Capítulo 3

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La primera escena con la que me encontré al día siguiente al llegar a la escuela fue como un puñetazo en el estómago. Literalmente me robó el aire de los pulmones y me hizo sentir una extraña punzada en el pecho.

Sam se encontraba contra los casilleros, encerrada de buena gana entre los brazos de un chico mientras este le sonreía... y la besaba de vez en cuando.

Logan.

Era un tipo agradable, pero verlo ahí con ella, con la chica que empezaba a despertar sentimientos nuevos en mí, hizo que lo agregara mentalmente a mi recién creada lista negra. El número uno de la misma.

Cerré los ojos e inhalé una profunda respiración antes de pasar frente a Sam y saludarla con una inclinación de cabeza y la sonrisa más falsa que alguna vez me vi forzado a esbozar. Sentía que eso era lo que debía hacer, poner una máscara sobre mi rostro para que nadie pudiera ver cuán herido me sentía.

Quiero decir, el día anterior me dejó besarla. No solo eso, sino que también me correspondió. ¿Por qué lo hizo? ¿La había juzgado mal? ¿Era de las mujeres a las que les gustaba jugar con la mente de los hombres?

Por lo menos tuvo la decencia de lucir avergonzada y agachar la cabeza cuando me vio acercarme.

—Sam. Logan —saludé con sencillez. Logan sonrió e hizo un gesto con la cabeza para devolver el saludo.

—Hey, Dean —respondió con Sam todavía entre sus brazos. Me alejé a toda velocidad cuando sentí la rabia hervir en mis venas.

Yo solía ser un chico tranquilo, pacífico, mis emociones siempre guardadas bajo llave, sin embargo un momento atrás me encontré a punto de gritarle a Logan que no la tocara, que ella era mía y luego besarla ahí en medio del pasillo para que le quedara claro a todos los demás también. Y eso me sacudió.

La realidad de que sentía más de lo que quería sentir por Sam me hizo pensar que tal vez ella hizo lo correcto al elegir a Logan sobre mí. Aunque dolía, no iba a mentir. Pero suponía que lo mejor fue que hubiera huido antes de que hiciéramos algo tonto... como enamorarnos. Ese sí que hubiera sido un error fatal de mi parte. Sin estar seguro de si el cáncer volvería alguna vez o no, no me sentiría cómodo teniendo una relación. ¿Y si volvía? Jan sufriría. Yo sufriría. No iba a dejar que alguien más soportara ese tipo de dolor.

Me dije a mí mismo que era lo mejor. Sí, era mejor que Sam estuviera con Logan. Yo me limitaría a quererla de lejos.

A pesar de que me decía esto, en mi interior se desataba una guerra entre el enojo y la comprensión. Enojo porque me había dejado besarla. Permitió que me ilusionara, pero en realidad nunca tuvo la intención de corresponderme.

¡Dios! Mis pensamientos eran tan contradictorios.

Estaba a punto de girar en una esquina y perderme entre la multitud de estudiantes, cuando escuché su voz llamándome a gritos.

—¡Dean! —Me giré para verla, a varios metros detrás de mí, corriendo en mi dirección con su rostro preocupado.

—Hola —dije cuando disminuyó su paso hasta quedar a escasos pasos. Sonreí, pero ella no lo hizo de vuelta. Su rostro era una máscara de... ¿dolor?

Bueno, a mí también me dolía la situación.

—¿Dean? —preguntó vacilante.

—¿Sam?

Sonrió con tristeza y luego mordió su labio inferior como si estuviera indecisa.

—Me acompañaras a casa después de clases, ¿no?

Vencedor [PQY #2] ✔ versión 2014Onde histórias criam vida. Descubra agora