꒰ ͜͡➸ •.¸. 𝑻𝒉𝒆 𝑹𝒆𝒅 𝑻𝒊𝒈𝒆𝒓 ᵛᵏᵒᵒᵏ

f i v e

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12 años...

El tintineo de las copas hacían eco en el salón de baile, lugar donde ahora se estaba llevando a cabo una fiesta que la familia Kim había organizado.

Esta era la primera fiesta de Jungkook.

Recuerda que cuando era un poco más pequeño hubieron otras fiestas, pero sus padres no le habían permitido ir a estas, por lo que se conformó con quedarse coloreando en su habitación. Obviamente, Taehyung al pertenecer a la familia Kim, también tenía que estar presente en esas fiestas desde pequeño.

Ahora Jungkook por primera vez estaba en una, pero obviamente atendiendo todo como la servidumbre. Puesto que eso era, un chico que servía a la familia Kim.

Aunque no lo negaría, Jungkook estaba bastante nervioso, habían bastantes familias importantes allí, todas hablaban un perfecto rumano, aunque también había jurado escuchar algo de alemán por ahí. A Jungkook le habían enseñado los idiomas que se tendían a hablar en Transilvania y algunos lugares de Rumania, pero la verdad es que hasta el momento nunca había puesto a prueba aquellas habilidades, ya que como la familia Kim residió en Corea un buen tiempo, la mayoría de los sirvientes se habían acostumbrado a hablar en coreano.

Así que por ahora, para no hablar con nadie, solo se limitaba a acercarse a las personas con una bandeja para retirar las copas de champagne y retirarse a la cocina para lavar las mismas, también ofrecía algunos aperitivos de vez en cuando.

Mientras enjuagaba las copas, Jungkook solo esperaba no toparse con Taehyung. Últimamente el tigre lo perseguía con mayor frecuencia que antes, y como Jungkook ahora había cumplido los doce no tenía tiempo para estar con el tigre, puesto que ahora se encargaba de realizar los quehaceres de la servidumbre. También se percató de que su nerviosismo aumentaba considerablemente cuando Tae estaba presente, aunque eso era bastante evidente ya que Jungkook era alguien muy tímido.

Incluso después de haber convivido a años con la familia Kim, todavía había muchas cosas que no se permitía hacer por ser alguien introvertido. Pero para Jungkook estaba bien.

Después de todo, Jungkook solo era alguien de la servidumbre que no debía mantener una relación tan estrecha con la familia Kim.

Porque Jungkook solo era un criado, nada más.

—Jungkookie, ve preparando el té, ya va siendo hora de que pongamos las tazas y demás cubiertos. —una voz lo sacó de sus pensamientos.

Jungkook miró a la mujer que había visto años trabajar allí, por lo que solo asintió y secó la última copa para después proceder a llenar de agua la tetera y colocarla al fuego.

Revisó en los estantes buscando los diversos envases cilíndricos de metal que contenían los diferentes tipos de té. Rebuscó entre ellos hasta hallar el té de jazmín que la señora Kim le había pedido que prepararan para la noche. Colocó el contenido en las teteras de vidrio que habían traído para que servir el té. Posteriormente, espero hasta que el agua llegara al punto de ebullición para verterla en la fina vajilla. 

Mientras realizaba todo eso, sintió unos brazos envolverse en su cintura, cosa que lo asustó y lo sobresalto al punto de casi verter el agua hirviendo encima suyo, rápidamente dejo de nuevo la tetera encima del fuego y golpeó los brazos que no lo soltaban, volteándose y mirando con el ceño fruncido a la persona que le había hecho eso.

Porque era evidente que la única persona que lo seguiría hasta la cocina para abrazarlo, era Kim Taehyung.

—¡¿Cuántas veces te he dicho que no me sorprendas en la cocina?! ¡Pude habernos quemado con el agua caliente!

Taehyung le hizo un puchero.

—Antes no te quejabas cuando hacía eso.

—Antes no me abrazabas cada cinco minutos, solo lo hacías cuando estabas feliz y estábamos fuera de la cocina. —habló recalcando la palabra "fuera".

Taehyung se removió incómodo mientras se cruzaba de brazos.

—Últimamente siempre estás haciendo algo en el castillo y ya no tienes tiempo para que juguemos, eso no es divertido. — le respondió el pelirrojo tigre.

El castaño soltó un suspiro.

—Tae, ahora tengo otras cosas que atender, no puedo jugar eternamente contigo. —Taehyung frunció el ceño.

—¿Por qué no? Trabajas para mí, y si yo quiero que pasemos tiempo juntos, vamos a pasar tiempo juntos.

Jungkook lanzó un gemido exasperado.

—¿Por qué últimamente quieres estar tan pegado a mí? No es como si nunca nos viéramos, además, trabajo para tus padres, no para ti. —le recriminó el castaño.

Taehyung bufó revolviendo sus rojizas hebras, era obvio que Jungkook no podía entender su necesidad de estar cerca de él, después de todo, era un humano y no un tigre.

A veces Tae desearía que Jungkook fuera un híbrido y no un humano.