¿Con derecho a NO enamorarse?

Capítulo 8

• Tess

7:30

El estúpido despertador empezó a sonar, provocándome un mini infarto, obviamente el aparato voló por toda la habitación a lo Peter Pan.

Evidentemente, un lunes no podía empezar bien, ninguno de mis días empezaba con un "y me despertó el tenue rayo de luz que se coló entre las cortinas", no. Las mañanas de Tess Debby O'Donnell eran distintas.

- ¡A desayunar! - Gritó Christopher aporreando mi puerta.

Espera...

Christopher.

Siete y media de la mañana.

Único día que suena el despertador.

Desayuno hecho.

- ¡FOCA MAL NUTRIDA! ¿¡POR QUÉ MIERDA ENTRASTE EN MI HABITACIÓN MIENTRAS DORMIA A PONER LA ALARMA!? - Grité enfadada.

Christopher abrió la puerta y entró con una porción de tarta de chocolate en un plato.

- Wow, wow, wow. - Dijo mostrándome la tarta. - ¿Qué me llamaste?

- Foca mal nutrida, ¿te lo repito? Ahora dame mi tarta.

- ¿Perdona? - Se sentó en mi cama y cogió la cucharilla que había en el plato.

- Da-me MI tar-ta. - Dije recalcando "mi".

- ¿Tu tarta? Sigue esparcida por tu blusa. - Sonrió inocentemente.

Rápidamente, me levanté de la cama y aplasté su cara contra el plato con el postreyuno (sí, una mezcla entre postre y desayuno). ¿No es ingenioso? Claro que sí.

Levantó la cabeza del plato y pasé el índice por su mejilla, para luego llevarme el dedo a la boca. Dios mío, necesito tarta.

- ¿Quieres? - Preguntó alzando una ceja.

Asentí, y sin esperármelo, unió nuevamente mis labios con los suyos, presionándolos suavemente, abriendo paso a su cálida lengua. Sabía a chocolate, pero, espera, ¿estaba besando a Christopher Tyler Pierce? Puse mis manos en su pecho y le empujé.

- ¿¡Pero qué coño haces!?

- Dijistes que querías más. - Dijo levantándose de la cama y encogiéndose de hombros.

Lo peor, era que le había continuado el beso.

- Eh, eh, eh. ¿A dónde crees que vas? - Pregunté enfadada.

- ¿A quitarme el chocolate de la cara, tal vez? - Puso una mueca.

- Vuelve a acercarte a mi baño y mañana despertarás bajo el agua. - Dije en un tono frío y amenazador.

Christopher rió, levantó las manos en forma de rendición y se alejó unos pasos.

- ¿Contenta? - Dijo apoyándose en la pared.

- Estaría más contenta si tuviera la certeza de que tu especie no se va a reproducir.

- Somos de la misma especie, querida prima. - Sonrió de una forma en la que me ponía nerviosa.

- Mi tío se casó con tu madre, estúpido, no compartimos una mierda de sangre.

- Genial, entonces nada te impide enamorarte de mí. - Volvió a sonreir, esta vez de una forma maliciosa. - Te recuerdo que me has continuado el beso. - Me guiñó el ojo izquiero y desapareció por la puerta.

Maldito Christopher Tyler Pierce.

• Christopher

Salí de la habitación de Tess riéndome a carcajadas.

¿El beso? Totalmente planeado.

Despertarla a las siete y media de la mañana gritando a voces el desayuno para después besarla. Claro que no me esperaba lo de la tarta.

8:40.

Cogí el coche y conduje diez minutos hasta el apartamento de mi mejor amigo.

Saqué sus llaves en el bolsillo y abrí primero la puerta del portal, subí dos pisos en ascensor y volví a meter otra llave en la cerradura.

- ¡ARRIBA RYAN! - Grité cerrando la puerta bruscamente. - ¡VAMOS PEQUEÑO SALTAMONTES! - Volví a gritar, esta vez entrando en su cuarto y quitándole las sábanas.

- ¡Joder! ¿¡Pero a ti qué mierda te pasa!?

Estaba tirado en la cama con una chica rubia boca abajo.

- Iugh. - Dije volviendo a ponerles las sábanas. Menos mal que ambos tenían la ropa interior. - Em... Perdona... Conversación privada. Así que toma. - Le lancé a la chica su vestido y la empujé fuera de la habitación bajo la atónita mirada de Ryan.

- ¡Te llamaré Cornie! - Gritó mi amigo.

- ¡No te molestes Bryan! - Respondió con su voz chillona.

Reí.

- No se sabe ni tu nombre tío.

- Vamos a ver, ¿me explicas qué coño te pasa? ¡Ayer me llamaste a las cuatro y media de la mañana!

- Em... Sí, respecto a eso...

- Me llamaste por la mierda de la apuesta y me acabas de joder el polvo mañanero. - Dijo con una mueca.

- Anda, no te quejes y vístete.

• Tess

Me senté en la cama y me puse a analizar junto con un trozo de tarta lo que había pasado.

1. Cambió la alarma para despertarme a las siete y media.

2. Me hizo el desayuno, que encontré preparado luego en la cocina: una porción de tarta de chocolate.

3. Me besó.

4. Me dijo que me iba a enamorar de él.

Cogí mi móvil y llamé a Diana.

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Laura, xx