A través de la pared (Próximamente En Físico)

Capítulo 6

Ferrant

Conduzco por la larga carretera mientras ella se come el chocolate que me hizo comprarle. Es tan tierna e indefensa. No me he imaginado una vida al lado de ella de otra manera que no sea como amigos, aunque mi abuela se empeña en decir que estamos destinados a ser algo más que amigos.

─¿Falta mucho para llegar?­ ─pregunta mirando por la ventana.

─En unos 5 minutos llegamos ─digo ignorando el chocolate que tiene cerca de los labios.

─Perfecto.

Llegamos a la casa que compré y en la cual viviremos juntos hasta que ella tenga su mayoría de edad.

─Esta es una mansión, ¿es tuya? ─pregunta mirando todos los adornos.

─Nuestra, porque tu vas a vivir conmigo hasta que cumplas la mayoría de edad o hasta que te cases ─digo dándole una coca cola.

─La mayoría de edad en Colombia son los 18 ─dice escondiendo su mirada de mi.

─Si, pero ahora mismo estás en Argentina, y la mayoría de edad de las chicas son los 21 ─digo acercándome a ella ─¿O ya te quieres safar de mi?

─No, para nada. Es que no se si a Santiago le guste que estemos viviendo juntos.

─A Santiago no le debe importar, además, tu estás a mi cargo y yo estaba primero que él, supongo.

Ella me mira y sonríe.

─¿Entonces seré tuya hasta los 21? ─pregunta acercándose más a mi.

─Si.

Esto es inevitable,tenerla tan cerca y el tener que aguantarme las ganas de besarla.

La tomo por la nuca y la beso, acaricio su mejilla mientras exploro toda su boca, ella jadea y se le cae la coca cola, aprieto su cintura y la acerco más a mi.

─Lo siento ─dice alejándome de ella.

─Perdón, no debí hacerlo ─digo viendo como se inclina para tomar la coca cola.

─Descuida, no pasa nada ─dice sonriendo algo nerviosa.

Tres años después...

Todos estaban nerviosos, dando vueltas en círculos, faltaban apenas 40 minutos para la ceremonia. Esmeralda no recordaba en donde había guardado el vestido de novia. Martha intentaba ayudar, pero debía vestirse y ayudar a Sabrina con el cierre del vestido.

Ferrant por otra parte sostenía a Santiago por el cuello de su camisa.

─Escúchame algo Santiago, me entero que haces a Esmeralda llorar aunque sea un poco, y te juro que yo mismo, te mato ─dice soltándolo casi dejándolo caer.

─Prometo que mientras vida tenga, no la haré sufrir, amigo.

─Tu y yo no somos amigos, tratala bien y larga vida tendrás, o conocerás al verdadero Edmond Ferrant Villalobos ─dice dándose la vuelta.

Santiago queda anonadado, y arregla su corbata antes de irse a la ceremonia. Ferrant va en su coche en busca de su mejor amiga para llevarla a la iglesia.

─Te ves como un reina ─dice Sabrina limpiando sus lágrimas.

─Tu igual hermana, nuestro padre habría estado felíz de vernos tan radiante.

─No cabe duda ─dice Sabrina sonriendo.

─Ferrant acaba de llegar ─dice Martha entrando a la habitación.