Regalada al Mafioso [09]

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Ethan el magnate más codiciado de todos, se le vió está noche. Muchos no lo veían desde que su padre murió y le heredó todos sus hoteles. Todos se preguntaban dónde estaba y por qué había desaparecido después que murió su padre.

Ethan, se hizo presente en la fiesta en honor a James Walker, pero no llegó sólo. Emma Collins, hija del ex comisario de la policía que murió hace algunas semanas en un accidente que aún es investigado. Emma e Ethan se presentaron como pareja.

Nos informaron que ellos llevan más de tres meses de relación amorosa, ade...—Malcom apagó la T.V.

Él se giró para verme.

Unas cuantas lágrimas resbalaron por mi mejilla. Pasé mi mano para que no quedara rastro y aparté mi cara.

El tema de mi padre es muy delicado, recordar su muerte no me gustaba en lo absoluto. Cómo se atrevían a mencionarlo, está bien si era por la supuesta relación de Malcom y yo, pero a mi padre no me gusta mencionarlo.

Él se quedó un rato en silencio, como tratando de averiguar que decir o hacer.

Ninguno de los dos dijo algo durante un rato

—Lo siento —se disculpó.

— Tranquilo, no pasa nada. No quiero lástima de parte de ti, lo superaré —dije y me levanté para salir a tomar un poco de aire al balcón.

El viento frío golpeó mi cara, me abracé a mi misma.

Malcom vino detrás mío y se me acercó.

—Lo siento por mentirte, la verdad no soy la persona correcta con quien tu quisieras estar — Soltó de pronto. Parecía bastante arrepentido.

— Dime la verdad... — no aguantaba la curiosidad también nesecitaba saberla y a qué me enfrentaba.

— No puedo... — vamos, claro que sí.

— ¿Por qué? — pregunté impaciente.

— Si te lo digo me odiaras, te alejarás de mi. No soy el tipo de persona con quién quisieras estar — me miró a los ojos.

—Eres un maldito magnate, ¿que más podrías decirme? Mentiste sobre tu nombre, eso no es nada. ¿Qué más hay? ¿En que otra cosa me has mentido? — le dije muy desesperada.

Quitó su vista de mi y la posó en otro lado.

—Mi nombre es Malcom Ethan Smith, hijo de Ethan Smith el magnate más conocido de la cuidad por ser dueño de los hoteles de lujo más famosos. Hijo de Olivia Smith, una mujer simple, que se ganó el corazón frío de mi padre, que murió, todo por culpa de él.

Presté toda mi atención.

— ¿Sabes por qué desaparecí después que murió mi padre? — preguntó y  negué con la cabeza. —Yo lo maté, lo maté como mató a mi madre ¡tenía que hacerlo pagar por lo que él le hizo! — gritó esto último.

Mi corazón empezó a latir con rapidez. Su confesión me dejó atónita. No estaba hablando enserio.
Me alejé de él. Lo observé, quise buscar algo en su rostro que me dijera que no era verdad, lástima que él no hizo nada.

Él mató a su padre.

Esas palabras hacen temblar mi cuerpo. Cómo pudo matar a su padre y decirlo así como así, tenia que alejarme de él, no quería estar con un asesino.

Él asesinó a su propio padre.

— No deberías asustarte — sus ojos me miraban de una forma muy diferente y tenía temor —. He matado a muchas personas que merecían morir al igual que él, al igual que otras no lo merecian — dijo esto con frialdad.

Retrocedía porque comenzaba a temer por mi vida. El Malcom que tenía frente a mi no era el mismo. Su forma de verme no era la misma hace un rato en la fiesta, algo cambió de un pronto a otro y me asustaba mucho.

Comencé a pensar.

Quizás esta había sido la razón de que casi nos matan. A Malcom lo querían muerto por sus crímenes.

— Debo irme de aquí — pensé y no me dí cuenta que lo había dicho en voz alta.

— No puedes irte de mi lado — dijo tranquilo y haciendo puchero, a la misma vez que su rostro era de un total psicópata. Mis cuerpo empezó a temblar —. Eres de mi propiedad, eres mía — trató de acercarse a mi a lo que yo me aparté muy rápido.

— No lo soy — grité con temor —.No quiero estar cerca tuyo, no soy nada tuyo.

Estaba muy desesperada.

— Lo eres y tienes que aceptarlo, estarás conmigo aunque no quieras — me tomó con fuerza del brazo.

— ¡Suéltame! — a como pude me solté de su agarre.

No perdí tiempo y corrí hacia adentro. Cuando intenté entrar las puertas del balcón no se abrían.

Sentí su cuerpo atrás del mío y me giré para encararlo.

No podía moverme, él se encontraba frente a mi viéndome, analizandome.

Cuando subió su mano aparté mi cara y cerré los ojos.

Sentí el roce de sus manos en mi mejilla.
—Me tienes miedo, ¿por eso quieres irte de mi lado? No lo harás, te quedarás conmigo y haré todo lo que yo quiera contigo — Acarició mi mejilla y yo aparte la cara.

No iba a permitir que me hiciera algo. Con mis manos lo empujé tratando de apartarme. No se inmutó y agarró mis brazos agarradolos con los suyos, los puso arriba de mi cabeza.

— No te creas muy inteligente cariño — dijo y su agarre se volvió más fuerte.

—Sueltame —le pedí.

—Con un simple sueltame no te libraras de mi cariño — traté de liberarme pero no podía y cada vez más su agarre se hacia más fuerte.

— Sueltame me lástimas — mis ojos se nublaron por unas cuantas lágrimas debido al dolor.

Sin más empecé a llorar en silencio. Un par de lágrimas se resbalaron por mi mejilla y él se dió cuenta de ellas.

Con una mano me sostuvo y con la otra limpió mi mejilla, la acarició y luego me fue soltando lentamente.

Se apartó de mi con lentitud y me volvió a ver muy confundido. Su cuerpo se empezó a relajar y me miró con desesperación.

Limpié mi rostro y aparté mi mirada de la de él. ¿Qué le sucedía? De verdad quería irme, no quería estar más con él. Quizás me mataría o haría cosas horribles conmigo.

Estaba llorando, estoy llorando, lágrimas y más lágrimas caían.

Se acercó a mí con rapidez y atrapó mi rostro con sus manos. Con sus pulgares trataba de limpiar mis lágrimas pero era imposible.

Pensaba en mi madre, papá y en todo lo que no pude hacer con ellos. Todos los recuerdos viejos y dolorosos se pasaban por mi mentes.

Se quedó quieto y no siguió.

Respiré hondo y me pude controlar.

Lo observé. Su mirada fija en la mía y ya no tenía esa mirada de "te quiero hacer daño" y ahora estaba una de preocupación.

Acercó su rostro al mío y acarició mi mejilla, me sonrió.

Me besó.

Me quedé estática al principio y luego correspondí.

No pude apartarlo, quería besarlo y eso estaba haciendo.

Regalada Al MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora