Imagina con BTS: "Soñar No Cuesta Nada".

OS "Whithout me"

Trataba de manejar mi estado emocional pero no pude, ¿qué mejor manera de desahogar tus penas en un bar?

Dejarte llevar por tu dolor.

Una copa trás de otra.

Te ví entrar.

No parecías un chico de la zona y mucho menos alguien con problemas, no estabas solo, seis chicos más entraron detrás  de tí. Supuse que solo iban a pasar el rato y simplemente continúe bebiendo.

Había pasado treinta minutos, aun seguía en mis sentidos y pude divisar que alguien se sentó a mi lado.

El barman asintió a tu pedido.

—Bonita noche, ¿no? —aquella voz hizo que dirigiera mi mirada hacía él.

El chico que hacía minutos llego con sus amigos se encontraba a mi lado, parecía querer entablar una conversación que no estaba dispuesta a seguir pero... ¿porqué no? Nadie me lo impedía.

—Claro... —susurre volviendo a beber de mi vaso que quedó vacío.

Cuando estuve a punto de indicar que me servirán otro, él me ganó.

—Tómalo como un regalo —me sonrió.

No se como llegó a pasar aquello pero, ahora estaba bajo de un desconocido gemiendo de placer.

Aunque mi cabeza me decía que no lo hiciera que lo detuviera, la calentura me decía que me deje llevar y que disfrutará el momento.

Mi corazón roto fue reparado por un desconocido y una noche de sexo.

(...)

Al día siguiente, me encontré con la cama vacía.

No estaba en mi habitación.

Estaba lo suficiente lucida para saber que estaba en el departamento de aquel chico.

Me vestí como pude y salí de la habitación.

—¿Dónde vas? —me giré encontrándome con él.

—Yo... —murmure.

—Ven desayunemos —dijo sonriente tomando mi mano y guiándome hacía la cocina.

Comenzó a sacar todo lo que necesitaba para preparar un desayuno.

—Por cierto, me llamo Taehyung... —dijo mientras preparaba café.

—Soy Jane —dije mirando a mi alrededor.

Hasta donde pude ver a mi alrededor, el departamento era lo suficiente grande para tres personas o más. Todo era perfectamente decorado, ordenado y limpió.

—Se que te sonará raro lo que te diré pero... Necesito tu ayuda —mencionó serio.

Me quede mirándolo por unos segundos.

—Tranquila es algo pequeño —agregó sonriendo.

Asentí totalmente convencida y fue el error más grande que hice, aceptar algo que no sabía de que se trataba a un desconocido.