en unos meses más podremos cargar un pequeño bebé. Nuestro pequeño bebé, sólo nuestro” pensó Zayn.

Y con una sonrisa se quedaron dormidos, sintiendo en su pecho la más pura felicidad. Eso los hizo pensar en todo lo que pasaron para llegar hasta punto en su vida.

Soñaron con su familia, una familia muy feliz. Llena de amor.

En el sueño de Harry aparecían ellos dos y su bebé riendo, jugando llenando su hogar y su vida de alegría y felicidad pura. Siendo felices y posiblemente la llegada de más príncipes y princesas. Louis le decía cuanto lo amaba a él y a sus pequeños y él le respondía que también lo amaban. Teniendo aventuras interminables.

En el sueño de Zayn estaban su esposo y sus padres cargando a su bebé mientras él se encargaba de alimentar a su recién nacido. En una cena navideña. Y la magia que esa época brindaba los envolvía a todos. Sus tíos, los reyes, llegaban con regalos para todos. Todos repartiéndose amor y sentimientos positivos.

Proyectar ese futuro era realmente bueno y ya ambos deseaban tener a sus pequeños en brazos y se enteraron hoy de la buena noticia.