02

1.8K 209 129
                                    

Y allí estaba, tratando de ver el momento correcto para llevar a cabo mi plan. Necesitaba que no mucha gente transitara por el patio, y mientras esperaba, decidí escuchar Siren.

La forma en la que Seungmin me conoció fue rara. No, raro fue el hecho de que le comenzara a gustar desde la primera vez que oyó mi voz. Esa tarde estaba como siempre esperando a que sean pasadas las 4:40 pm para que mi hermano me recogiera. Siempre estaba sola y esa no era la excepción. Me dije a mí misma que el tiempo pasaría más rápido si entonaba una canción.

Y canté Downpour, que en esos tiempos era mi canción preferida. Justo cuando estaba finalizando el coro sentí una mirada sobre mí y callé. Miré severamente a Kim Seungmin de mi clase; él era el clásico chico que no resaltaba. No comprendía qué hacía allí tan tarde, hasta que fui consciente de los utensilios de limpieza en sus manos. Iba a pedirle amablemente que se perdiera cuando sus ojos se iluminaron y al segundo ya estaba demasiado cerca de mi rostro.

-Me gustas -confesó emocionado y con un leve rubor en sus mejillas.

¿Y a este qué le pasa?

-Disculpa, ¿qué? -me alejé y él se volvió a acercar, esta vez tomando mis manos entre las suyas.

-Tu voz, tú... me gustas -miró directo a mis ojos.

Suspiré y lo aparté poniéndome en pie al mismo tiempo. No tenía tiempo para estas cosas; además, seguramente mi hermano ya había llegado, y él odia esperar.

-Escucha, te estás equivocando conmigo. No es posible que te comience a gustar cuando esta es la primera vez que cruzamos palabras.

-Yo creo en el amor a primera vista -dijo copiando mi acción anterior-, aunque en este caso sería amor a primera oída -soltó una risita que resonó en el aula vacía a excepción de nosotros dos-. Me recuerdas a una sirena.

-¿Una sirena? -no lograba conprender.

-Tu voz me cautivó -un sonrojo aún más fuerte se apoderó de sus mejillas.

Negué repetidas veces colocando mi mochila sobre mis hombros y dirigiéndome a la puerta.

-No sé si estás enterado, pero yo solo traigo problemas. Así que olvídalo.

Estaba a punto de irme cuando él tomó mi brazo impidiéndomelo. Respiré profundamente, mi paciencia se acababa. De hecho, llevaba haciendo un gran esfuerzo desde que él se atrevió a acercar su cara a la mía.

-Soy yo quien decide si alejarme o no -sonrió mostrándome nuevamente sus blanquecinos dientes.

Lo odié demasiado. Tomé un último suspiro y aparté su mano de la mía, comenzando a cruzar el pasillo para irme. Allí vi a Hyunjin con una escoba. Cruzamos miradas de reojo y ambos seguimos con nuestro camino.

Conste, yo se lo advertí.

Conste, yo se lo advertí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
ѕιяєη - kïm sëünġmïn Where stories live. Discover now