Ardiente Tentación

Capítulo 22: Junto a ti. Maraton 1/3

           

– ¡Christian!, llegaron justo a tiempo, el ensayo pronto comenzará – exclamó Mia entusiasmada y corrió a abrazarlo.

– ¿Y cómo creías que me lo iba perder, duendecillo?, el padrino tiene que estar presente.

– ¡Qué emoción!, la madrina también ya llegó – se soltó de Christian y luego me abrazó a mí – que gusto de verte Anastasia, que bueno que sí viniste, por cierto, tú y yo tenemos una conversación pendiente – señaló y yo la miré asustada, pero ella me sonrió.

– Hermanita, por favor, déjame abrazar a la mujer que por fin ha hecho sentar cabeza al Casanova de mi hermano – dijo Elliot sonriendo y Mia se apartó, me sentí tan pequeña envuelta en esos musculosos brazos – que gusto volver a verte y más de saber que eres novia de Christian, pensé que se nos quedaba solterón el muchacho – se separó y puso sus manos en mis hombros – ya ves lo que dicen Anastasia, hermano saltado, hermano quedado – añadió en tono divertido.

– Elliot, compórtate, ¿qué va pensar Anastasia de tus afirmaciones? – intervino su mamá, que me dio una tierna sonrisa y también me abrazó – bienvenida linda – añadió amablemente.

– Pues, son la pura verdad, yo ya hasta estaba pensando en rifarlo, no sabes el susto que me dio cuando Mia anunció su boda y este hermano mío sin novia, no, no podía haber un solterón en la familia, ¿qué iban a pensar de él?

–Elliot ya basta, por favor – dijo seria su mamá después de soltarme.

– No se preocupe señora, es mejor ir conociendo la personalidad de cada uno.

– Grace, por favor, dime Grace y háblame de tú, hija.

– Está bien, me costará trabajo, pero lo intentare... Grace.

– A mí también dime Carrick, por favor, no me gusta que me hablen de usted, me hace sentirme viejo y aún no lo estoy – señaló y también me abrazó.

– Gracias por el recibimiento – dije abrazándolo todavía.

– No tienes nada que agradecer, eres la novia de Christian y es lo menos que podemos hacer para agradecerte que estés aquí en un evento tan especial para la familia.

– Al contrario, gracias por la invitación.

– No tienes nada que agradecer Ana, yo quería que estuvieras aquí y eso que aún no estabas con mi hermano, pero tuve un presentimiento y no me equivoqué – dijo Mia y después soltó una risita traviesa.

Angela se acercó y me saludó de beso en la mejilla al igual que Santiago, que lo hizo después que ella y luego tomó a Mia de la mano. Elliot abrazó a Angela y la miró como pidiéndole permiso para hablar y ella le sonrió asintiendo.

– Pues ya que está toda la familia completa, mi esposa y yo tenemos que hacerles un anuncio – exclamó de lo más feliz y le dio un beso en los labios – diles, mi amor.

– Bueno, el lunes pasado fui al médico y me confirmó mis sospechas, estoy embarazada, tengo ocho semanas – anunció y Elliot puso su mano sobre su vientre.

– ¡Felicidades!, hasta que le atinaste hermano, ya tres años de casados y sin bebés, estaba empezando a creer que te habían dado un golpe mortal en el americano – exclamó Christian y lo abrazó.

– Es que quisimos prolongar la luna de miel y además estuvimos practicando mucho para que nuestro primer hijo saliera perfecto.

– Entonces se parecerá a Angela porque tú de perfecto no tienes nada.