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La llave fue insertada y girada en la cerradura, haciendo un "click", en muestra de que se había desbloqueado. Una suave pero firme patada abrió la puerta. Blue ingreso a la casa con movimientos letárgicos ya que el hecho de estar sosteniendo a un borracho Hoseok y que éste no pusiera un mínimo de su voluntad para moverse, entregándole casi la mitad de su peso, no le facilitaba para nada.

Luego de cerrar la puerta detrás de sí, caminó un poco más, aún con el chico medio dormido a cuestas, con el fin de llevarlo a su habitación. Agradeció la preocupación de Jiwoo, al notar que las luces del pasillo y también las de la sala permanecían encendidas. Iba a guiarlo hasta las escaleras pero al pasar frente a un sillón, Hoseok se soltó de ella, abalanzándose sobre este. Sentándose  con los brazos y pies desperdigados; no parecía estar cómodo pero probablemente su subconsciente estaba demasiado dormido como para darse cuenta.

Luego de lo ocurrido en el bar, Hoseok se sintió tan atacado por el bochorno que, sin importar cuanto le reprochase la menor, pidió unas cuantas botellas más de soju, y con eso se refería a muchas. Blue por su parte, no vio otra solución mas que sólo dejarlo pasar, él no fue el único incómodo allí después de todo. Sin embargo, ésta no probó ni una sola gota de alcohol en toda la noche; ya que debía mantenerse al tanto de él, y además aquello de beber no le gustaba para nada.

El problema se había desenvuelto después, al darse cuenta de que Hoseok había llegado hasta allí utilizando su carro, pero por las condiciones en las que éste se encontraba no le dejaría ni de broma manejarlo. Ella no sabía mucho de conducción, por lo que optó por pedir un taxi para llegar hasta la casa. Ya a la mañana vería como avisarle a Jiwoo sobre el auto de su hermano aparcado en el estacionamiento de un bar.

Blue examinó con la mirada al chico adormilado que soltaba balbuceos sin sentido de vez en cuando.

—Vamos, arriba…— sus palabras salieron de entre sus dientes, por la fuerza que utilizó para estirar del brazo al mismo. Pero fue inútil, el no ponía de su parte.
—Hoseok, debes ir a tu habitación.— insistió, aún sosteniendo la mano de éste. Pero de un momento a otro Blue se hallaba sentada sobre las piernas del mayor, al ser estirada por la fuerza del mismo. La mirada atónita que se presentó como su primera reacción era imperturbable. Intentó levantarse rápidamente pero fue retraída de nuevo.

Hoseok la atrajo más hacia él, pegando la mejilla de ésta sobre un poco más arriba de su pecho y la mantuvo así, rodeándola con sus fuertes brazos.

—Quédate conmigo…— pidió con voz tranquila y somnolienta.

La mandíbula de Blue se tensó al sentir la respiración caliente del chico detrás de su oreja. Trató de analizar la situación por más que sus nervios se lo impidieran, y enseguida lo dedujo. Eso estaba mal. Hoseok estaba muy ebrio, quería liberarse pero no podía. No sólo por la resistencia que éste ponía al ella intentarlo, sino también porque de alguna forma le agradaba la forma tierna en la que el chico la envolvía entre sus brazos y como quería poner resistencia; él jamás fue así, y nisiquiera antes se le habría pasado por la cabeza una escena donde Hoseok se comportase como un dulce chico. Jamás.

—Hoseok…— con algo de dificultad, logró girar un poco su dorso hasta quedar enfrentada a él. Miró sus ojos, los cuales más alla de mostrarse cansados, un tenue brillo los poblaba. Hoseok la miró y enseguida una minúscula sonrisa se coló en sus labios.
—¿Qué haces?

La mirada de Hoseok parecía querer decirle algo, lo cual ella no comprendía. Los ojos de éste se fijaban en un sólo lugar del rostro de la chica; sus labios; sus llenos y apetitosos labios.

La respiración de Blue fue disminuyendo a medida que una fuerza inefable la absorbía hacia el rostro del chico, y por su incomprensión sobre lo que ocurría, sólo se dejó llevar. Los labios de Blue se unieron a los de Hoseok, sellándose así un corto lapso, hasta que por fin el chico inclinó un poco su rostro, profundizando más aquél beso y a la vez dando iniciativa a una suave danza utilizando sus belfos.
Las manos de la menor acunaron el rostro del chico, y sus labios tomaron más pasión conforme al paso de los segundos. De alguna forma todo pensamiento negativo sobre lo que ambos hacían en esos momentos se esfumó de la cabeza de Blue, quien por cierto era la única consciente ahí, y sólo se dedicó a saborear aún más aquellos labios que extrañamente le comenzaban a agradar, y mucho, a pesar del sutil sabor a alcohol que estos presentaban.

Se separaron ocasionando un suave sonido húmedo, y sus frentes se pegaron una con la otra mientras que sus respiraciones eran insistentes por la falta de aire.
Hoseok fue el primero en abrir los ojos, y en cuanto su miradas chocó con la de Blue, una sonrisa se formó en el rostro de ambos.

El sonido no muy lejano de unos pies bajando las escaleras se oyó, cortando aquella tensión entre ambos y haciendo que Blue se levantara de forma precipitada, parándose firme de nuevo.

La figura de Jiwoo se hizo presente en la estancia y Blue sonrió nerviosamente al ver la expresión de cuestionamiento en el rostro de ésta.

—Oí un ruido en la puerta y…— no terminó su oración ya  que su mirada cayó sobre su ebrio hermano y la preocupación no tardó en inundarla. Caminó a paso apresurado hacia él para cerciorarse de su estado.
—¿Qué le ha pasado?— ahora miró de reojo a la chica, mientras simultáneamente lo tomaba del mentón.

—Él fue a un bar, tomó algunas botellas de soju y lo traje de nuevo.— explicó ella.
—Lo siento, no pude traer su carro hasta aquí. Pero está en el estacionamiento de ese lugar.

La mayor sonrió con dulzor y se acercó a la chica.

—Muchas gracias de todas formas, cariño.— la envolvió entre sus brazos, demostrando su gratitud ante sus acciones.
—¿Me ayudas a llevarlo arriba?

—Claro.

~

El cuerpo de Hoseok cayó con suavidad sobre el colchón, y se acomodó gustosamente una vez que Jiwoo le terminara de quitar los zapatos y lo acobijara. La misma le proporcionó un pequeño beso en la frente, antes de apagar las luces y salir de la habitación.

Blue la esperaba ahí, con la mirada atenta. Se sentía algo culpable al no poder contarle sobre lo sucedido con el mayor minutos antes de que ella bajase, puesto que siempre la mantenía al tanto de lo que pasaba con éste. No quería hablar de ello, ya que le asustaba que de alguna forma aquello ocurrido la hiciera molestar. Así que sólo bajó la mirada, intentando disimular el choque de emociones del cual era víctima en esos instantes.

—¿Ha ocurrido algo que quieras contarme?— cuestionó, como si pudiera ser capaz de comprender su lenguaje corporal.

La menor se tensó en el mismo lugar y negó con ímpetu.

—¿Estás segura?— volvió a insistir y la otra chica asintió de la misma manera.
—Bien… Entonces descansa, ¿si?— ahora volteó, dispuesta a ir a su habitación pero la voz de Blue repentinamente la detuvo.

—En verdad sí tengo algo que contarte.

No resistió.

💕

The stranger ➸ J. HoSeok ©Onde histórias criam vida. Descubra agora