El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capítulo 5: El verdadero rival de amor

No había podido verlo desde hace meses. La campaña en su frente de batalla había durado más de lo esperado. Aun así, permaneció atento a todo lo que se decía sobre su hermano y el joven líder Jiang. Finalmente, después de ese largo tiempo se había reunido con su hermano. Y, gracias a la reunión de líderes para acordar los siguientes pasos en la guerra contra los Wen, vería al joven líder. Era extraño, pero todos esos días le había rememorado con su expresión entre inocente, asustada y triste del día que se separaron después de su primer beso. Sin embargo, las palabras de su hermano con esa abatida expresión le habían llenado de preocupación.

Tal parecía que los jóvenes Jiang rechazaron cualquier ayuda de la secta Lan. Se independizaron de cualquier secta y se habían lanzado a la búsqueda de venganza y liberación de su territorio solos. Para enorme sorpresa de todos los cultivadores, ellos recuperaron su hogar gracias a la fuerza demoniaca que el joven Wei Ying había obtenido. Nadie sabía cómo logró aquello, pero por el momento todos le alababan. Muchos líderes de secta envidiaban a Jiang Cheng de poseer un subordinado con tanto poder. LanXichen supo que en algún momento aquello podía revertirse. Él sabía que los corazones vengativos siempre son volubles. Temía que al final eso solo les terminase perjudicando a ambos.

Al fin, todos los grupos que habían peleado por su cuenta se reunieron, así que habían intercambiado opiniones.

Jiang Cheng le había ignorado en toda la reunión. No había esperado que se lanzase a sus brazos, pero tampoco que volvieran al trato de dos líderes. Así que decidió perseguirlo después de la reunión. Estaba más preocupado por su expresión adusta y llena de rencor que de que lo haya ignorado.

Su corazón se aceleró al sentir su aroma. Junto a él caminaba con paso firme el joven Wei WuXian. Ambos omegas tenían un aura tan fría a su alrededor, ensimismados en un mundo que nadie más podía ingresar. Los omegas pueden ser seres muy cálidos, que te pueden hacer sentir en un lugar hermoso y llamar hogar a este; pero también cuando son afectados, atacados a sus seres amados, defienden con garras y dientes su hogar, y familia; ante lo cual pueden llegar a ser más vengativos que cualquier otro ser. Y Lan Xichen podía detectarlo en la expresión y el aroma de ambos omegas. Ellos rechazaban la presencia de los otros.

—Joven líder de secta Jiang, deseo intercambiar algunas palabras con usted. —Se acercó con respeto ante ambos omegas.

—Wei Wu Xian, adelántate.

—Como quieras.

Las voces de ambos eran más graves, sus rostros estaban marcados por una malicia que antes les era ajena. Ellos nunca volverían a ser los inocentes omegas que habían visitado su secta cuando eran unos niños de 15.

— ¿Qué desea, líder de secta Lan?—Urgió el menor.

—Jiang Cheng ¿Por qué volvemos a tratarnos fríamente?—Comentó con ojos cálidos y voz suave. A pesar de que su aroma repelía a todos, él se sentía tentado a abrazarle con fuerza para consolarlo.

—No le comprendo, líder de secta Lan.

— ¿Debería de recordártelo?

Vio un poco de espanto en su rostro así como un ligero atisbo de sonrojo, pero estas emociones fueron suprimidas rápidamente.

—Lo siento si le di a entender algún tipo de idea errónea. Yo no necesito de un alfa ahora. Lo único que quiero es que usted, su hermano y la secta Lan dejen en paz a Wei WuXian. —Frunció su ceño amenazante. — Como le dije a su hermano menor agradezco todo lo que ha hecho la secta Lan por nosotros, pero ahora solo nos compete. Si me disculpa no quiero dejar a mis hermanos solos demasiado tiempo.