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6 años...

Jungkook estaba impresionado, su pequeña boquita abierta en una perfecta "O" y sus ojitos mirando sin poder creer el monumento que tenía enfrente. Jungkook pensaba que los castillos ya no se daban hoy en día, pero al ver lo que sus ojos tenían enfrente simplemente le quitaba todas las palabras.

El pequeño castañito apretó fuertemente la mano de su abuelita, quien comenzaba a adentrarlo en el viejo castillo. La verdad es que Jungkook no tenía mucha idea de por qué habían viajado tan lejos desde casa para llegar ahí, su abuelita decía que era para visitar a una vieja amiga, pero también decía que volvería a ver a sus padres y se quedarían a vivir allí.

Jungkook estaba un poco confundido con esas explicaciones.

Avanzaba con pasos temerosos por los pulidos pasillos, se escondía levemente entre la falda de su abuela y sentía su pequeña manita temblar en el agarre que tenía con la mujer mayor. Su abuela caminaba con la frente en alto, importándole bastante poco todas las miradas que estaban recibiendo, en cambio el pequeño Kook, temblaba como un pollito gracias a los nervios y todas las personas que lo miraban con duda en sus ojos.

Jungkook quería volver a Corea, en la seguridad de su casa y de su mantita.

¿Qué habrá sido de su lindo Cookie? Jungkook no recordaba haberlo traído el peluche consigo.

Caminaron hasta llegar a unas grandes puertas, muchísimo más altas que el pequeño Kook, quien al verlas comenzó a temblar más fuerte, si habían puertas gigantes eso quiere decir que en el castillo también habían gigantes, de otra manera ¿por que las puertas serían tan grandes?

Oh por dios, Jungkook quería esconderse bajo la tierra, él no quiere ser el alimento de unos gigantes.

Jungkook jaló de la larga falda de su abuela, llamando la atención de ella quien volteó a verlo con una ceja alzada.

—Abuelita, volvamos a casa, no me gusta aquí... –puchereó el menor mirando con ojitos de cachorrito a la mujer mayor.

Su abuela en cambio, le regaló una suave sonrisa y acarició sus castaños cabellos.

—Lamento decirte que no podemos hacer eso, Kookie. – los ojitos de Jungkook se cristalizaron y sus cerezos labios comenzaron a temblar, indicando que estaba al borde del llanto. — No pongas esa carita, amor. Verás que todo aquí será más fácil, y pasarás más tiempo con tu papi y mami.

Los labios de Jungkook dejaron de temblar un poco.

—¿Mami y papi?

꒰ ͜͡➸ •.¸. 𝑻𝒉𝒆 𝑹𝒆𝒅 𝑻𝒊𝒈𝒆𝒓  ᵛᵏᵒᵒᵏWhere stories live. Discover now