Reacciones y Situaciones | KTH

#019

Fría, así estaba el agua de aquella alberca a la cual tus amigas te
habían invitado a pasar un rato
Claramente no tenías planeado entrar
en ella, morirías de hipotermia y dejarías sólo a tu novio, así que decidiste solo observar desde lejitos
como tus amigas y sus novios gritaban alegres al jugar con esa fría agua.

—¿No piensas divertirte con tus ellas? — cuestionó Tae sentándose a tu lado.

— No, está muy fría, además estoy bien aquí solo observando — le sonreíste.

— No está fría t/n — rió — vamos, me están dando celos ver como tus amigas juegan con sus novios mientras yo no puedo — hizo un tierno puchero.

— Taehyun enserio que no quiero morir congelada — rodeaste tus piernas con tus brazos.

— No dejarías que tu novio esté solito en una esquina mientras ve como todos se divierten — empezó a jugar con sus manos.

— No lo haría — bufaste — Aún así lo acompañaría en esa esquina para que no esté solito — sonreíste con gracia.

— Eres mala — se quejó — pero si no quieres ir por las buenas — se levantó y se colocó frente a ti — iras por las malas — sonrió con malicia.

— E-espera Taehyung — nerviosa empezabas a alejarte poco a poco.

— No señorita usted se va a divertir en la alberca conmigo — expresó para después tomarte y cargarte como un costal de papas.

— ¡No! ¡Tae bájame! — exclamaste llena de pavor.

— Ya vamos a llegar, no te muevas mucho — se quejó — no quiero dejarte caer.

— Ay no ¡por favor Tae! ¡No quiero entrar a la alberca! está muy helada — te quejabas pero era en vano, Tae estaba decidido a hacerte entrar.

Comenzaste a moverte como una epiléptica para hacer que este te bajara aunque era imposible, ya estaban a la orilla de esta.

— ¡T/n deja de moverte así! — te sujetó más fuerte — te caerás.

Hiciste caso omiso y seguiste retorciendote hasta que en un mal moviénto Tae soltó su agarre haciendo que calleras de sus brazos hacia la fría alberca.

Y tal como habías dicho varias veces el agua estaba más que fría, lograbas sentir como tus sentidos se congelaban un poco exagerado pero así estaba esa maldita agua.

— ¡T/N! — exclamó tirándose al agua para rescatarte.

Nadó hacia ti apresuradamente hasta tomarte por la cintura y alzarte hacia la superficie.

— ¡Te dije que dejaras de moverte! — te reprendió.

— ¡Y yo te dije que no quería entrar a la maldita alberca!! — gritaste molesta.

— Oh vamso no está tan fría — dijo con una sonrisa burlona.

— ¡Ah! está lo más fria posible hasta ya siento que me está dando hipotermia — empezaste a temblar.

— Que exagerada — rió — vamos jagi que no está así de helada.

— No me importa — gruñiste — llevame a la orilla necesito secarme antes que me de un resfriado del diablo.

— De acuerdo — nadó hasta la orilla, saliste de la alberca — no me dejes solo ¿si?

— No deseaba dejarte solo pero lo haré por lo que me hiciste — le diste la espalda y caminaste hacia tú mochila.

Sacaste una toalla y te envolviste en ella, juntaste tus manos intentando crear calor, lo que estaba funcionando, sentiste que te abrazaban por atrás.

— ¿Estas molesta? — cuestionó susurrando.

— Sí  — respondiste cortante — te advertí que no quería entrar Taehyung...

— Perdóname — besó tu cuello.

— No lo sé — volteaste a ver a otro lado — puede que sí o no — sus besos eran tiernos — Tae... — derrepente estornudaste — ¡No!—  exclamaste molesta — ¡voy a tener gripe!

— No te preocupes yo te cuidaré muy bien — sonrió intensificando su abrazo.

— Eso espero porque es tu culpa — suspiraste — quiero chocolate caliente.

— Te prepararé un poco cuando estemos en casa — el frío poco a poco se iba yendo gracias al abrazo de Tae.

— ¿Cómo es que no te estas muriendo de frío? — te volteaste para verlo de frente.

— Soy inmune al frío, cuándo se trata de divertirse junto a ti.

— Taehyung, entonces si tienes frío — reíste haciando que tu molestia se esfumara.

— Quizás un poco — se encogió de hombros — el calor corporal hace que sea minusculo — explicó.

— Eres un tonto tierno — te acurracaste en sus brazos.

— Y tú mi exagerada tierna, será mejor que nos despidamos de tus amigas para irnos y darte tú chocolate — propuso separándose.

— Es mejor — asentiste — vamos entonces.

Ambos se despidieron y se fueron directo a su casa para estar más calientitos y que él  te preparara tú chocolate caliente mientras mirabas una serie en netflix enrollada de cobijas.

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