Capítulo 11

109K 7.2K 1K
                                    

—No quiero que te vayas —susurré contra su pelo.

Sam y yo estábamos recostados en el sillón de mi nuevo refugio después de haber visto una película en mi tableta, ya que no tenía televisor, y la mamá de Sam le había enviado un mensaje preguntando a qué hora volvería a casa.

No sabía por qué la preocupación, si de todas maneras tenía turno en el hospital y Sam se quedaría sola hasta quién sabe qué hora de la madrugada. Estaba mejor conmigo a su lado. La verdad era que me sentía completo ahí con ella entre mis brazos, su cabeza descansando en mi pecho y su pierna sobre la mía, y no quería que el momento terminara tan pronto.

—Pero tengo que hacerlo, Dean —murmuró Movió su cabeza para mirarme a los ojos y besé su nariz. Ella sonrió con dulzura.

¿Era normal que mi corazón se acelerara de manera tan repentina?

Suspiré y asentí a regañadientes.

—Está bien, yo te llevo. ¿A qué hora llega tu mamá? — Empecé a removerme para ponerme de pie.

—Mañana —informó logrando que me congelara en mi lugar. Giré mi rostro para mirarla y ella sonrió.

—¿En serio?

—Yep.

Me quedé dudando un momento. No quería despegarme de su lado y mucho menos dejarla sola, así que cuando una idea vino a mi cabeza, no dudé en decírsela a Sam.

—¿Y qué tal si le mandas un mensaje diciendo que te quedarás con una amiga —inquirí sonriendo «con inocencia». Sam me miró extrañada y sacudió la cabeza sin entender.

—Dean, no tengo amigas, lo sabes. Lo más parecido que tengo a una amiga es Ally y... Bueno... —Se encogió de hombros y luego bajó su cabeza repentinamente tímida—, no creo que yo esté preparada para lo que pueda pasar si me quedó aquí —terminó susurrando. Mis ojos se abrieron como platos al escuchar sus últimas palabras.

¿Acaso estaba insinuando que tendríamos sexo?

—Sam, mírame. —Elevó sus ojos a los míos y sonreí—. No va a pasar nada que tú no quieras. —Besé su frente y la atraje a mi pecho—. Además tu mente trabaja demasiado rápido, yo aún no había pensado en eso.

Sam rio y besó mi mejilla.

—Es culpa de los libros —confesó. Yo parpadeé confundido.

—¿De los libros?

Sus mejillas se tornaron rojas y desvió la mirada.

—Olvídalo —pidió avergonzada. Me quedé pensando un momento que tipo de lib... Oh. Lo capté.

Ese tipo de libros.

Reí nervioso.

—No te preocupes, Jan también tiene de esos libros. —Hice énfasis en la última palabra y la abracé. Ella resopló, pero me devolvió el gesto—. Se enorgullece de su colección —informé.

—Me imagino que sí.

Se dio la vuelta y se sentó sobre mi regazo. Descansé mis manos en sus caderas y ella se inclinó hasta que nuestros pechos se tocaban para besar mis labios.

—¿Tú de que estas orgullosa? —pregunté.

—Mmm no lo sé. De mis padres, supongo. ¿Y tú?

Sacudí la cabeza. No me había entendido.

—No. Orgullosa de algo que hayas hecho o algo que tengas y valores mucho. Yo estoy orgulloso de mi colección de comics.

—¿Coleccionas comics? —cuestionó sorprendida. Yo asentí. —Que friki —dijo riendo. Yo entrecerré los ojos hacia ella—. Pero sexy.

Vencedor [PQY #2] ✔ versión 2014Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang