Regalada Al Mafioso

Regalada al Mafioso [15]

-¿Malcom? -dice Nate, viendo por donde el se acaba de ir -. ¡¿Malcom?!.

Trató enserio de no reírme de la expresión que tiene Nate en su cara ahora mismo.

-¿Malcom puedes venir? -dice ahora preocupado.

-¿Qué pasa Nate? -dice Malcom desde la cocina.

-Emma no deja de verme, ayudame sí -dice al mismo tiempo que me mira y ve en dirección a la cocina -. Me estoy empezando a incomodar, no deja de verme fijamente desde que te fuiste.

Malcom sale de la cocina y ve la cara de el chico que se encuentra enfrente mio y trata de no reír.

-¿Tengo monos en la cara o que? -dice ya frustrado.

-No, sólo que al parecer te conseguiste un nuevo amigo -respondo.

-¿De que hablas?, Malcom creó que a Emma le ha afectado mucho la fiebre, ya esta empezando a ver cosas -dice tratando de ser gracioso.

-La fiebre no me afectó y menos veo cosas, creó que a tu amigo que tienes en la cabeza no le gustaría que lo tratarás así -señalo su cabeza. Como si hubiera visto un fantasma el chico se puso pálido. Con sus manos casi temblorosas toca lentamente su cabeza.

Ahí es cuando yo no aguantó más y comienzo a reírme, al igual que lo hace Malcom viendo la reacción del chico al tocar el pequeño animalito hecho de hule, que puse a escondidas más antes. Nate al tocarlo se asusta y se para y comienza a sacudir su cabeza, cuando el pequeño animal cae, el empieza a inspeccionarlo. Es cuando yo siento culpa y a la misma vez miedo de como Nate me esta fulminando con la mirada. Paro de reír y avanzó hacia el.

-Te quiero mucho Nate -le doy un beso rápido en la mejilla y salgo corriendo.

-¡Ven aquí pequeña demonio! -grita y yo sólo río. Entró a la habitación y cierro la puerta.

La puerta se abre de un sólo empujón y Nate entra con una sonrisa macabra.

-Te encontré -dice y en un movimiento rápido me tiene en el suelo haciéndole cosquillas.

-P-para N-Nate -el chico deja de hacerme cosquillas y sólo me observa. Mientras que yo sólo trató de calmar mi respiración.

-Venganza. Me diste un susto grandísimo Emma, casi me matas del susto. Estaré lejos de ti cada vez que te enfermes -dice al mismo tiempo que estira su mano para ayudarme a levantarme del suelo.

-Hubieras visto tu cara, hasta Malcom se río de ti -rio recordando el momento.

-¿Yo que? -pregunta Malcom desde el umbral de la puerta. Su expresión parece relajada.

-Nada cariño, no es bueno escuchar las conversaciones ajenas -Nate dice con burla y aprieta la mejilla de Malcom, a lo que este se la quita de un manotazo. Es mi momento de reír.

Nate sale de la habitación dejándonos a los dos solos.

-Recuerda que estas enferma y yo debo cuidar de ti.

-Un poco de diversión no esta de más -digo empezando a acercarme a él -. Vamos gruñón, diviertete un poco. Tu también te burlaste de la cara de Nate, admite que yo hago tus días más alegres.

El sonríe y me acerca hacia el para dejarme un pequeño beso en mi boca.

-Lo admito, pero ahora tienes que ir allá abajo y tomarte lo que te prepare. Estas muy rara desde que estas enferma, es tiempo que te mejores -dice a lo que yo río.

-Es genial estar enferma, mi única diversión en estos días han sido esos libros que me he leído. Necesito estar enferma más seguido -digo con entusiasmo.