Regalada Al Mafioso

Regalada al Mafioso [16]

Dedicada a user63098460

Narrador omnisciente.

—¡Dispara ya! —Gritaba eufórico el hombre al pequeño niño que sostenía un arma en sus manos.

—Papá no puedo —Dijo el chico casi en un susurro debido al miedo que tenia.

—¡No seas un cobarde y dispara! —Gritó por segunda vez al niño. Lo que hizo que este se pusiera más nervioso y con miedo de lo que le pudiera pasar si no hacía lo que su padre le ordenaba.

—Per... —El niño iba a quejarse de nuevo pero su padre lo interrumpió.

—¿Que ibas a decir, M? —Dijo el hombre con ironía y abreviando el nombre de su hijo con la inicial.

El chico no respondió y sus nervios al igual que su miedo empezaban a incrementar. Su mano temblaba mientras sostenía en sus manos el arma, apuntando a una mujer en pésimas condiciones y que luchaba para no dejar de respirar.

A unos insignificantes pasos estaba observandolo su hermano menor, que se encontraba escondido detrás de unos barriles de metal. Tenia algunos minutos observando la escena delante de sus ojos.

El hombre caminó hacía la chica y se detuvo por unos segundos frente a ella. La observo detenidamente. Su ropa estaba rasgada, su cabello alborotado, el maquillaje esparcido por toda su cara, sus ojos llorosos que pedían a gritos que la perdonará. El hombre no lo pensó dos veces y le dio una cachetada muy fuerte a la chica, dejandole marcados los dedos en la mejilla de la pobre chica.

—Tu decides. Le disparas o la haré sufrir delante de tus ojos. No querrás ver como la hago mía, claro que no, pero de seguro aprenderás a tener valor y no ser un cobarde, M —Terminó de decir el hombre, dándose una gran ventaja y así hacer que su hijo tomara valor y disparara.

El pequeño niño no sabia que hacer. Su papá sin duda era un monstruo, y las cosas que le dijo no eran de mucha ayuda. Lo que más odiaba ese chico era ver sufrir a una mujer. Había escuchado varias veces como violaba a las chicas para después asesinarlas, eso era algo que lo ponía furioso y prefería mil veces matarla a que su padre la violara y la hiciera sufrir. Recordó lo que su padre anteriormente dijo y tomo valor. Agarró la arma firmemente y miró una vez más a la chica. Ella observaba con detenimiento cada moviento del chico.

Uno de sus dedos apretaba el gatillo, con lentitud lo iba apretando y cada vez más su corazón aceleraba.

Un disparo resono por todo el lugar. La chica permanecía tirada en el piso con una bala justo en su frente. El chico abrió los ojos con lentitud atónito por lo que acababa de pasar.

Su padre lo observaba con enojo y volteo a ver al responsable del disparo que terminó con la vida de la chica.

—Yo pensé..... —Comenzó a decir el chico pero su padre  lo callo.

—Vistes, M. No es necesario pensar tanto en algo cuando puedes actuar con rapidez como tu hermano —Dijo orgulloso de su hijo menor —. Ven acá Sebastián —Le ordenó al chico.

El menor se acerco lentamente hacia su padre y se posicionó al lado suyo.

—Deberías ser mas como Sebastián, ¿no crees, Malcom? —Dijo el mayor con seguridad de sus palabras —Así no serás un cobarde toda tu vida.

~•~

Malcom despertó asustado al recordar ese día. Agarro sus manos y se las llevo a su cara y noto que estaba cubierto de una capa de sudor frío. Frustrado bufo y balbuceo un par de maldiciones. Agito sus manos en su cara y volteó esperando ver a Emma.
Pero la chica no estaba en la cama.