Capítulo 24

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La respiración se me corta, puedo parecer exagerada pero es que... ¡El sexy mayordomo me ha dicho que hagamos el A M O R! Con cada una de las letras remarcada. 

Creo que he muerto en vida. 

Abro mis labios despacio, y estoy a punto de asentir algo avergonzada pero antes de que pueda algo cae a nuestro lado.

— ¡Ahhh! — se me escapa un grito y al ver quién es casi salto encima suya a matarlo

— Ahh Grell ¿Qué quieres ahora? — dice el mayordomo con un tono de voz sereno y dulce aunque a la vez molesto notablemente debido a la vena de su frente que ya no puede hincharse más

— Solo pasaba por aquí y quise venir a ver a mi chico favorito — guiña el ojo y le lanza un beso a Sebastian por al aire

— Vale, ahora vete — le replica haciendo aire con la mano para desviar el beso de su trayectoria

— Ah Sebastian... Ya sabes lo sensual que me pareces cuando me tratas así de rudo... — canturrea como si estuviera gimiendo

— Y tú sabes las inmensas ganas que me dan de hacerte callar de la peor manera cuando tratas de seducirme — bufa Sebastian

Realmente es muy divertido ver estas disputas. Son graciosas a pesar de que no sé si los sentimientos de Grell hacia Sebastian son reales o no.

— Etto, Grell — digo cortanto su charla

— ¿Hai?

— ¿Dónde está William? — digo lo primero que se me viene a la mente

— Ah, ya sabes, solo hace lo normal

— ¿Lo normal? — alzo una ceja

— Sí, sí. Cortando cabezas, asesinando personas, robando almas, pss, nuestro pan de cada día

Sebastian en ese momento tosió con molestia y miró a el pelirrojo con una tiernísima sonrisa la cual a su misma vez era más falsa que la peluca de Hannah Montana.

— Grell, creo que ya sabes cómo soy cuando estoy enfadado — luego rió lévemente y sentí un escalofrío por mi espalda

— Ahh~ Sebastian, tus cálidas y rudas palabras me penetran el corazón tan fuerte como quisiera que tú lo hicieras — mordió su labio inferior y mis mejillas ardieron

¡Mierda! ¿¡Por qué estoy pasando por esto?! ¡Estos hombres me van a acabar matando si sigo viendo esta escena tan... tan...! 

>> Yo creo que Sebastian debería ser Uke << Me susurra mi traicionera mente.

Rápidamente meneo mi cabeza haciendo que todos esos pensamientos desaparezcan de mi mente. ¡Sebastian es hetero! ¡Es más, si no fuera por Grell ahora mismo me estaría dando duro contra el mu...! Vale... ¿Qué estoy diciendo? Solo vine para comprobar que estaba bien. Obviamente.

— Ehm, Sebastian, el amo quiere que volvamos cuanto antes, tenemos que hablar del viaje y, bueno — sequé el sudor de mis manos en mis pantalones, estaba muy nerviosa — ehm, necesito ayuda con algo — mentí para que se diera más prisa

El mayordomo me miró serio y detecté como se formaba una pequeña sonrisa en sus labios antes de poner la mano en su rostro y reir.

— Claro claro, yo también necesito ayuda con al-go — dijo separando ambas sílabas y mirandome de arriba abajo de manera seductora

Me sonrojé aún más, mi corazón latió con brusquedad y mis piernas temblaron ligéramente.

— ¡N-no es lo que piensas baka baka baka baka ecchi hentai baka Sebastian baka! — grité con fuerza y tan rápido que apenas se distinguía donde acababa una palabra y comenzaba otra

— E-eh... ¿Ehhh? — dice Grell de repente, lo miro y sus ojos están muy abiertos, su rostro sonrojado y mostrando sus afilados dientes con su boca abierta en forma de "o"

— ¿Q-qué sucede? — pregunto confundida y ansiosa por irme

— ¡Que cruel! ¡No es justo! ¡Eso es muy cruel Sebastian! ¡No pueden tener diversión sin mí, eso es demasiado cruel!

Mi respiración se agita como las alas de un colibrí y miró con desesperación y vergüenza a Sebastian.

— Pues mala suerte, la bella señorita solo es mía... — dice con voz gentil, luego se acerca a mí y me toma entre sus brazos, pone su mano en mi cuello pegándome a su pecho, puedo escuchar sus latidos

— ¡No puedes irte y dejarme aquí Sebas-chan~!

— Ah ¿No? — pregunta antes de saltar a la copa de un árbol e irse rápidamente hacia la mansión

En apenas unos segundos ya estábamos de vuelta, entró por la ventana de su habitación y me dejo sobre su cama, acto seguido se quitó la chaqueta con desesperación y empezó a desabortonar cada uno de los botones de su camisa.

— ¿Q-qué se supone que haces? Yo no me refería a... — se me fue el aire al ver su torso desnudo

— Shh, no digas nada, dentro de poco solo podrás gemir y retorcerte de placer... — susurró a mi oido para más tarde morderlo con sus labios

Sentimientos prohibidos [Sebastian Michaelis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora