Capítulo 35

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• Christopher

Me tiré en la cama y froté mis ojos. ¿Qué me estaba pasando? Yo nunca había sido así frente a una chica. Ni si quiera con Tess hace unos años, ¿pero qué tiene nuevo que me está volviendo loco? ¿Y si Ryan tenía razón?

Vamos, esa pregunta es estúpida, sabes que la tiene.

Calla.

El próximo, me lo pedirás tú.

¿No te había dicho que te callaras? Oh, genial. Y así estoy, discutiendo con mi propio Pepito Grillo.

De pronto, se escuchó un ruido, y acto seguido el sonido que produce el agua cuando salpica contra algo.

- ¡AAAHHH! - Escuché gritar a Tess.

• Narrador

Christopher salió de su habitación lo más rápido que le fue posible y sin llamar si quiera a la puerta del dormitorio de su primastra, entró corriendo y alterado.

- ¿¡Tess!? - Exclamó.

- ¡En el baño! - Anunció la chica con voz quejosa. - Me he resvalado... Me-me duele la-la cab... - Dijo antes de quedar inconsciente.

Chris entró lo más rápido posible, encontrándose con una escena horrible. El cuerpo de la chica estaba completamente descubierto, palido e inmóvil. El poco agua que quedaba dentro de la bañera estaba empezando a adquirir el color rojizo de la sangre, mezclándose con ésta.

- Tess. - Palmeó sus mejillas. - Tess. - Repitió. - ¡Maldita sea!

Cogió la toalla blanca que estaba colgada en la puerta y la envolvió con ella, tiñendo también la tela de un color carmesí, cargándola en brazos y depositándola con cuidado en la cama. Tuvo especialmente cuidado con su cabeza, de la cual, no dejaba de salir un hilo rojo de sangre. En la mesilla de noche, divisó en móvil de Tess, marcó el teléfono de emergencias y en menos de quince minutos, ya estaba subido a una ambulancia junto a ella y dos enfermeros más.

- ¿Y no sabe cómo pasó? - Preguntó uno de ellos tras ponerle a la chica un collarín. Christopher negó con la cabeza y se pasó las manós por el cabello, echándoselo nervioso hacia atrás.

- Yo... Yo solo escuché cuando calló.

- ¿Entonces resbaló?

El chico asintió y agarró la mano de Tess.

- Se pondrá bien, ¿verdad?

- Eso esperamos. - Dijo la enfermera inyectándole suero. - Sin embargo, estará toda la noche en observación. Los golpes en la cabeza son muy traicioneros.

- No se preocupe. - Le interrumpió el primer enfermero. - No parece muy grave. - Contradijo al ver la cara de preocupación del rubio.

2:34.

Tess reposaba en una de las camillas del hospital en la planta de observación, mientras que Christopher seguía agarrado a su mano, sentado en una silla recostando su cabeza en el regazo de la chica. Así habían permanecido desde que éste último había sido vencido por el cansancio hace algo más de una hora. Chris percivió unos leves movimientos en su mano y despertó, encontrándose con una Tess completamente aturdida.

- ¿Qué... Dónde...?

- Menos mal que estás bien. - Resopló acariciándole la mejilla. - Resbalaste en la bañera y te golpeaste la...

- ¡Auch! - Se quejó. - ¡Mi cabeza! - Dijo apartando los dedos de su nuca.

- De eso te iba a avisar. - Recalcó con una sonrisa de alivio. - Iré a buscar a una enfermera, no te muevas, ¿sí?

¿Con derecho a NO enamorarse?Onde histórias criam vida. Descubra agora