4 pm

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-¡Natalia! -La voz de mi amigo me sobresaltó, haciendo que me levantará rápido de la cama cayendo al suelo en un tropezón.

-Mierda... -Las carcajadas por parte de Miki no tardaron en llegar.

-Ay que torpe eres... solo venía a avisarte que me voy a hacer unos recados por Barcelona ¿Te vienes? -Me ofreció su mano para incorporarme del suelo.

-No, no hace falta, estoy cansada de ayer... -Mentí aceptando su agarre.

-Pero si solo tomaste una coca-cola. -Rió.

-Pero no era light.

-En fin... -Cogió sus llaves, agarradas por un llavero de un microfóno- Pues me voy, vuelvo para cenar.

-De acuerdo, pásatelo bien. -Se marchó de un portazo no sin antes darme un beso en la frente de esos que de alguna manera me hacían sentir más segura.

Tan pronto como mis neuronas lograron conectar decidí vestirme y salir de mi hogar, no sin antes ponerme mi gorro naranja.

La helada de las mañanas hizo acto de presencia dejando un rastro de humo en mi cara.

Comencé a andar sin ningún tipo de destino, y mis pies, como por inercia, se dirigieron a aquel lugar que tanto odiaba, pero que de alguna manera me ataba con cuerdas de espinos.

-Buenos días Natalia. -El guardia de seguridad de aquel cementerio se hizo a un lado para dejarme pasar.

-Gracias... -Las hojas secas que habían en el suelo comenzaron a crujir bajo mis pies, al mismo tiempo que sentía como algo se rompía en mi al acercarme más al lugar donde tanto he llorado.

-Hola, hermanito. -Hablé delante de la tumba- Hace tiempo que no te visito... he estado... liada, supongo. Te echo de menos, David, joder, ojalá pudiera tener un minuto para hablar contigo de nuevo.

Una lágrima comenzó a correr por mi mejilla.

Y luego otra.

Y otra.

-Será mejor que me vaya... Hasta luego. -Hice el camino de antes, ahora con lágrimas en los ojos, y mis pies volvieron a caminar sin rumbo alguno.

Andando por las calles entre la gente adulta que corría para llegar a sus trabajos y entre la más joven que conversaba con sus amigos, con las mochilas en sus espaldas, me encontraba yo, rota y sin saber que será de mi en un futuro.

Sin pensarlo mucho me dirigí al banco.

-Al banco de las 4 de la mañana, pero a las 4 de la tarde. -Murmuré hablando sola.

El gélido clima se colaba por mis huesos provocándome pequeños escalofríos que cesaron al fijarme en quien estaba ya sentada allí.

Mi corazón se paralizó, al ver a Alba, con lágrimas sobre su rostro observando el oleaje mientras escuchaba, seguramente una canción depresiva en sus auriculares.

Me senté a su lado.

-¿Nat? -Apartó rapidamente sus lágrimas y se quitó los audífonos.

-S-si... -Rebusqué entre los bolsillos de mi abrigo de cuadros un pañuelo y se lo ofrecí con una media sonrisa- Ten.

Observó el pañuelo para luego mirarme.

Volvió a mirar el pañuelo
con sus ojos marrones, ahora rojos e hinchados, conectaron conmigo como si fuésemos el imán y el metal. Entrecerré los míos para intentar averigüar que significaba aquella mirada vacía y opaca, sin el brillo que les caracterizaba.

Sin que me diera mas tiempo a observarla, se abalanzó sobre mis brazos para esconder su cabeza en mi pecho.

Comenzó a llorar.

-Eh... Albi... Tranquila. -Comencé a acariciar su cabeza.

El ruido de las olas de aquella mañana no se comparaban con sus sollozos.

Dolían.

Su respiración agitada se metía en mi cabeza como puñales.

Dolía mucho.

-Eh, Alba, mírame. -Su respiración se tranquilizó al momento en que nuestros ojos conectaron.

Nos quedamos mirando muy cerca, traspasando nuestras almas.

Notaba su respiración en mi boca y podía fijarme en cada detalle de su piel; era simplemente perfecta, transparente como sus lágrimas.

Acerqué mi mano a su rostro y comencé a quitar cualquier rastro de ellas por sus mejillas sonrojadas.

-¿Mejor? -Pregunté cuando ya había dejado de sollozar.

-S-si... -Adoraba cuando se ponía nerviosa a mi tacto, pero mi corazón también sentía que iba a explotar en cualquier momento.

Se separó de mi para levantarse del banco.

-¿Q-quieres ir a dar una vuelta?

Sonreí.

-Claro.

En este banco || AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora