Capítulo 3

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Sebastian: Mi amo no estaría de acuerdo — sigue tomándome medidas y se va sin mediar más palabra

Me dejo caer sobre la cama, los ojos me pesan pero hago un esfuerzo y me voy a ducharme.

Tras un rato meditando, decido que no es mala idea, puedo trabajar aquí, imposible que pueda llegar a ser tan buena como Sebastian pero seré util, además vivir en este lugar...

Alguien interrumpe mis pensamientos.

Sebastian: Ojô-sama — entra y yo estoy con tan solo una toalla, me sonrojo — ¿Sucede algo?

Yui: ¿Có-cómo que si sucede algo? ¡No puedes entrar así como así!

Sebastian: Tome su uniforme

Yui: Arigato, ahora sal de aquí — lo empujo a la puerta y él me mira extrañado, me da igual que sea un demonio y no tenga sentimientos ¡No voy a dejar que me vea así!

Cuando consigo que se vaya fuera me coloco el uniforme y ¡Es precioso!

Consiste en una camisa blanca como el mármol ajustada, una chaqueta negra y una corbata del mismo color. Unos cortos pantalones y unas medias negras que me llegan un poco más arriba desde la mitad de los muslos.

Finalmente un par de botas negras con algo de tacón hasta tan solo un poco más abajo de las rodillas y un par de lacitos con los que recojo mi cabello en dos largas coletas.

Me miro al espejo y sonrío.

Yui: Aww, al fin pude quitarme aquel estúpido vestido

Salgo felizmente de mi habitación y me encuentro a Sebastian esperando jústamente en el mismo lugar donde lo encontré.

Yui: ¡Me asustaste!

Sebastian: Disculpe ojô-sama, pero olvidé darle algo — se arrodilla y me toca el muslo izquierdo

Yui: Sebastian, te lo voy a preguntar de la mejor manera posible ¿Qué mierda haces?

Sebastian: Bueno, el algún lugar deberá llegar la daga de plata — termina y veo que me ha colocado una especie de cinturón blanco grueso, luego me coloca una afilada daga

Yui: Bueno, no es que la necesite...

Sebastian: ¿Acaso no sabes usarla?

Yui: ¿Q-qué...? — ha dado en el clavo

Sebastian: Me temía eso — suspira — espere que termine — me da un largo guante de cuaro blanco para la mano derecha

Yui: ¿Solo para la derecha?

Sebastian: Esto es para que cuida a la mascota del señor — me da un corsé negro el cual me coloca por fuera del traje

Sentimientos prohibidos [Sebastian Michaelis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora