Capítulo 7: La llegada de Huan Huan

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El avistamiento de la señal de la secta Lan aceleró el corazón de Jiang Cheng: ¡Su sobrino podía estar en riesgo! De inmediato, ambos líderes presentes acudieron hacia la señal de la secta Gusu. Ellos usaron toda la velocidad que pudieron sobre sus espadas mientras surcaban el cielo, y luego para adentrarse en el bosque.

Al llegar, divisaron a los jóvenes siendo acorralados por un grupo de zombis de apariencia robusta. Sin embargo, quien permanecía en el suelo era el próximo líder de Gusu, Lan Sizhui. El joven alfa se tocaba su brazo izquierdo con el derecho, en su rostro se veía una mueca de dolor agudo. A su lado, JinLing se veía agitado, apoyado en su espada, con la túnica sucia, mientras el otro Lan tenía los ojos espantados como si fuera un simple mortal sin ningún conocimiento sobre las criaturas tenebrosas. El único que se mantenía en pie era fairy, el cual ladraba sin cesar, defendiendo a los menores ¿Cómo era posible tal espectáculo entre los jóvenes amos más respetados de esa generación?

Tanto Jiang Cheng como Xichen giraron su vista hacia la horda que había logrado acorralar a los menores. Eran cadáveres furiosos, pero no la cantidad ni la bravura al nivel de esos jóvenes. La fama que cada uno de los otros se había labrado con años de esfuerzo daba para más.

—Tío, Zishui su brazo—Susurró Jin Ling.

El xiao de Lan Xichen sonó en una melodía suave. Está impulsada con su energía espiritual detuvo el movimiento de los espectros. Aprovechando tal situación, Jiang Cheng sacó su látigo y barrió con la horda completa. Comprobaron que aquellos cadáveres no eran tan peligrosos como para poner en ese estado a los jóvenes, había sucedido algo más.

Lan Xichen intentó analizar a los tres, pero estos desviaron su mirada. Guardó su herramienta musical y se acercó a sus estudiantes, se hincó al lado de su sobrino, y examinó su brazo. Era una lesión por un golpe muy fuerte, como si algo lo hubiera empujado contra uno de los árboles. ¿Cómo habría sucedido aquello? ¿Qué cosa podría haber tomado por sorpresa al chico?

—No te preocupes, los sanadores de la secta lo repondrán fácilmente—Susurró, intentando usar la voz más suave que pudiera.

—Estoy bien solo es una torcedura.

El joven lucía como si aguantara el dolor con fuerza de voluntad. A su lado, los otros dos se veían afectados, culpables y preocupados.

—Fue mi culpa. —Susurró Lan Jingyi mientras apretaba sus puños frustrado.

Jiang Cheng dirigió su mirada a su sobrino. Se había puesto de pie sin mucho problema, aunque parecía tener algunas heridas leves, más que nada raspones, pero lo peor en él era la confusión, tristeza que provenía de su aroma, el cual estaba entremezclado con el de los otros jóvenes, lo cual no era anormal puesto que aparentemente habían luchado los tres juntos. De pronto, Jin Ling se mordió el labio inferior con rabia.

—En realidad soy yo el único culpable. YoZewujun—Declaró Jin Ling sin atreverse a dar más declaraciones.

Ambos adultos supieron que los tres estaban protegiéndose los unos a los otros. Por el momento se lo guardarían. Parecía que era tan vergonzoso o terrible que no tenían garganta para expresarlo. Aquello solo les asustó.

—Jingyi ¿puedes sostener a Sizhui?

El menor asintió, se acercó a Yuan y le pidió permiso con la mirada, a lo que este asintió.

—Líder de secta Jiang, joven JinLing, debemos regresar a Gusu. Puedo disminuir el dolor de Sizhui, pero es mejor que un sanador lo trate de inmediato. Además, debo pedir perdón a sus padres por no cuidarlos adecuadamente.

Los mayores se observaron unos segundos deseando decir tantas cosas, pero guardándoselas para un mejor momento.

—Joven JinLing, respeto que no nos quieran decir exactamente qué sucedió pues esas criaturas definitivamente no estaban a su nivel. —Se dirigió el actual líder Lan a JinLing. — Sin embargo, un miembro de mi familia ha salido dañado.

El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido) Where stories live. Discover now