Regalada al Mafioso [13]

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Deslizo mis dedos sobre los libros que se encuentran perfectamente ordenados en las estanterías.

Leo algunos títulos que me llaman la atención pero aún así continuó en mi búsqueda de algún libro que superé todas mis expectativas.

He leído algunos que me han hecho llorar, odiar al protagonista pero siempre término enamorada del protagonista y del libro.

Después de irnos de el hotel básicamente Malcom me trajo a una casa muy parecida a la anterior. Alejada de toda civilización y con hermosos bosques que rodean la casa.

Dos semanas exactamente desde que llegamos. No voy a mentir al respecto de que he ido contando los días.

La casa esta llena de secretos y misterios. Las única habitación que se encuentra abierta es la habitación que comparto con Malcom. Después de eso todas están cerradas.

He visto a las señoras que vienen a limpiar que las abren únicamente para limpiarlas. Estando ellas adentro limpiando igual la cierran para que nadie pueda pasar.

La biblioteca se ha vuelto mi escondite perfecto, es un paraíso lleno de libros donde podrías quedarte a leer y perder la noción del tiempo al igual que tus problemas.

Nadie me dijo que estar en esta casa con Malcom iba hacer difícil. Básicamente él se despierta me da un beso en la mejilla o en mi frente para despertarme.

Después de eso hace su rutina diaria que consiste en: ducharse, vestirse, desayuna y un auto lo espera para así irse y regresar hasta la noche o bien hasta el día siguiente.

-Señorita Emma su desayunó -dejo de ver los libros y miró en dirección a la puerta. Es una de las señoras que se encargan de la casa.

-Gracias -digo mientras me acercó para ver en que consiste el desayuno.

Ella asiente y se retira. Doy una mirada rápida al desayuno y decido no comer hasta el almuerzo, aunque se que de seguro sólo comeré menos de la mitad del almuerzo.

Ayer Malcom me dijo que iba a desayunar conmigo es decir juntos. Cosa que no cumplió, aunque ya estaba preparada para la decepción como la semana pasada que hizo lo mismo y llegó hasta la noche.

Me siento en la silla y agarró un libro que me falta poco por terminar.

[•••]

Cierro el libro y lo dejó con cuidado en la mesa.

Estoy cansada, no he comido y siento que pronto caeré dormida o bien desmayada. Miró el desayuno debatiendo si comerlo o no, decido sólo agarrar el jugó para hací beberlo. Dejó el vaso en el lugar que estaba antes y agarró los libros que he leído para guardarlos en sus respectivos lugares.

Una vez hecho eso decido salir de la biblioteca. Todo el lugar se mantiene silencioso, el único sonido que logró escuchar es de una aspiradora.

Bajo las escaleras y veo a una de las señoras de la limpieza aspirando el piso, ella se percata de mi presencia y apaga la aspiradora.

-Señorita Emma, ¿quiere que le sirva el almuerzo?.

-No, estoy bien así -digo mientras camino en dirección al patio trasero.

Antes de salir veo el reloj en la pared, justo las dos de la tardé.

El viento frío que hace afuera hace que me abrace a mi misma. Me siento en un columpio que esta al fondo de el patio.

Observó todo el lugar, hací como las ventanas de las habitaciones. Veo como las cortinas de una de las habitaciones que siempre se mantienen cerrada están corridas, jamás están corridas.

Bajo del columpio y entró a la casa. Subo las escaleras y me detengo en la puerta de la habitación donde mire que las cortinas estaban corridas.

Despacio empujó la puerta para ver si esta abierta y efectivamente la esta. Abro la puerta lentamente y entro en la habitación cerrando la puerta tras de mi suavemente.

Las paredes son de color blanco, la cama esta perfectamente ordenada y hay fotografías colgadas en la pared.

En la mesita de noche que esta a la par de la cama hay una fotografía que llama mi atención.

La agarro y la observó con detenimiento. Es una familia, dos niños y una niña sonríen con felicidad, sus padres atrás de ellos hacen lo mismo.

Paso mi pulgar por el vidrio de la foto, un recuerdo de mamá y papá viene a mi mente.

Siento como una lágrima empieza a formarse. La puerta se abre y dejó la foto donde estaba y me giro para ver a una de las señoras de la limpieza con sabanas en sus manos.

-¿Señorita Emma que hace aquí? No puede estar aquí, es mejor que salga a el señor Malcom no le gusta que entren aquí -dice mientras abre el armario y deja las sábanas.

-Hay que salir -dice. Asiento y salgo de la habitación para que ella la cierre con llave.

No digo algo más y camino en dirección a la biblioteca. Mi único refugió por el momento.

Me hago muchas preguntas mentales, sobre quienes serán ellos. Tengo la teoría de que puedan ser la familia de Malcom, pero la dejó en duda ya que el nunca ha mencionado si tiene algún hermano.

He visto al padre de Malcom en fotografía, fue una de mis tantas curiosidades de que era lo que papá traía en los expedientes. El hombre de la foto era joven y si hubiera sido el padre de Malcom no lo hubiera reconocido por el simple hecho de que la única foto que he visto de el, él ya tiene muchos años demás.

No recuerdo muy bien que decía el expediente, sólo pude ver su nombre y la foto ya que mi padre casi me atrapa viendo sus cosas. Le hubiera molestado si me hubiera visto hurgando sus cosas y verlo enojado no era mi intención.

Me dedicó a la tarea que tenía antes de buscar un buen libro que leer. Cosa que será difícil ya que todos los libros que hay aquí son muy buenos.

Avanzó con lentitud mientras leo los títulos de los libros, hasta que uno me llama la atención.

Lo sacó con cuidado y lo abro para leer su primera página.

Término de leer el primer capítulo y decido que este será el libro que leeré en mis próximos días.

-¿Que haces? -la voz ronca de una persona hace que de un pequeño brinco.

Cierro el libro y me giro sobre mis talones para ver a la persona que se encuentra en el umbral de la puerta observándome con detenimiento.

-Leo un poco -digo al mismo tiempo que camino hacia la mesa para dejar el libro.

-¿Ese es tu desayuno? -pregunta acercándose a mi.

-Si -digo sintiéndome atrapada por el hecho de no haber comido.

-Solo te tomaste el jugó y después de eso no tocaste nada. Además de que no has comido otra cosa en el día -afirma mientras me observa.

-No tenía hambre.

-Se que no estoy aquí durante el día, pero se que estos días no has comido muy bien ¿que pasa contigo?.

No tengo el valor de responderle, ni siquiera se, que puedo responderle.

-Ven.

-¿Que?, ¿donde? -pregunto confundida.

-Debes comer algo al igual que yo, te dije que íbamos a desayunar juntos, cosa que no hice, así que aprovechare para que comas algo al igual que yo -dice mientras camina hacia la puerta. Sale y me espera con la puerta abierta.

Reaccionó y salgo. Comienzo a caminar en dirección a la cocina y antes de bajar las escaleras Malcom me toma del brazo y me gira hacia el y me besa. Me toma por sorpresa su acción pero aún así correspondí su beso. Se aleja y une mi frente con las suyas mientras su mano aún sigue en mi mejilla.

-Siento no haber desayunado contigo -susurra contra mis labios.

Regalada Al MafiosoWhere stories live. Discover now