49.02

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El pitido de un coche resonó en mis tímpanos.

Era la pelinegra, sentada al volante.
Entré rápido en el vehículo, que aún con la oscuridad de la noche logré distinguir que se trataba de un "mini" granate.

-Joder Alba que puto susto me has dado, pensé que te había pasado algo.

Giró mi cabeza suavemente hacia su oscura mirada para luego acercarse a mi y rodearme con sus brazos.

-¿Estás bien? -Agarró mi cara entre sus manos y la examinó de arriba abajo.

Natalia sabía lo de mi padre, solo se lo conté por encima y restándole importancia, pero la cuestión es que lo sabía.

-T-tengo miedo, Natalia. -Ahí estallé y comencé a llorar.

Me había estado guardando todas estas lágrimas durante el último año y no me había dado cuenta de que no vivía; sobrevivía.

Pero eso se acabó, a partir de ahora viviré.

No sé cuánto tiempo pasó pero seguía llorando sobre su hombro; con las tenues luces de las farolas introduciéndose en el coche, con Nat acariciándome la cabeza, susurrando cosas inaudibles y con la radio encendida con la canción de "lost on you" en la emisora "49.02"

La canción terminó al igual que mi llanto.

-¿Estas mejor? -Preguntó acariciándome la mejilla izquierda.

-Ay... me duele ahí. -Me dio un beso en la zona que ya se encontraba un poco morada debido al golpe.

Y luego otro en la frente, en la comisura de los labios, en la nariz, y así fue recorriendo todos los rincones de mi cara, hasta llegar a los labios, ahí paró, los miró y juraría que ese momento se hizo eterno, pero luego se separó para arrancar el coche.

-Vienes a dormir a mi casa.

-N-no no hace falta. Me voy a un hotel, tranquila.

-¿En serio crees que te voy a dejar ir a un hotel? Y menos a estas horas y con el frío que hace.

-Tú ganas...

Me rendí ante ella subiendo el volumen de la emisora ahora sonando en ella "Through and Through"

-Siempre te gano.

Giré mi cabeza para observar su perfil iluminado por la luz roja del semáforo.

Era una jodida Diosa, todos sus rasgos eran perfectos, su pelo junto a su flequillo que casi no se distinguían con la oscuridad de la noche, con su brazo sujetando su cabeza sobre el bordillo de la ventanilla por la que observava la calle con los ojos entrecerrados.

Su rostro se volvió verde debido a el color cambiante del disco de luz.

-Oye Nat... Gracias.

Me miró por la mirilla del ojo.

-¿Por? Es lo que hacen las amigas, ¿No? -Sonrió.

Amigas, sí.

-Supongo.

(...)

Hey! Nuevo capítulo, espero que os esté gustando 🤗

Jo, muchas gracias que hemos llegado ya a las 100 leídas 🌙☀

Hasta el siguiente capítulo!

En este banco || AlbaliaWhere stories live. Discover now