Capítulo 17: Nuevas Reglas

3.4K 304 20
                                    

maratón 1/3


El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos, mi relación con Anastasia seguía fortaleciéndose, a veces ella se quedaba dormir en mi departamento y en otras ocasiones yo me quedaba en el de ella.

La semana que pasamos en Seattle con mi familia fue maravillosa, despertar a su lado en Navidad definitivamente fue mi mejor regalo, mirando su rostro angelical, su cabello enmarañado y esa hermosa sonrisa que me fascina. Toda mi familia se portó sensacional con ella, la llenaron de regalos, abrazos, besos y no pudieron hacerme más feliz por aceptarla tan bien y lograr que se sintiera como una integrante más, Mia ya la consideraba como una gran amiga, Elliot le hizo bromas como si la conociera de toda la vida y mis padres platicaron de lo más a gusto con ella, mi Anastasia los cautivó tal como lo hizo conmigo.

Estuvimos en abstención unos días debido a su periodo menstrual, así que sólo nos besábamos y acariciamos, aunque no era lo mismo, a mí me bastaba con eso, me conformaba con el hecho de tenerla en mi cama, de dormir abrazado a su cintura, con su exquisita fragancia saturando mis sentidos, sabiendo que era mía y lo más importante que me amaba con la misma intensidad que yo a ella.

Una noche me desperté porque la escuché sollozar y empezó a insultarme, pero me di cuenta que estaba dormida y se movía agitada, así que la tomé de los hombros y la moví para que despertara, me costó un poco de trabajo, pero cuando finalmente lo logré, me abrazó, le aclaré que había sido una pesadilla e intrigado le pedí que me la contara, me dijo que me había soñado con otra y le aseguré que jamás la engañaría, que la amaba.

Entonces, empezó a besarme con una desesperación única y me pidió que le hiciera el amor, así que la recosté y la besé con pasión y dulzura, ella ansiaba tenerme dentro y casi me obligó a que la penetrara, empecé a moverme lento, pero ella aceleró sus movimientos, no entendía su urgencia, sólo la complací y le repetí varias veces que la amaba, tal como ella me lo había pedido, cuando ambos llegamos al clímax bajé de ella y me acosté detrás, abrazándola por la cintura, entrelazamos nuestras manos y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente tuve que viajar a Chicago a una convención que duraría tres días, así que sólo estuve en contacto con ella por el celular, cuando tenía tiempo libre le mandaba mensaje o le llamaba, empecé a notar algo extraño en el tono de su voz, pero cuando le pregunté me aseguró que no tenía nada, que sólo estaba atiborrada de trabajo, quizá estaba siendo yo demasiado aprensivo y haciendo personal algo que no lo era.

Cuando regresé de viaje, fui a mi departamento a dejar la maleta y ducharme, al bajar por mi auto al estacionamiento, vi que una pareja estaba dentro de otro besándose y acariciándose acaloradamente, solté una risita porque saltaron cuando escucharon que quité la alarma de mi carro, así que subí y me dirigí al departamento de Anastasia.

Me recibió con un gran abrazo y su aroma inundo de golpe mis fosas nasales que aunado a la escena que acababa de presenciar provocaron que las ganas de hacerla mía se incrementaran considerablemente, así que no puede aguantar más y terminé haciéndoselo de forma presurosa en el sillón.

Después comenzamos a cenar y le fui platicando sobre la convención, en la cual, me había encontrado a David, que iba del brazo de una hermosa rubia a la que me presentó como su novia.

Noté que Anastasia estaba como ausente, de hecho apenas y había probado bocado y eso que yo era el que estaba hablando, por lo que le pregunté en que pensaba y me respondió que en nosotros para luego preguntarme qué era lo que había extrañado de ella y después que le respondí empezó a contarme la historia de su amiga Hanna que había conocido a su ex esposo en condiciones parecidas a las que nos conocimos Anastasia y yo, francamente no entendía adónde quería llegar con eso y me quedé sorprendido cuando me dijo que no quería que nos pasara lo mismo que a ellos, que nosotros no nos conocíamos y que ni siquiera sabía cuál era mi color favorito, se lo dije aunque seguía sin comprender cuál era el punto de todo eso, ¿acaso ese dato es trascendental para amar y estar con una persona?

Ardiente TentaciónWhere stories live. Discover now