Guerra De Sangre

Capitulo IX "Sujétame"

Capitulo IX

"Sujétame"

Como ya era costumbre Ryoga y Ranma estaban pelando, en esta ocasión el encuentro se llevaba a cabo en el Dojo Tendo. –Ya verás Ranma, te haré pagar por todas las que me debes. –Vamos Ryoga, no es para tanto, no es mi culpa que una chica te venciera, además te viste lindo cuando te arrojo a la piscina y Akane tuvo que llegar por su mascota. –No soy la mascota de nadie. –Tienes razón eres un cerdo al igual que Happosai.

-Demonios, ese Ranma de nuevo esta molestando al pobre de Ryoga. Dijo una Akane molesta que se encontraba en la sala de la casa, corrió la puerta para gritarle a Ranma que dejare en paz a Ryoga, en ese instante los dos peleadores estaban al borde del estanque. La joven peliazul lanzo el control remoto del televisor al rostro de su prometido, pero el chico lo esquivo y el control remoto termino en el rostro de su oponente, Ryoga cayó al estanque frente a los ojos de Akane, transformándose en P-chan. -Jajajaja mira Akane, tu cerdo mascota es Ryoga. Reía Ranma a carcajadas mientras sostenía al cerdo y se lo mostraba a una sorprendida y destruida Akane. -¡No no no no no! Gritaba la menor de los Tendo sin poder creer lo que estaba viendo.

-Akane, Akane, Akane, Akane, vamos Akane despierta. Decía una de las amigas de la joven mientras intentaba despertarla. –Akane te quedaste dormida en clase y empezaste a gritar "no" muchas veces ¿sucede algo malo? Preguntaba una confundida amiga por lo extraño de la situación ya que el hecho de que la joven Tendo durmiera en clase era algo que nunca antes se había visto, toda la clase está sorprendida por el hecho. –Saotome, lleve a Tendo a la enfermería por favor. Decía un profesor igual de extrañado por la situación. Es así que Ranma llevo a su prometida a la enfermería de mala gana.

Una vez llegaron a la enfermería la chica se recostó en una cama. Él recorrió las cortinas pensado que la joven quería descansar. –Bien, creo que regresare al salón de clases, supongo que quieres descansar Akane. –Espera Ranma, ¿Qué fue lo que paso en el salón? –Al parecer te quedaste dormida y tuviste una pesadilla, comenzaste a gritar estando dormida. –No he podido descansar estos últimos días. -¿Acerca de que era tu sueño? –Bueno, estaba soñando con Ryoga. Este comentario molesto al chico, hizo que apretara con fuerza sus puños. –No me sorprende que ahora sueñes con él, después de todo has dormido con él. -¿De que estas hablando? No me dejaste contarte nada del sueño que tuve y además dices que he dormido con él, no que sé que te sucede últimamente Ranma. –HUM Claro, no lo sabes. Terminado de hablar el chico recibió una fuerte cachetada de parte de Akane. –Esa fue la última vez que me insultas de esa manera. Dijo Akane con una mirada llena de enojo y tristeza, porque era su prometido quien ponía en duda su pureza. El joven sostuvo el brazo de la chica con el que lo golpeo. –Tú jamás me vuelvas a poner una mano encima de esa manera. –Ranma, me estas lastimando. Así fue el que chico muy molesto soltó el brazo y salió de la habitación sin decir ninguna palabra mientras que la joven Akane tomo su brazo y vio que le habían quedado marcas por haberla sujetado con mucha fuerza, al ver esas marcas, unas lágrimas corrieron por sus mejillas hasta que rompió en llanto.

El joven llego al salón de clases, pero ya no había nadie ya que era hora del almuerzo. –Veo que hay problemas en el paraíso. Una voz sarcástica llegaba a poner de peor humor al chico de la trenza. - ¿Ahora qué quieres Sakura? –Nada en especial, ¿Tu noviecita porque estaba gritando? –No lo sé y no me importa. –Yo creo que si sabes y eso fue lo que te molesto bastante, estabas con ella a solas en la enfermería pudiste aprovechar el momento y hacer cosas pervertidas con ella, en cambio regresaste molesto. –Te aseguro que ella jamás querría hacer nada conmigo. -¿Así que fue eso? Lo intentaste y ella te rechazo. – No intente nada, ella solo... ella solo... dijo que había soñado con Ryoga. –Así que ella sueña con otro que no es su prometido, ven vamos a comer algo y olvídate de esos dos que son un fastidio.