La familia de Jungkook había empezado a trabajar para la familia Kim cuando ellos todavía residían en Corea e incluso, se mantuvieron a su cuidado cuando posteriormente se mudaron a Transilvania. Jungkook desde pequeño recuerda haber vivido en el am...
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15 años...
Era extraño. Taehyung había estado bastante tranquilo los últimos dos días.
Aunque bueno, habían bastantes días tranquilos en aquel castillo, pero era principalmente porque Jungkook siempre estaba haciendo algo, ya sea limpiar, hacer jardinería, cocinar o ayudar a la señora Kim con la organización de sus reuniones.
A veces Jungkook se cansaba, mientras más años cumplía sentía que más trabajo le daban, a veces Jungkook solo quería quedarse en cama y recibir algunos mimos, hace tiempo que no recibía mimos.
El castaño soltó un suspiro.
Estaba secando algunos cubiertos hasta que sintió un tintineo, extrañado se volteó y vio que en aquella tabla de madera puesta en la pared, una de las tres campanillas estaba siendo tocada, una que nunca antes se había movido. Jungkook supuso que era la de la habitación de Taehyung, ya que cuando el tigre necesitaba algo, generalmente iba directo hacia la cocina y decirle a él. Como Jungkook era el único en la cocina, era el único que había escuchado la campanilla, por lo que tenía la obligación de ir a ver qué era lo que Taehyung necesitaba.
A Jungkook le pareció buena idea hacerle una merienda, ha pasado algún tiempo desde que había estado solo con Taehyung y últimamente el tigre tenía cosas de la familia que atender, por lo que tampoco había tenido a un pelirrojo tigre persiguiéndolo como perrito faldero.
Aunque Jungkook no podía negar que le parecía lindo que Taehyung siempre recurriera a él en vez de a otras personas del personal.
En un plato pintado con delicadas flores, Jungkook colocó algunas rodajas de mandarina, uvas, cortó unas rodajas de manzana en forma de conejito (porque sabía que a Taehyung le gustaban más así), algunas galletas y un vaso con agua. Dejó todo en una bandeja de plata para posteriormente llevársela consigo hacia la habitación del pelirrojo.
Jungkook tarareaba feliz mientras caminaba por los pasillos, aunque en verdad no sabía a ciencia cierta si es que Tae quería una merienda, ¿habrá sido muy precipitado haberle hecho algo así? Pensó preocupado el lindo castaño.
Soltó un suspiro en cuanto se halló a sí mismo frente a la puerta del pelirrojo, últimamente no muchas personas de la servidumbre se habían atrevido a entrar al cuarto de Taehyung o de los señores Kim, aunque no era de extrañar, el nuevo personal siempre tenía miedo de los cambia formas tigre, pero Jungkook ya estaba acostumbrado así que no había un verdadero conflicto para él.
Sujetó la bandeja con un brazo par poder tocar la puerta, aunque una vez realizada la acción no escuchó ningún ruido del otro lado de la puerta. Extrañado, el castaño volvió a tocar, obteniendo la misma respuesta.
—Si vas a llamar por lo menos contesta... — se quejó el castaño en un puchero.
Rendido, abrió la puerta musitando un "permiso" par después dejar su cuerpo ingresar a la habitación. Se sorprendió un poco al notar que las persianas seguían cerradas y la gigantesca cama desordenada, siendo el centro un bollo envuelto de sábanas. Jungkook frunció su ceño confundido, puesto que era muy raro que Taehyung se levantara tan tarde.
Suspiró y dejo la bandeja de plata en la mesita de noche, caminando entre la habitación para después abrir las persianas.
—Es más de medio día Tae, tienes que levantarte. — le recriminó el castaño colocando ambos manos a los costados de su cadera.
Escuchó un gutural gruñido venir de la bolita de sábanas, Jungkook volteó sus ojos divertido y se acercó hasta la cama, removiendo suavemente el cuerpo bajo las sábanas.
—Vamos Tae, te traje una merienda. —intento persuadir el humano.
En un brusco movimiento, el pelirrojo se sentó en la cama, gruñendo mostrando los colmillos y sus ojos normalmente achocolatados, ahora de un color dorado.
—¿Kookie? —preguntó el moreno.
El tigre olisqueó un poco el aire, poco a poco dejando de verse amenazante para después, mostrar una sonrisa perezosa.
—¡Kookie! —habló emocionado el tigre.
Jungkook soltó una risita.
—Sí Tae, soy Kookie. — el pelirrojo le hizo un hueco en la cama, palmeando a su lado indicando que quería que el castaño se sentara allí.
Jungkook solo rodó los ojos, pero finalmente le hizo caso y se sentó a su lado. Taehyung apuntó hacia la comida y después a su boca, sus ojos dorados brillando mientras miraban a Jungkook.
—Tae, tú sabes comer solo. — habló el contrario ligeramente avergonzado.
Taehyung hizo un puchero.
—Kookie~ —volvió a quejarse, refregando su cabeza contra el hombro del castaño.
—Está bien, está bien. Hoy estás más cariñoso que de costumbre. — murmuró lo último algo extrañado.
Jungkook tomó la bandeja y la colocó en sus muslos, tomando la fruta entre sus dedos y llevándola a la boca del pelirrojo, quien aceptaba los bocados gustoso. De vez en cuando, apuntaba a su pelirroja cabellera, indicando que quería que lo acariciara, mientras que Jungkook al no poderle decir "no" a Tae, terminaba aceptando todo lo que le decía.
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Si no lo han notado, es el primer celo de Tae XD
Pero no se ilusionen, Taehyung no le hará nada, sólo pedirá mimos 😂
Ah, también estoy de vacaciones en la casa de mi abuela y la única conexión a internet es una red pública que es demasiado mala, así que prácticamente estoy rezando porque este cap se publique. Estaré aquí como dos semanas más, así que no creo tener mucha actividad durante ese tiempo.
