Imagina con BTS: "Soñar No Cuesta Nada".

BTS - Fun Boys.

Los alumnos estaban suspirando cada dos minutos viendo como su profesor movía la boca, explicando la llegada de Colón a América. ¿A quién mierda le importaba eso? Empezando que América ya estaba habitada y no descubrió una mierda.

T/N miraba el bendito reloj de la pared. Las agujas parecían llevar carga, se movían a lentitud y no llegaban a la hora destinada. Solo 10 minutos faltaban, que parecían eternos.

El viejo profesor de Historia les explicaba a sus alumnos como si estos estuvieran 100% atentos a su clase.

Viejo iluso.

Unos chicos en el fondo tiraban bolitas de papel en el cabello de nido de la chica a tres bancos delante de ellos. Otros daban largos suspiros mientras garrabateaban en el margen de sus hojas. Los que estaban en otra punta, lejos de sus amigos se mensajeaban y dos por tres se tiraban miradas cómplices y reían.

Los altavoces hicieron un sonido de frecuencia horrible haciendo que los alumnos se quejarán y el profesor, por fin, cerrara su estúpida boca.

T/N se quedó atenta a esperar que el director de una indicación que durará los minutos que faltaban pero vaya sorpresa se llevo al escuchar una voz ronca salir del alta voz.

—Viejo, nadie te escucha. A nadie le interesa si Colón llegó, se lo comió un tiburón o si garcho o no...¡Es momento de divertirse!

Todos se miraban entre sí sin entender, claramente ese no era el director.

—¡Estamos aquí, estamos aquí!¡Los chicos divertidos!¡Aquí, aquí!¡Los chicos divertidos!

No solo era una voz que se escuchaba sino que ahora se le sumaban otros. Incluso tus compañeros comenzaron a hacer quilombo: tirar las hojas al aire, gritar groserías hacia el profesor y seguirle el ritmo a los que estaban detrás de los alta voces.

—¡Esto es tan divertido, todos los falsos vayan a casa!¡Vamos los que quieran divertirse estaremos en la cancha de basket!

Ni bien escucharon eso, todos los alumnos salieron dejando al profesor totalmente indignado, enojado y frustrado.

T/N salió con toda la calma del mundo, riéndose. Sabía quienes eran los causantes de la pequeña travesura.

Se dirigió hacia la cancha de basket en donde se podía oír la fuerte música y el grito de diversión de los alumnos.

Entró al lugar.

Todos estaban pasándola bien.

—Pensé que no venías —cuestionó alguien a su lado.

—No me puedo creer lo que hicieron, Namjoon. El profesor estaba que explotaba de cólera —dijiste riendo.

—Ten —dijo uno de los chicos entragandote el baso.

—Que raro que estes tan tranquilo, Jin. Pensé que serías el primero en oponerte —dijiste sorprendida.

—Todos estaban a favor de hacerlo —contesto el mayor suspirando.

—¿Como hicieron para sacar al director de allí? —preguntaste curiosa.

—Digamos que Taehyung y Jungkook son todo un numerito —dijo Jimin acercándose.

—¿Que hicieron? —preguntaste sonriendo.

—Sabemos que le gusta la secretaría — dijo Taehyung.

—Yo me encargue de llevarla al cuarto del conserje —comentó Jungkook.

—Entonces le dije que estaba la mujer esperándolo, no dudo en ir tras mío —siguió Taehyung.

—Empuje a la cara de torta dentro del cuarto de conserje y el director me vió, se acerco a regañarme pero... Antes fue a ayudarla y yo le di una patada en el trasero haciéndolo caer dentro —contó Jungkook riendo.

—Cerramos la puerta y los encerramos con llave —concluyó Taehyung dandole un sorbo a la bebida.

Ambos chocaron sus palmas satisfecho por lo que hicieron, solté una carcajada.

—Se han pasado —dijiste negando con la cabeza mientras reía.

—Después me dices abuelo, fue lo mejor que hemos echo —comentó Yoongi colocando su brazo alrededor de mi cuello.

—La próxima avisen, los hubiera ayudado —dijiste sonriendo de costado.

—¿Habrá segunda vez? —pregunto Jin abriendo los ojos como plato.

—Claro que sí, vamos a bailar —dijo Hoseok yendo hacia el medio de la cancha.

—Ya habrá tiempo para charlar —comentó Namjoon yendo hacia donde estaba Hoseok.

Atrás de él, se les unieron Yoongi, Jin y Jimin.

—Nunca cambia —dijiste riendo.

Jungkook y Taehyung te agarraron de la mano llevándote con los demás.

Pasaron un buen rato juntos. Los que pasaban por su lado les agradecían a los chicos por lo que habían echo.

Sabían que mañana no sería un día fácil, el director no se iba a quedar de brazos cruzados. Pero eso no importaba ahora, era momento de disfrutar.