Capítulo 24

2.1K 102 7
                                    

(Canción para el capítulo Set Fire to the Rain, de Adele).

Empujé la vieja puerta de metal provocando un chirrido, puesto que estaba abierta. Me acerqué a los buzones para cercionarme del piso y subí dos plantas a pie, ya que no había ascensor. Segundo A. Llamé al timbre y abrió una chica no mucho mayor que yo, con el pelo corto con un largo flequillo degradado en violeta y los ojos castaños.

- Tú debes de ser Tess. - DIjo con una sonrisa contagiosa. Asentí.

- Venía... A ver a James. - Sentí como mis mejillas se ruborizaban. - Perdona las... Horas, es que... Necesitaba hablar con alguien. Volveré mañana, buenas noches. - Me giré, pero la chica me cogió del brazo fírmemente.

- Está con mi padre, volverá sobre las tres o las cuatro, es su noche de pócker. ¿Por qué no pasas? La compañía nos hace falta a las dos. - Volvió a esbozar una sonrisa. - Soy su hermana, Alexa, pero puedes llamarme Ale, pero Alex no, porque parece de chico. Es curioso, ¿no? - Se llevó un dedo a la frente. - Perdona, soy idiota, es que me pongo a hablar y no me callo, pasa. - Me empujó hacia adentro y cerró la puerta de la casa. - ¿Quieres tomar algo? - Preguntó.

- He traido crevezas. - Dije mostrándole la bolsa verde.

- ¡Oh, fantástico! Pasa al salón, está a tu izquierda. - Señaló una sala. - Ponte cómoda, voy a por algo de picar. Y coge de ese cesto lo que quieras, no te vayas a resfriar.

- Gracias. - Dije cogiendo una camiseta rosa y unos shorts.

- Puedes cambiarte en ese baño.

1:42.

La casa parecía pequeña, pero muy acogedora, llena de muebles de distintos estilos.

Alexa llegó con dos cuencos de helado de chocolate y avellana y me tendió uno. 

- Gracias. - Dije, y tomó asiento frente a mí, en un sillón.

- De nada. - Respondió dando una gran cucharada y llevándosela a la boca.

- ¿Cómo sabías quén era yo? - Pregunté curiosa. No es lo más normal del mundo llegar a la casa de una persona y que te abra su hermana sabiendo quién eres, ¿no?

- Ah, sí, lo siento. Jaimy me ha hablado mucho de ti. - Respondió apuntándome con la cuchara y asintiendo con la cabeza. - ¿Sabes? Te describió tan bien que en cuanto te vi, a pesar de estar empapada y con los ojos hinchados, supe perfectamente que eras tú. Por cierto, ¿por qué estabas así?

¿Podía confiar en ella? Eso parecía, tampoco iba a ir por allí contándolo a todo el mundo, ¿no?

- Problemas con un chico. - Sonreí torcidamente.

- Ah... Tu novio, supongo. - Su tono de voz cambió a uno desilusionado. 

- No, no... Es algo complicado, pero no es mi novio.

- Ah... Pues... Tengo algunas experiencias de ese tipo.

Abrí dos de los botellines y le ofrecí uno.

- Gracias. - Dijo con una sonrisa. Por alguna razón, esa chica con el pelo violeta inspiraba confianza. Pero quería oir su historia antes quela mía.

- ¿Pordrías contármelas? - Pregunté avergonzada. Meditó unos segundos y por primera vez en el poco tiempo en el que le conocía esbozó una sonrisa tímida.

- Verás, mi madre murió hace seis años, y desde entonces, mi padre siempre fue demasiado sobreprotector conmigo, ya sabes... Con dieciseis años empecé a salir con un chico, no era muy buena influencia que digamos, tenía varios antecedentes menores y todo eso, pero yo estaba muy enamorada de él, le quería muchísimo. - Sonrió al recordar aquello y dió un sorbo a la cerveza. - Mi padre no le aprobó, pero tampoco necesitaba que lo hiciera. A los pocos meses cumplí diecisiete, y me escapé de casa con Dennis. Durante una semana viví con él, y me sobró tiempo para ver que solo era una de tantas, que lo mismo que me decía a mí se lo dijo a las demás, fue... Fue horrible. Volví avergonzada a casa. - Rió. - El problema llegó cuando pasaban los días, las semanas y los meses y no conseguía sacar a ese cabrón de mi cabeza. - Su mirada alegre cambió a una inexpresiva, no podía evitar sentirme culpable por haberla hecho recordar aquello. 
- Lo siento. - Dije haciendo una mueca.
- Ya, yo también. - Sonrió dúlcemente y bebió del botellín. - ¿Cuál es tu historia?

Me tomé unos segundos de tiempo y comencé a contar. - Cuando tenía ocho años mi tío se casó con una mujer que tenía un hijo un par de años mayor que yo, Christopher. - Esbocé una sonrisa triste. - Al principio pensaba que era un idiota, con esa edad odiaba a los chicos.

- ¿Y quién no? - Me interrumpió haciendo una mueca divertida, a lo que yo asentí.

- Cuando él tenía dieciseis y yo casi catorce, hizo una apuesta con un chico. Si me enamoraba de él, ganaba. - Miré hacia abajo moviendo la cerveza en círculos. - Lo consiguió.

- Vaya... Lo siento mucho. - Puso una mano en mi hombro. - Pero han pasado como cuatro años, ¿por qué estabas tan mal antes?

- Vivo con él por diferentes motivos, y casi vuelvo a caer en la trampa. - Me encogí de hombros. - Bueno, he caído de lleno. - Dije dando un gran trago a la cerveza. - Por un momento me sentí especial, ¿sabes? Como si nada importase. Cada vez que me tocaba, no sé... Provocaba distintas sensaciones en mí. - Levanté la cabeza y sonreí con lágrimas en los ojos. - Luego me dí cuenta de que solo era una más, ya me entiendes.

Se quedó unos minutos en silencio, analizando todo lo que yo había dicho y clavó su mirada castaña en mí. - ¿Qué te hace pensar eso? Las personas cambian, no siempre a peor. ¿Y si él sintió lo mismo que tú? 

Miré a Alexa confusa y ella me dedicó una sonrisa.

¿Pudo haber cambiado Christopher?

______________________________________________________________

Holaaa he vuelto!! q les pareció el capítulo??? 

Piensan igual q Alexa?? Sentirá Christopher lo mismo q Tess, y qué siente ella exactamente??

Votar y comentar, q el capítulo tiene más de 1000 palabras eehh, eso es un trabajo!!

Laura, xx

¿Con derecho a NO enamorarse?Where stories live. Discover now