🌻 Capítulo 60 🌻 (Editado)

312 21 11
                                    

Despierto temprano como siempre, para ir a la secundaria, me arreglo muy bien, ordeno lo mejor que puedo la habitación, voy hasta donde esta el orificio, tomo la nota y voy hasta mi cama y la abro.

Eres la mejor chica que he conocido en todo el mundo mundial. Y lo mejor de todo es que mi primer beso fue contigo.
Te Quiero Esmeralda. ♡♡

Sonrío emocionada y confundida a la vez, guardo la nota en donde están las demás y salgo porque Ferrand debe estar esperando por mi. Llego hasta él y se nota algo extraño, hasta podría decir que siento miedo, lo saludó y el asiente pasándome el casco. Me precino antes de subir, él está extraño y me da mala espina. Ninguno ha dicho una en el camino, aunque no siempre hablamos.

Llegamos a la secundaria y todos nos miran, los ignoramos, me despido de Fernand y voy a mi clase.

—Señorita Esmeralda, el último examen lo quemó —dice el maestro observando la hoja.

Me encojo de hombro, a la verdad que no me importa, nunca he sido buena en matemáticas y era obvio que tendría malas calificaciones.

Las primeras clases pasaron lento, ahora, estoy en la cafetería y veo a la chica que ayer me invitó a su casa, ¡Joder! ¿Qué le diré? Se viene asomando con una sonrisa en su rostro.

—Hola —me dice besando mi mejilla.

—Hey hola —digo dejando el tenedor a un lado.

—¿Qué pasó que no fuiste a mi casa anoche? —pregunta sentándose a mi lado —Me quedé esperándote.

—Tuve que hacer unas cosas y se me hizo tarde.

—Vale, no hay problemas, ya luego será

—¿Qué edad tienes?

—17 años, en 3 meses cumplo los 18, al fin —dice levantando las manos y yo río.

—Yo tengo 16.

—Ah que bien.

Se que no debo confiar de una vez en las personas, pero ella me inspira confianza, y ojalá y no estar equivocada, ya que no soy buena haciendo amigos, pero si para quedar en ridículo, y lo que menos quiero es que ella sea una hipócrita que sólo quiera molestarme.

Los 45 minutos de receso pasaron mientras hablábamos y comíamos.
Salí disparada a la clase de arte, hoy teníamos que tocar algún instrumento y lo único que se tocar es la navaja y no creo que valga como instrumento.

—Hola Chiquindola —dice Santiago sonriendo sosteniendo su guitarra que cuelga en su espalda.

—Hola girafa —lo observo de pies a cabeza.

—¿Qué instrumento tocarás?

—Ninguno —digo sentándome.

—Buen instrumento.

—Lo se.

La maestra se deleitaba tocando el piano, a mi me da igual, si algún día tengo la oportunidad de aprender a tocar un instrumento elegiría el violín. 

La maestra empieza con un ritmo más rápido y otros alumnos empiezan a tocar sus instrucciones, incluyendo a Santiago, quién en sonríe y me anima aplaudir a ritmo y lo hago.

Aplaudimos cuando terminamos y reímos.

—Buen instrumento el que te cargas —dice Santiago abrazándome.

—No me quejo —digo sonriendo.

El timbre suena y todos empiezan a salir alborotados.

Y por fin ya las clases habían terminado, camino por los largos pasillos viendo el alboroto de quienes anhelaban ya terminar el calvario. Llego hasta la salida y ahí está Ferrand esperando por mi, lo veo algo preocupado, no deja de rascarse la nuca y en cuanto me ve, su aspecto cambia, no sonríe, ni nada, sólo veo sus facciones algo endurecidas.

—Hola —digo dándole un beso en la mejilla.

Él finge una sonrisa y me da el casco. El camino es largo y aburrido, no quiero decir un chiste que lo haga enojar. Nos detenemos en un semáforo y él voltea a verme.

_¿Estás segura de ir a casa? —pregunta algo dudoso.

Me extraña su pregunta y que haya tomado el camino más largo a casa, ¿será que me va a secuestrar para prostituirme, será que es enviado por el imbécil de mi ex? Mucha casualidad que nos hayamos conocido el mismo día del incidente. No debí confiar en él, tiene pinta de delincuente. Tengo miedo, pero no se lo puedo demostrar. Por suerte tengo el casco y llevo pantalones largos por si tengo que tirarme de la moto.

¿Por qué a mí? Justo cuando todo va marchando, resulta que quien pensé que era mi amigo, me va secuestrar y posiblemente vender o peor aún, matar.

—¿Que dices? —pregunta bajando la velocidad.

—Claro ¿Por qué no? Siempre es a casa que voy, si quieres después de ahí salimos —es obvio que no voy a salir, llego a casa, me encierro y llamo a la policía, pero le he dicho que saldremos sólo para darle seguridad de que podrá tenerme de nuevo.

Él no contesta nada y continúa el camino, me aferro a él y cierro los ojos mientras su perfume inunda mis fosas nasales.

No puedo decir nada, pero si estoy asustada.

Después de unos largos minutos, por fin llegamos a las afuera de mi casa, me bajo confusa al ver a los padres de Justin saliendo con maletas en manos, a su padre solo lo he visto una sola vez y a su madre tres. Me acerco a pasos rápidos mientras Ferrand me sigue. La madre al verme solloza aún más y pega su rostro al pecho de su esposo, él acaricia su hombro mientras sostiene con la otra mano la maleta.

—¿Qué pasó? —pregunto a los padres de Justin mientras observo la casa cerrada.

—Nuestro hijo ha fallecido —dice dejando escapar unas lágrimas de sus ojos hinchados y rojos.

Entonces siento que todo dentro de mi se derrumba.

Dedicado a AlenaBang
@marianelis
Que son las dos únicas chicas que me leen. Gracias.
Y si hay alguien más, pues que se reporte.
Muchas gracias.

A través de la pared (Próximamente En Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora