Estropeado:Preludio: Nuevas sensaciones II

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¿Alguna vez habeis experimentado la envidia? En efecto, una sensación provocada por el deseo. Anhelar aquello que no poseemos y por ende, detestar a aquellos que lo obsequian. Es increible la codicia humana. No somos capaces de valorar lo que tenemos. Descargamos cruelmente nuestra frustración sobre aquellos que tienen más. No pensamos en el trabajo que sus posesiones conllevan. Es mucho mas fácil recriminar su calidad de vida o referenciar su cantidad monetaria. Aspirar no es una cualdad negativa, desear tampoco. Ansiar. Ese es el sentimiento que debemos reprimir. La envidia es una cualidad tóxica, convierte nuestras metas en pensamientos negativos. Y por desgracia, todos la hemos experimentado.

Puede que os parezca una chorrada, sin embargo, es mucho mas importante ser consciente de lo que tenemos, que desear aquello que no poseemos.

Querer, en la mayoria de los casos, implica perder. Es el intercambio equivalente. Para conseguir algo, es necesario el sacrificio personal. Agradece lo que tienes, mucha gente no corre la misma suerte.

Quizá os suene el refrán: "No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"


Durante el dia, estuvimos realizando diversas expediciones. Mayoritariamente consistían en la observación de la flora y fauna del lugar, lo cual, era un rollazo. Mi cabeza únicamente se centraba en Hansol, el idiota empalagoso y en como narices enontrar un hibiscus en pleno bosque. Sin apenas darme cuenta, me había separado del grupo, y ahora, iba por mi cuenta.

Perfecto, ¿que mejor que un paseito por el bosque completamente solo y rodeado de animales salvajes? ¿y si me saltaba un ciervo a la cara? Un aplauso para el genio al cual se le ocurrio la idea de traernos a semejante lugar. No creo que mi seguro cubriese el ataque inesperado de un jabalí

Me deslicé por entre las frondosas hojas de los sauces. Sin duda, unos arboles curiosos. Siempre me fascinó su singular belleza. Sus ramas caídas mas semejantes a prolongadas lianas, se comparaban a la tristeza humana. Nombrados como "sauces llorones". Se piensa que imitaban el trayecto curvilíneo de las lágrimas al deslizarse. Y ante mis ojos, suponían una indescriptible belleza, mezclada con aquella nostalgia que inundaba mi pecho en los dias lluviosos. Pensaba que era cuando verdaderamente resaltaban aquellas reprimidas sensaciones que ocultaban sus secas extremidades. Podía ver las cavidades de mi alma reflejadas en sus rugosos troncos. Los sauces, eternamente tristes, eternamente solos. La lluvia era el único testigo de sus sollozos, al camuflarlos tras sus gotas. Nadie que pudiera oirlos, nadie que quisiera hacerlo. Sus cristalinas lágrimas conformaban los estanques a sus alrededores. Todos dependían de ellos, nadie sabía apreciarlos. Destinados a la soledad en las profundidades de los caminos, donde ningun viajero pueda refugiarse bajo sus límpidos brazos, donde ninguno quiera. ¿Que clase de calidez podria brindarte, aquel cuya alma fue corrompida?

La presencia de semejantes árboles, implicaba la proximidad de un lago. Quizás un pequeño arroyo. Me sorprendió escuchar voces provenientes de aquella dirección. Que alivio, no era el único estúpido capaz de separarse de su grupo.

Había alumnos en el campus, tenían que ser ellos. Que suerte que tengo. Nótese mi sarcasmo.

-Vamos, Hansol. Él no te quiere. Mereces mucho más. Alguien mejor. Alguien que pueda compensar todo lo que Seungkwan te esta haciendo sufrir-escuchaba atentamente la conversación. Menuda arpía. Estaba intentado persuadir a Hansol.

-Junhui, siento no poder corresponder tus sentimientos. Estoy interesado en otra persona. Deberíamos volver con el grupo. No me apetece hablar de esto.

-¿Te conformarás con su rechazo? Ese chico no tiene corazón. No es capaz de amar, ¿entiendes?

Como lo pille lo arrastro de los pelos por todo el bosque

-Puede ser...Pero yo elegí cambiar eso. Tenemos que irnos, de verdad, Jun.

-No puedo rendirme sabiendo que es peor que yo.Dame una oportunidad ¿si?-el joven chino se aproximó peligrosamente al castaño, rozando levemente sus labios. Al no recibir reacción alguna por parte del americano, tomó confianza y estrechó los propios a los contrarios, uniendose en un húmedo y apasionado beso. Seungkwan no pudo retener las lágrimas ante semejante escena, y dolido, abandonó el lugar lo mas rápido que pudo. Corrió.  Avanzó todo lo veloz que sus adoloridas piernas le permitieron. No le importó tropezar, no le importaron las heridas que adornaban su rostro a causa de los azotes de la vegetación, no le importó el tremendo hinchazón en su rodilla tras haber caído abruptamente al suelo, no le importaron las lágrimas que brotaban de sus irritados ojos, tan solo queria salir de allí, y olvidar, quería olvidar aquella escena, quería pretender que todo era un sueño, una fantasía, nada de lo que habia visto era real. No podía  pensar en la posibilidad de que Hansol no le amara, no podia creer que lo hubiera perdido. Todo por su estupida actitud. Había echado todo a perder.

Se dirigió  directamente a su habitacion. No iría a cenar. Necesitaba asimilar todas aquellas emociones. Queria olvidar todo aquello y descansar, pero no pudo. Lagrimas volvieron a resurgir. Apoyado sobre la pared, desahogó todos sus sentimientos. Repleto de fango, cubierto de sangre, empañado por las lagrimas, adolorido por los golpes. En otro momento se habría horrorizado ante semejante aspecto, ahora solo podía llorar. ¿En que momento se volvió tan vulnerable? No quería sentirse asi. ¿Por que le dolia tanto? Todos los rasguños eran irrelevantes , no le importaban. Le dolía dentro, y ahí, ningún método médico puede aliviarlo.



HOLA. Volví. Si no subí antes, fue porque se me ha roto el movil y nuevamente, tengo que escribir con el ordenador.  Ya veis que divertido. En fin, espero que os esté gustando la historia. 

Gracias por vuestros votos y apoyo!!!!!

Os amo.

Minmin





Entrelazados [Verkwan]Where stories live. Discover now