Sentimientos prohibidos [Sebastian Michaelis]

Capítulo 11

Sebastian: Paren con las tonterías, yo la llevaré

Yui: ¡Puedo caminar perféctamente! — se queja

Sebastian: Pero no iremos caminando — se la arrebato a Grell de los brazos — vamos

Los tres salimos disparados de la habitación.

Sebastian: ¿Aún te duele el cuerpo?

Yui: No, ya casi no me duele

Increible, ¿Cómo puede ser? Fui muy brusco con ella, podría estar muerta.

Sebastian: Que rápido te recuperas — digo intentando sacarle información de por qué

Yui: Bueno, es que no soy como las demás chicas — dice con los ojos cerrados por la velocidad

Sebastian: ¿Eres un ser mágico?

Yui: Claro que no, solo que desde pequeña he entrenado mucho, puedo soportarlo todo — sonríe orgullosa

No creo que sea por eso... Pero no preguntaré más.

Tras unos minutos llegamos a pesar de que su casa se encuentra a varias millas de la mansión del joven amo.

Yui: Que recuerdos... — puedo percibir que aprieta sus puños y aprieta los dientes

Sebastian: Tranquila — agarro su mano y la aprieto un poco — todo estará bien

Yui: Gracias Sebastian — se baja de mis brazos y una sensación de frío me golpea como un huracán

Narra Yui

Camino léntamente hasta la mansión, los tres hombres trajeados se han escondido pero de alguna manera puedo percibir que están cerca.

Llamo al timbre de casa, mi corazón se acelera.

George: ¿Hai?

Yui: George-san, soy yo, abre ahora mismo

George: ¿Ô-ôjo-sama? — su voz suena nerviosa

Yui: Abre

George: Su padre no me lo permitiría

Yui: Si no abres entraré trepando

George: Entendido... — dicho eso gran puerta que da al jardín se abre, camino por el largo camino hasta la puerta de la mansión, al acercarme algo se tira a mi cabeza

Yui: Auch — agarro lo que me cayó — ¿Diana? — sonrío