Capitulo XXXVIII Fue bueno mientras duro

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Capitulo XXXVIII

Fue bueno mientras duro

Todo el templo de los cinco filos se estaba consumiendo en llamas, quedando únicamente Sakura y Tanahatsu, era solo cuestión de tiempo para los dos cayeran ya sea producto de sus heridas o de las llamas, cada segundo que pasaba, el infierno en el que estaban, se extendía más y más, reduciendo sus esperanzas para poder escapar de ese tortuoso lugar.

Soun estaba poniendo fuera de peligro a su hija Kasumi y a Tofu, gracias al sacrificio que hizo este último, es que la chica no tenía ninguna herida de consideración, solo algunos pequeños golpes, pero ese no era el caso del doctor, tenía heridas considerables en todo su cuerpo, al igual que quemaduras. El señor Tendo con poca dificultad logro sacar a ambos del templo, justo cuando iba saliendo de ese lugar consumido en llamas, Ukyo venia del bosque con Ryoga a sus espaldas, se pusieron en una zona segura, recostaron a los tres heridos, la cocinera le cuestiono al señor Tendo por el paradero de Ranma y Akane, obteniendo una respuesta negativa, aun no tenían idea de donde estaban esos dos, Ukyo no lo pensó y quiso entrar a buscar a esos dos en el templo.

-espera, iré yo, tú cuida de ellos.

Le señalo Soun a la chica, él sería quien iría a ayudar a Genma en la búsqueda, solo esperaba llegar a tiempo para evitar una tragedia mayor.

Aun en la torre principal, la última batalla estaba por dar comienzo, ni Sakura ni su oponente daban el primer paso para iniciar el combate, no podían arriesgarse a fallar, eso les costaría la vida.

-¿Cuánto te pagaron para matarme?

Le cuestiono la chica al espadachín, al parecer todo había comenzado tiempo atrás, cuando el primero de los cinco espadachines había peleado contra Sakura y este habiendo perdido la vida, su nombre era Zatusai. Él fue el primero en salir a la caza de la chica de cabello rojo oscuro, los 4 restantes miembros de la organización, no podían aceptar que uno de los suyos hubiera sido derrotado, tenían que recuperar su honor a como diera lugar, era por eso que toda la insistencia en matar a Sakura, con el agregado de que toda la familia Tendo y Saotome se vieron involucrados en la batalla.

-3 millones de yenes. Eso vale tu cabeza, pequeña bastarda.

Le respondió Tanahatsu.

-ustedes, los cinco espadachines, llamados por algunos el sexto dedo de Dios, reducidos a un montón de mercenarios. La chica no podía ocultar su odio a la respuesta de su enemigo, estaba dejándose llevar por sus emociones –me puedo imaginar quien te mando tras de mi, tu error fue pensar que me aniquilarían tan fácilmente.

-¿montón de mercenarios? Lo dice alguien sin familia y sin ningún tipo de honor. Conozco tu historia, sé bien a que familia solías pertenecer.

El espadachín sabía acerca del pasado de Sakura, sucesos que esta todavía no había revelado a nadie en Nerima. Ni siquiera a Ranma.

-después de que sepan que te mate, darán por mi 10 millones de yenes o tal vez venga él directamente

Tanahatus solo se rió ante las palabras de la chica, una risa de burla y furia.

-¿matarme?

El espadachín aún se sentía en confianza de ganar la batalla, frente a los dos estaba la katana de filo oscuro, baku. A un lado estaba el arma de Sakura, esta poco a poco se dirigió a tomar su arma sin quitar la vista a su oponente, justo con la chica recogió su arma, el espadachín corrió hacia su espada, aunque no tenía como tomarla, ya que su brazo izquierdo estaba cercenado y el derecho hecho añicos por el ataque de Ranma, tomo su arma con la boca, corrió velozmente hacia la chica, Sakura también se dirigió hacia su oponente, antes de que sus armas chocaran, la joven hecho su cuerpo hacia atrás para deslizarse al nivel del suelo, Tanahatsu supo leer los movimientos de su oponente y con la espada iba cortando desde abajo hacia arriba, la chica solo se pudo proteger con la cadena de su arma, pero no le fue suficiente, le hicieron un corte a lo largo de su pecho, el corte no era profundo, pero si ponía en riesgo su vida, el espadachín pensó tener la batalla ganada, de nuevo se confió de más, no vio el otro extremo del arma de Sakura, la oz, esta le golpeo directo en la cara, clavándose en ella, golpe que lo mato casi al instante, la chica se ayudó del impulso que llevaba y se lanzó por una de las ventanas, usando el cuerpo de quien fuera su oponente como ancla para detener un poco su caída al vacío.

Por un par de segundos la chica quedo colgando a unos 15 metros del piso, pero ya no pudo sostenerse más, cayo junto con el cuerpo de Tanahatsu. Su respiración era muy débil, apenas si podía tomar aire, su boca se llenaba de sangre cada vez que daba una bocanada para aferrarse a la vida. Tomo la espada baku, la guardo en su pergamino, está muy mareada, su cabeza parecía que iba a explotar, no sabía bien como salir, solo veía las llamas que se alzaban a su alrededor, lo que le trajo recuerdos doloroso de su infancia, no sabía si lo que veía era real o no, podía distinguir una pequeña niña de no más de 6 o 7 años sentada sobre un charco de sangre en un rincón, solo la vio por unos momentos y una cuantas lagrimas rodaron por su mejilla, para comenzar a caminar, creía saber que estaba en la dirección correcta, además ya no tenía mucho que perder, ya no tenía nada más que le quitaran, si se equivocaba de camino, podría tomar otro, paso de largo por la alucinación de la pequeña niña, solo avanzo unos cuantos metros, Sakura cayó, no podía seguir de pie, vio el estanque que estaba en el jardín principal, por alguna razón pensó que si llegaba hasta allí podría ponerse a salvo, arrastro su cuerpo herido por la tierra como un gusano, como un lobo que había perdido su batalla, herido y solitario, por más que lo intento no pudo llegar al estanque, su cabeza dolía aún más, era el único dolor que ahora sentía en ese momento, quería llorar, pero no podía, no se lo permitía, todavía no, en vez de eso, solo escupía sangre, la herida en su pecho era peor de lo que pensaba y sentía, cuando ya no pudo ni arrastrarse, giro su cuerpo hacia el cielo, las alucinaciones eran más profundas, por un momento todo el fuego que estaba a su alrededor desapareció, había un hermoso templo, con dos árboles gigantes de cerezos en medio de el, debajo de los arboles una banca de piedra y un enorme estanque, se veía un hombre adulto, tenía en sus piernas a una pequeña niña, su piel era blanca y su cabello rojo oscuro, que a la luz del sol se veía brillante, como en llamas, pareciera que su vida estaba pasando frente a sus ojos, era todo.

-lo siento... de verdad lo siento... realmente lo intente.

La pobre chica se disculpaba con alguien, sentía que su muerte estaba cerca, no había quien pudiera ayudarla, ella ya lo sabía, solo cerro sus ojos y se dejó llevar. Dejo que todo pasara, pues ¿Quién era ella para luchar contra ese destino?

Guerra De SangreWhere stories live. Discover now