Capitulo 9: Se escapo.

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Solo unas cuantas palabras y ya se sentía en las nubes, una mirada de sus ojos la embelesaba completamente. Haciendo un gran esfuerzo para no suspirar frente a el, Flavio es un hombre atractivo, un sueño de hombre.

Flavio: Y se que a ti también te gusto mi beso -ladeo una sonrisa, Irina sintió como sus rodillas temblaban como gelatina. Por supuesto le gusto Su beso, pero no lo podía demostrarlo, tiene que decirle que no.

Pero para su sorpresa, no podía pronunciar palabra alguna. Flavio acaricio Su mejilla y estaban cada vez mas cerca. Entonces opto por negar con su cabeza.

Flavio: No ¿que?

Será idiota, no... Lo hace apropósito.

El aprovecho la situación para sujetarla por la cintura, Irina dio un brinquito cuando sintió las manos de Flavio e involuntariamente estaban más cerca. Con solo un centímetro más sus labios entrarían nuevamente en contacto, estaban tan cerca que podía sentir el aliento de Flavio... ¡Pero que estaba haciendo! Tenia que liberarse de esa situación como fuera...

Mauricio: Flavio -dijo entrando de repente, Irina se separó de Flavio rápidamente aprovechando la distracción- solo habían unas tostadas de pollo, te las traje para que comas algo -le paso la bolsa de comida a Irina, ella lo miro dudando pero luego la acepto- Flavio tu padre llamo, dice que te encargues de lo de esta tarde.

Irina: Permiso, es mejor que me vaya -dijo avanzando hacia la puerta.

Flavio: ¿porque mejor no esperas un poco por si te vuelves a sentir mal? Comete las tostadas aquí y luego te llevo a tu casa...

Irina: No gracias, prefiero tomar un taxi -y antes de que dijera algo mas atravezo la puerta.

Mauricio: Entre ustedes hay cierta tensión, ¿paso algo?

Flavio: Mauricio -fingió una sonrisa colocando una mano en su hombro- ¡quieres dejar de ser tan inoportuno en la vida! ¡Dios! Que manía -dijo enojado, Mauricio no entendía mucho pero si se hacia una idea de porque lo decía.

Cuando llegaron a la casa, Bianca corrió directamente a su habitación sin hacerle caso a Samuel que la llamaba. En el camino regreso callada, solo escuchando la música aburrida que la plástica de Patricia había puesto.

Patricia: Mi amor, espero un castigo ejemplar para la mo... La niña -sonrío- no me gusta que castiguen a los niños pero Sandra esta fuera de control -empezó a fingir unas lágrimas aferrándose al pecho de Samuel.

Samuel: Es Bianca -dijo apartandola de el- y no me gusto la forma en que la trataste.

Bianca estaba en su habitación pegada a la puerta escuchando todo lo que su padre hablaba con Patricia.

Patricia: Mi amor, en verdad lo siento pero me duele mucho que tu hija no me quiera, pero eso no justifica que se comporte de esa manera conmigo, lo mejor es que la mandes a un internado.

Bianca: ¿Un internado? No -susurro.

Samuel: Yo se como tratar a mi hija -y no siguió escuchando mas.

Bianca: Mi papa -sollozo- el quiere enviarme a un internado -limpio las lágrimas que mojaban sus mejillas- pero no lo voy a permitir, antes me voy lejos donde no me encuentre.

Samuel: No creo que un internado sea lo que mi hija necesite -dijo con seriedad- y tampoco creo que debería imponerle a alguien que ella no quiere como madrastra -la sonrisa de Patricia se borro inmediatamente.

Patricia: ¿Que estas diciendo Samuel? ¡Estas terminando conmigo! -el simplemente no dijo nada- ¡Eres un estúpido! -lo empujo y salio corriendo, Samuel suspiro y fue a cerrar la puerta de entrada, luego fue a la de la habitación de Bianca pero tenia seguro.

No te niegues al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora