15.

5.5K 320 76
                                    

Escucho el estrepitoso sonido de mi celular alterando mi sueño y estiro mi mano para apagar la alarma que no recuerdo haber programado, sin embargo me sorprendo con la llamada entrante de Harry Styles. Blanqueo los ojos con molestia, decidida a no contestar, son apenas las ocho de la mañana de un domingo, ¿qué hace llamándome tan temprano? No pudiendo hacer nada más, me levanto y me dirijo a la cocina, donde encuentro a mis abuelos desayunando, a lo que me uno con una taza de té y unas galletas de avena.

—Buen día, Eva, que bueno que te hayas levantado temprano —dice Margaret con una sonrisa en el rostro —. Tu abuelo y yo nos vamos a ir a la feria en poco y Harry nos dijo anoche que pasaría por ti cerca de las ocho y media —termina por decirme y la miro con entendimiento. Anoche sí consiguieron el favor del vecino. Y seguramente es por eso que el mismo me ha llamado.

—Entonces no está ocupado —digo con resignación, sintiéndome aún incomoda por tener que enfrentarlo y con pesar por mi situación sentimental.

—Te lo dije, cariño, Harry es un buen chico dispuesto a ayudarnos y, por más empresario que fuera, no trabaja los domingos —Ron sonríe leyendo el periódico en su regazo. Yo solo asiento con una diminuta y falsa sonrisa, a sabiendas de que, por más trabajo que Harry tuviese, lo dejaba de lado para hacer "el favor" a mis abuelos.

Tras lavar mi taza retorno a mi dormitorio donde, sobre la cama, mi teléfono brilla con otra llamada entrante de Harry, me acerco a él y contesto, sentándome en el borde del colchón.

—¿Hola? —digo, sonando más molesta de lo esperado.

—Buenos días, Evangeline. Creí que iba a tener que atrasar los planes debido a que no te despertabas —dice él con su típico tono altanero.

—Para tu información —me defiendo —, llevo despierta un buen rato, estaba desayunando con mis abuelos y no llevo el teléfono a la mesa conmigo.

—Eso es maravilloso, cariño —contesta y puedo sentir su sonrisa de autosuficiencia desde el teléfono —. Ahora espero que te pongas algo cómodo pues vamos a pasar casi todo el día juntos y tenemos muchas cosas que hacer. Te veo en unos minutos —concluye y cuelga sin dejarme contestar; sonrío por inercia y dejo el teléfono a un lado mientras me dispongo a vestirme.

Unos minutos después escucho a mis abuelos marcharse tras despedirse desde la puerta de mi cuarto, deseándome un buen día, y en breve escucho el timbre resonar por toda la casa, tomando el pequeño bolso donde he metido mi dinero y mi celular me encamino a la puerta y salgo, no sin antes tomar las llaves que mis abuelos me han dejado en la entrada.

Harry está apoyado en el capó del auto, mirándome sin disimulo mientras cruzo el umbral y cierro detrás de mí, luce jodidamente bien y no evito morder mis mejillas interiores mientras me dirijo hacia él: un pantalón negro de vestir se ciñe sobre sus piernas, una camisa de color carmesí cubre su pecho y, encima, un saco no muy formal de color negro. Me sonríe y toma mi mano para ayudarme a subir al auto mientras niego con la cabeza, enrojecida por su amabilidad.

—¿Esto es algo cómodo? —señalo su ropa cuando ingresa al auto y se abrocha el cinturón.

—Lo es, sí, y no es como que fuéramos a hacer deporte, Evangeline, solo vamos a salir del pueblo, hacia la ciudad, y debía advertirte para que no te pusieras algo estrepitoso —dice con una elegante sonrisa mientras arranca el motor. Exhalo con un sonido fuerte, él me mira con curiosidad pero no dice nada.

—¿No crees que me veo demasiado informal a tu lado? —pregunto haciendo que su mirada caiga sobre lo que traigo puesto: unos jeans negros con una camiseta oscura, suelta, con estampado de flores, y unas zapatillas blancas. Él niega con la cabeza.

Thinking Underage [Mature Styles! au]✅Where stories live. Discover now