17.

5K 278 7
                                    

Estoy casi recostada en el asiento de copiloto, mirando sin disimulo a Harry mientras conduce con calma mientras una de sus manos reposa sobre mi muslo. Ninguno de los dos intenta hablarle al otro mientras padecemos el pitido en nuestros oídos a causa de la ensordecedora música de la que hemos escapado hace poco, sin embargo en el ambiente no hay tensión ni incomodidad, como si las palabras estuviesen de más.

Baja el volumen de la radio tras haber cantado conmigo una balada de rock justo cuando ingresamos a la calle de nuestras casas, quizá no quiere llamar mucho la atención, quizá lo hace por respeto a la gente que duerme, pues son las dos y diez de la mañana, pero es un gesto que llama mi atención cuando noto el contraste de las aceras vacías y las luces casi todas apagadas mientras dentro del auto él y yo hacemos ruido con nuestras risillas ebrias.

Caminamos con pasos lentos y un poco torpes hasta su dormitorio, donde caigo sobre la cama, mareada y exhausta; pero Harry se queda mirándome desde el umbral de la puerta mientras se quita el saco y lo deja con calma sobre el pequeño sofá frente a la cama.

—¿Has bebido, Evangeline? —pregunta mientras me ayuda a quitarme mis zapatillas.

—De haber sido así, ¿sería algo malo? —respondo sin mirarle a la cara, dejando los zapatos juntos a lado de la mesita de noche. Él toma mi mano antes de que vuelva a recostarme sobre la cama.

—Sería malo si no me dijeras la verdad, cariño —advierte cuando mis ojos se conectan con los suyos.

—Tomé algunos tragos con una de tus amigas —admito cuando siento su pulgar acariciar con suavidad mi mejilla y mentón.

—¿Con cuál de ellas?

—No voy a decirte nada si vas a llamarle la atención como si ella fuese mi niñera, yo bebí porque yo quería, nadie me obligó, Harry —digo con molestia.

—¿Con cuál de ellas, Evangeline? —repite con claro enojo en la voz, aparto su mano de mi rostro y me alejo un poco de él.

—Anette —confieso tras soltar un suspiro de resignación cuando su cuerpo de acerca al mío y lo siento a pesar de que le doy la espalda. Él me voltea velozmente y busco su mirada instintivamente, como pidiendo disculpas con los ojos.

—Cariño, escucha, ella no debía cuidar de ti pero yo sí, y en lugar de eso estuve hablando de asuntos absurdos con Liam; no voy a retarla, soy capaz incluso de agradecerle por hacerte pasar un buen rato mientras te ignoré, pero pudo pasarte algo con todo el alcohol en el sistema y...

—Harry, he bebido antes y he bebido cosas más fuertes que unas piñas coladas, estoy bien. Los guardias tuvieron los ojos sobre mí a toda hora, como les pediste —interrumpo. Él asiente, admitiendo con un asentimiento que él había pedido que la gente me mantuviera vigilada para que no me pasase nada.

Tras unos segundos en los que nuestras respiraciones son el único sonido en toda la habitación, Harry ríe suavemente antes de sentarse en la cama y, finalmente, recostarse dejando un espacio a su lado que tomo como invitación para acomodarme a su lado, mirándole de frente con mi rostro exactamente frente al suyo y nuestras narices rozando suavemente.

—¿De qué ríes? —pregunto, acercando mi mano a su cuello, rozándolo suavemente con la yema de los dedos.

—De todo esto, Evangeline —señala nuestros cuerpos, encogiendo los hombros.

—¿De nosotros? —cuestiono, curiosa.

—Sí —dice antes de acomodar su cabeza en su brazo empezar a jugar con mi cabello con su mano libre, quitándolo de mi rostro —. De esto. De lo perdido que me siento porque siempre haces lo que te da la gana y no puedo controlar nada, ni ordenar las cosas que ya has hecho.

Thinking Underage [Mature Styles! au]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora