[010]

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Caminé con todo el esfuerzo posible puesto que la colina era bastante empinada. Dante merodeaba a mi alrededor sin alejarse mucho, olfateando lo primero que se le apareciera de frente. Aún seguía algo sentida con el perro por la muerte de Jisung, pero pues ya no podía hacer nada al respecto.

Acomodé mi sombrero y cuando llegué finalmente al tronco del árbol de almendro me dejé caer.

El viento golpeó directamente mi rostro haciendo que los mechones de cabello se agitaran y entrecerrara los ojos por inercia.

En los últimos días me sentía sofocada por mis propios sentimientos, no sabía que hacer con mi vida en general, estaba confundida y mucho a decir verdad. No comprendía en su totalidad como me sentía, más bien lo que me hacía sentir.

— ¡Dante, no te alejes! — bramé al ver al perro caminar colina abajo.

Me tallé el rostro frustrada al darme cuenta que Dante no pensaba regresar y si yo no lo seguía el perro terminaría del otro lado del pueblo. Me coloqué de pie analizando todo a mi alrededor y me encaminé hacia donde se había perdido.

— ¡Dante! ¡¿Dónde estás bola de pelo?!

Mi oído se agudizó al escuchar una suave voz hablar solitariamente, me dirigí hacia donde provenía reencontrándome con el perro, que lucía más que feliz al recibir las caricias y cosquillas del chico.

— Nuri — sonrió, recordándome el revoltijo en mi estómago que me había provocado la primera vez que lo vi.

— Jaemin — le correspondí la sonrisa y me acerqué a él, bajando la colina con rapidez.

— Cuidado, te puedes caer.

Y como dijo, casi tropiezo pero él fue mucho más rápido logrando detener mi probable caída. Soltó una carcajada, bastante adorable que me hizo sonreír.

— Era mejor que yo fuera hacia a ti — asentí estando de acuerdo con su opción claramente mejor que la mía — Aquel árbol se veía muy agradable, ¿vamos?

Un suspiro se escapó de mis labios y Jaemin clavó su mirada en mí con una media sonrisa en su rostro.

— Ya me cansé de subir y bajar la colina.

— Pues te cargo —. Sin tan siquiera espera una afirmación mía Jaemin me tomó de la cintura y me lanzó hacia su hombro como si se tratara de un costal de papas. Finalmente me dejó caer con suavidad en pasto verde bajo la sombra que el árbol de almendro nos proporcionaba.

Hubo un breve silencio entre nosotros, tanto que el único ruido era la respiración de Dante y el sonido de los pájaros caminar en la tierra en busca de comida.

— Te he visto algo distraída en estos últimos días —. Oprimí mis labios y emití un suave suspiro.

— He estado pensando muchas cosas y me siento algo frustrada y confundida por...

— Renjun — completó. Rió cortamente mientras acariciaba la cabeza del perro de la abuela —. Sabes Nuri... antes me gustabas y creo que ese sentimiento sigue ahí, atascado en el fondo de mi corazón— habló dolido y su confesión me descarriló de mis sentidos.

— Jaemin...

— No digas nada, déjame hablar —. Tomó una bocanada de aire y alzó su cabeza observando el movimiento de las hojas del árbol —. Sabía que te gustaba pero no lo suficiente como lo que te gusta Renjun, por lo que decidí mantenerme al margen y dejar de insistir — clavó sus bonitos ojos castaños en los míos — porque Nuri, tú no te podías enamorar de mí y yo de ti porque ambos sufriríamos en el momento que me tenga que marchar.

Mis ojos se aguaron por la sinceridad que emitía mediante sus palabras, mi corazón dolía al igual que el nudo que se formaba en mi garganta.

— Quisiera encontrar un chica mejor que tú, pero eso sería imposible —rió amargamente —. Eres tierna, atenta, divertida, sabes comprender a los demás y siempre intentas ayudar. Eso nunca lo encontraría en Seúl, donde todas las chicas son superficiales mientras a ti no te importa como te vestirás. Tus ojos gatunos me atrapaban por completo cada vez que los veía y... me siguen atrapando, al igual que los pequeños lunares en tus mejillas y cuello que alguna vez desee tocar.

Las lágrimas cayeron como las primeras dos gotas de lluvia antes de una tormenta.

— Jae-jaemin perdóname en serio si yo-

— Nuri no llores — acunó mi rostro con una sonrisa y limpió con sus pulgares mis lágrimas —. No es tu culpa.

Me sentía jodidamente mal al saber los sentimientos que Jaemin había estado reprimiendo, eso explicaba el porqué él se alejaba cada vez más de mí y el porqué ya no me buscaba como antes. No me imaginaba cuanto había estado sufriendo en silencio intentando desaparecer sus sentimientos.

Tomó mi mano y la acarició con suavidad como si fuera la primera y última vez que lo haría. Hasta que me di cuenta de las lágrimas que caían lentamente sobre sus mejillas que se había teñido de un rojo carmesí.

— Mañana me voy — sentí como mi corazón se apachurraba aún más —. Por eso decidí confesarte mis sentimientos ya que no podía más con esta carga.

Lo abracé con fuerza sintiendo su aroma colarse por mis fosas nasales, y mis lágrimas mojar su camiseta.

— Jaemin, te quiero mucho.

Mis palabras eran más que honestas, en estos dos meses Jaemin se había convertido en alguien muy importante para mí.

El dolor en mi pecho se había hecho más grande, mientras Jaemin presionaba mi cintura con fuerza. Nos separamos con lentitud y limpié mis lágrimas con mi brazo y sonreí.

Jaemin observó cada detalle de mi rostro como si lo estuviera memorizando en su mente y no lo quisiera olvidar nunca.

— Tus labios — mostró una sonrisa diminuta —. Parece una pequeña fresa.

Sonreí y acaricié su cabello.

— ¿Los puedo besar aunque sea una vez?

Su pregunta me descolocó, sin embargo asentí dudosa. Había prometido que mi primer beso sería con él, aunque actualmente ya no lo sería valía la pena hacerlo como despedida.

— Hazlo.

Sus labios se juntaron a los míos con suavidad, sólo como un pequeño roce donde ambos nos mantuvimos quietos disfrutando el último momento que pasaríamos juntos.

Porque somos jóvenes y tenemos que caer para poder aprender, sabía que en algún momento de mi vida volvería a toparme con Jaemin y me recordaría todos los momentos que pasamos juntos como los adolescentes que éramos.









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Creo que we young pronto llegará a su fin. En este capítulo me enfoque sólo en Jaemin porque ya de lo merecía jej, acepto que solté unas cuantas lagrimitas al escribir este capítulo y sé que es algo corto pero era lo necesario para que ambos se despidieran por favor no me odien.

we young ➳ renjunWhere stories live. Discover now