Quinta carta

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Los dos dias restantes de la semana pasaron volando y ya era viernes, el día de la fiesta. Jane estaba emocionada por todo el tema y también el resto de grupo, claro, menos Mike y Will. Mike por amargado y Will porque podía sentir esa punzada de incomodidad al recordar la fiesta, le seguía dando mala espina.

Apenas salieron por las puertas de la escuela aquel mediodía, Will y Jane se miraron cómplices. Caminando hacia el coche de Hopper con seguridad. Ambos subieron y  empezaron su plan para situaciones como ese día.

—Hola, Hop —saludó Jane apenas se acomodó en la parte de atrás— ¿Como te fue hoy?

—¿Difícil el día? Aunque dudo que siendo el mejor policía de todo Hawkins tengas un obstáculo, siempre eres mejor que eso —sonrió Will al igual que Jane.

—Pues, tonterías ya saben. Los Dyer desde lo que paso están como locos y nos han perseguido toda la semana —dijo mientras encendía el auto—. Pero lo que quiero saber en realidad es ¿Que quieren ahora niños?

El oficial los miró por la ventana y ambos niños atrás sonrieron mientras el auto salió del perímetro de la escuela.

—¡Queremos ir a una fiesta! —exclamaron al unísono.

El auto de repente frenó y todos en el auto guardaron silencio.

—¿Fiesta? —dijo Hopper girándose hacia los dos niños.

Su mirada decía un rotundo "No" pero ambos ya sabían que tenían que hacer.

—¿Que tiene de malo? —pregunto Jane con exagerada ingenuidad—. Es para divertirnos.

Hopper suspiró y se quitó los lentes que llevaba en ese momento.

—Sabes perfectamente que pasa. Mucha gente y alcohol, no me gusta, y lo último no me gusta para ninguno de ustedes.

—Pero sabes que estarán Mike, Lucas, Dustin y Max, Hop. Ellos me van a cuidar y seguro que a Will también —explicó inclinándose hacia el asiento de Hopper—. Prometo portarme bien y también prometo que si nos dan una hora para regresar seremos los primeros en llamarte para que nos vengas a buscar.

—¿Donde es la fiesta? —preguntó en un suspiro Hopper.

—Un poco lejos. Es en la casa de los Kenneth, su hijo Johan está en nuestra escuela, es nuevo —hablo Will—. Pero juro que aunque sea lejos nos vamos a cuidar y otra vez, estarán Max, Lucas, Dustin y Mike para cuidarnos.

Hopper regresó su vista hacia el frente y puso el auto en marcha de nuevo.

—Bueno, suerte convenciendo a Joyce.

Ambos chicos chocaron las manos y sonrieron. Aunque Will lo hiciera solo por Jane y en realidad no quisiera ir a la fiesta, le gustaba hacer ese tipo de cosas con Jane.

...

Al llegar a casa los adolescentes dejaron sus mochilas en la entrada y en vez de irse a sus habitaciones corrieron a la cocina donde Joyce preparaba el almuerzo de esa tarde.

—¡Hola, mamá! —exclamó Byers asustando levemente a la mujer.

—Oh, hola, cariño y hola, Jane —Joyce arrugo levemente el ceño al ver a ambos adolescentes ahí y no en sus habitaciones.

A ella le costaba saber cuando ambos chicos usaban el chantaje.

—¿Como te fue hoy? —preguntó Jane con su sonrisa de siempre.

—Muy bien, gracias ¿A ustedes? —preguntó dirigiéndose de nuevo a la comida cocinándose.

—Muy bien —dijo Will—. Solo pasábamos por acá para platicarte ¿Supiste de una fiesta que harán unos chicos esta noche? Fuimos invitados y eso, pero claro que no iremos. Supongo que nos quedaremos y no haremos nada en toda la noche —suspiró con falsa indiferencia y luego dirigió sus ojos a su madre.

Dear, Will ; BylerWhere stories live. Discover now