Capítulo LXXIV as bajo la manga

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 Capítulo LXXIV

as bajo la manga

Ranma estaba herido de gravedad, esa explosión lo tomo por sorpresa cuando él creía que ya tenía la batalla ganada. Sin dejar pasar ninguna oportunidad, el enmascarado ataco de nuevo, lanzo dos shurikens en formas de estrellas directos al rostro del trenzudo, que todavía seguía aturdido por la explosión y con una pierna herida no podía moverse rápidamente, fue la rápida reacción de Akane que lanzo un kunai para que chocara con los shurikens y desviar el ataque.

-¡Ranma tiene que usar armas para vencerlo!

Grito Akane desde atrás del chico, ella ya se había dado cuenta, que llevar una pelea cuerpo a cuerpo no sería fructífero y menos ahora, el trenzudo tenía que idear una estrategia que tomara por sorpresa al enmascarado. Seguir peleando como hasta ahora, de frente era una derrota casi segura.

-demonios, no soy bueno con armas.

Pensó el trenzudo al escuchar los consejos de la peliazul, él también había llegado a la misma conclusión que ella, en cuanto a cómo debería de atacar para ganar la batalla, para su mala suerte, ese nunca fue su estilo de batalla y por lo tanto en el uso de armas su estilo aún era rudimentario.

-de esto no escapara.

Al parecer Ranma había pensado rápido en una estrategia, por su parte el enmascarado camino poco a poco hacia el trenzudo, que ya se había puesto de pie, de nuevo comenzaron a cruzar sus puños, y otra vez Ranma se llevaba la peor parte. Akane por su parte no sabía que es lo que pensaba el chico, estaba haciendo justamente lo contrario a lo que debería de hacer.

-solo espera un poco Ranma.

Pensó la chica, tal vez tendría un plan bajo la manga, pero en sus condiciones sería un milagro que pudiera hacer algo para lograr un giro de 180° en la batalla. Mientras tanto la batalla de aquellos dos continuaba, cuando el enmascarado iba a conectar un puñetazo a Ranma, este último saco dentro de sus ropas un pequeña bomba como las que usa el maestro Happosai, el puño de su rival impactándose en la esfera explosiva, haciéndola detonar, dando por resultado una espesa nube de humo que tendría algunos 20 metros de diámetro, era tan espesa que no dejaba ver nada, cegaba por completo, ver la punta de tu propia nariz era casi imposible, también Akane se vio envuelta en ella. Nada de lo que ocurría adentro se podía saber con certeza.

Poco a poco la espesa nube de humos se fue disipando, dentro de ella provenía un sonido, algo parecido a un abanico, como si de una ráfaga de aire soplara, lo que también hacia que la nube se perdiera más rápido. Cuando por fin a la vista se pudo logra saber que era lo que ocurría, Ranma estaba acumulando haiki en la palma de su mano. Tomando por sorpresa al enmascarado.

-de esto no podrás escapar ¡puño de raizen!

El hormigón del piso se levantaba de su base al paso de la poderosa ráfaga de energía arrojada, era la técnica más letal de Ranma, lanzándola con todas sus fuerzas a su rival de manera directa, cuando esta, impacto en el enmascarado, una nube de polvo se elevó, tanto Ranma como Akane daban por terminada la pelea, era imposible que resistiera a esa técnica, además de que el trenzudo se aseguró de que no la esquivara. Pero había algo extraño, no genero el impacto que el chico esperaba, solo se elevó el polvo, para esa clase de técnica debió ocurrir un gran estruendo.

Después de unos segundos y que el polvo se disipo y dejo más a la vista, ahí estaba él, de pie como si nada hubiera ocurrido, había algo extraño, estaba envuelto en su pergamino.

-no es posible. Eso debió acabar con él.

Dijo Ranma asombrado por lo que sus ojos estaban presenciando.

-no me digas...

El trenzudo tenía una teoría de lo que había ocurrido, pero no lo quería creer.

-puño de raizen, una técnica incompleta.

Le contesto el enmascarado, con frialdad y supremacía en su voz.

-¿ese pergamino puede absorber energía?

Se dijo para si mismo el chico de la trenza, que de ser cierta esa hipótesis, su técnica más poderosa quedaba anulada por completo, no solo eso, practicante no había forma de ganar, pues ya se había visto que Ranma era inferior a él en la batalla cuerpo a cuerpo y sin mencionar en la pelea con armas. Él chico se giró y miro a Akane, con la esperanza de que ella pudiera ayudar en la batalla, pero su estado se lo impedía, él tendría que lidiar solo con el enemigo.

-¿ese es tu talento?

Pregunto el enmascarado, ni Ranma ni Akane se sabían a qué clase de talento se refería.

-pelar ayudado por otros y quedarte con la gloria de la victoria. Ese es tu talento.

El misterioso sujeto se había dado cuenta de que Ranma miro a Akane con intención de que la chica le ayudara en la batalla. El orgullo del trenzudo estaba herido, apretó sus puños y dientes por la ira que sintió al escuchar esa acusación en su contra. Antes de que pudiera hacer algo, el enmascarado con gran velocidad, superando por mucho la que Akane había mostrado, estaba delante del joven trenzudo, al cual le asestó una poderosa patada que lo envió volando hacia adentro del edificio principal de la preparatoria. Ranma rompió unos cuantos muros, pero pudo volver a reincorporarse, antes de que pudiera contraatacar, su enemigo ya lo estaba haciendo. El trenzudo solo pudo poner sus brazos para defenderse de los embates de su oponente, pero no era suficiente, los ataques lo hacían retroceder y cada tanto recibía un golpe en el rostro o el cuerpo. Ranma no soltaba ni un solo golpe, solo se dedicaba a protegerse y esquivarlos cuando podía hacerlo.

-ya veo.

Pensó Akane mientras veía atenta lo que sucedía, no todo estaba perdido y Ranma aún tenía un truco que hacer. De pronto el chico ejecuto aquella técnica enseñada por la abuela Cologne, el dragón volador.

Guerra De SangreWhere stories live. Discover now