Regalada al Mafioso [18]

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*Dedicado a FlorNez4

"Todo terminara mal" Mi mente repetía una y otra vez la misma frase. ¿Qué haría? No lo sabía.

Por un lado podía continuar con la mentira por más tiempo y por el otro podía decirle la verdad, aunque las dos opciones terminarían mal, no sólo para mi también para Malcom.

No le quiero hacer daño, aunque lo esté intentando siempre me terminará odiando. Quiero que todo acabe ya, no quiero seguir metida en el papel de la " Chica inocente secuestrada ". Papel que al parecer a estado funcionando muy bien, pero no creó que pueda seguir.

Necesitó hablar con el, necesito decirle, pero siempre que lo intento la cobardía me invade por completo y término diciendo o haciendo otra cosa.

¿En que estaba pensando cuando le dije que me ayudaran con lo de mi padre? Es algo difícil de contestar. Pensé que había una pequeña posibilidad de salir de esto y sólo centrarme en mi padre.

Todo, absolutamente todo lo hago por mi padre. Lo amo y no pienso dejar que le hagan daño.  Aunque eso implique terribles consecuencias.

Dejé salir un gran suspiró y puse mis codos en mis rodillas, con mis manos tape mi cara.

— Haré todo lo que tenga que hacer aunque impliqué consecuencias — dije en voz alta.

Flashback

— Cuándo seamos grandes tu y yo estaremos juntos.

— Cuando seamos grandes tu y yo estaremos juntos — repetí lo mismo que el dijo.

Estaremos juntos aunque eso implique consecuencias.

— ¿Harás todo por mi? —le pregunte curiosa mientras le sonreía.

— Lo haré. Desde ahorita te lo prometo — agarró mi meñique con el suyo —, te lo prometo Emma.

Fin Flashback

Él no esta haciendo todo lo posible por mi, ni siquiera me recuerda. ¿Por que sufro si se que no me recuerda? Él me lo advirtió, el me lo dijo, recuerdo sus palabras.

"Eres una tonta. ¡El no te recuerda, te ha olvidado, entiende de una vez!"

Tenía razón, la tiene el me olvidó, pero yo no.

Escuche pasos que se acercaban. Limpie mi rostro y levanté mi vista esperando ver a Malcom.

— Toma —  Sara me extendió una carpeta. La mire, no comprendía.

— ¿Qué es esto? — agarre la carpeta con duda.

— Las respuestas a tus preguntas — dijo para irse.

Mire la carpeta con duda. En el momento que la abrí varios papeles volaron al césped. Antes de que el viento hiciera lo suyo me puse de rodillas y los agarre.

Cuándo los tuve todos me fije bien que eran.

Una noticia del periódico, un dictamen médico y algunas fotografías. Me fije en la fecha de uno de los recortes.

— 12 de diciembre del 2010 —dije confundida.

Agarre el recorte y empecé a leerlo. No comprendía al principio.

"Accidente, desaparición, búsqueda, policía, cárcel, libertad". Sólo eran algunas de las palabras que leía, aunque una me llamo la atención.

"Perdida de memoria" Fue cuando lo comprendí todo. Él no me olvido, él no quiso olvidarme. Él accidente que tuvo fue la causa de su pérdida de memoria. Mire las fotografías, el auto destrozado donde viajaba, él en el hospital entubado.

La felicidad y la tristeza me invadieron. Mire hacia el cielo y sonreí.

Agarré la carpeta y corrí hasta adentro. No era necesario buscar a Sara ya que sabía donde se encontraba.

— ¿Por qué? —dije cuando la miré.

— Nunca me olvide de la niña que estaba enamorada de Malcom — sus palabras me sorprendieron.

— Tu... Tu sabes quien soy.

— Así es.

— ¿Como? ¿Como me conoces?.

— Más bien sería, ¿por qué tu no me conoces? — fue cuando mi mente hizo un click.

La señora del cochecito — dije recordándola.

— La misma.

— ¿Pero cómo? Dijeron que habías muerto camino al hospital..... Todo fue mentira, ¿por qué?.

— Hay cosas que es mejor que no sepas aún, te enseñe la carpeta para que no sigas sufriendo por que Malcom no te recuerda. Soy observadora, te he visto como lo miras, y el a ti.

— Él igual nunca me recordará. Y si lo hace no creó que sea como antes — dije bajando la mirada.

— Ven aquí — ella me abrazo.

Necesitaba que alguien me abrazara, que me dijera que todo iba a mejorar, y ahora la persona menos esperada lo esta haciendo.

"La señora del cochecito ".

Así era como llamaba a una mujer que siempre pasaba por mi casa. La veía pasar temprano y regresar hasta muy tarde, siempre andaba un cochecito color rosa tapado. Nunca me atreví a hablarle, tenía miedo.

Como cualquier niño siempre te contaban historias de terror, por supuesto no creía en ellas, pero me parecía raro la actitud de esa señora, así que empecé a verla desde mi ventana cada vez que pasaba. Le había puesto tanta atención a la hora que pasaba que ya me la sabía de memoria, mamá estaba dormida y una idea cruzó por mi mente. Seguirla, la seguí sin que ella se diera cuenta lo que me dio ventaja de observar que hacía.

Me sorprendió al ver que en el cochecito iba una niña pequeña, sin darme cuenta me acerque a ella y ahí empezó nuestra historia. Me contó algunas cosas acerca de ella, así averigüe que la niña era su hija, trabajaba en la casa de mis vecinos.

Nos hicimos amigas, un tanto cercanas. Un día estaba en mi habitación, mamá entró y me dijo que Sara había muerto en un accidente, fue atropella y de camino al hospital murió.

Una noticia horrible para mi en ese entonces. Lo superé, con el tiempo me olvide de ella. Al igual que nunca más volví a hablar de ella.

Regalada Al MafiosoWhere stories live. Discover now